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Economía

La cautela del Banco Central Europeo perpetuará la alta inflación hasta final de año

El Banco de Fráncfort revisa al alza la previsión de subida de los precios para este año, hasta el 5,1%, con un escenario más adverso en que podría llegar al 7,1%

La cautela del Banco Central Europeo perpetuará la alta inflación hasta final de año

La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde. | Europa Press.

Pese a que el Banco Central Europeo (BCE) anunció el jueves que anticipará el final de las compras netas de bonos, no aclaró su presidenta cuándo abordará las subidas de tipos. La institución se encuentra ante la diatriba de luchar contra la inflación o contra la ralentización económica, y de momento no emplaza a una fecha concreta esta medida.

Por ello, los expertos consultados por THE OBJECTIVE consideran que esa cautela de Fráncfort condena a la eurozona a un escenario de alta inflación hasta final de año, el cual deja a España en un lugar más expuesta, ya que es la potencia del euro con mayor subida de los precios, del 7,4% en febrero, a falta de que este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE) publique el dato definitivo. Ese dato definitivo, frente al avanzado, tendrá la diferencia de que ya incluirá el efecto del inicio de la guerra en Ucrania en los últimos cuatro días de febrero. 

El profesor de Finanzas del Centro de Estudios Financieros (CEF) Juan Fernando Robles destaca para este periódico que «el BCE titubea y no apuesta por el control de la inflación con determinación». Cree que esta actitud del Banco de Fráncfort se debe a que las perspectivas económicas apuntan a una fuerte desaceleración y alentar el crecimiento retroalimentará los precios. Por eso concluye que la inflación seguirá fuerte en el medio plazo, hasta final de año, porque la institución que preside Christine Lagarde aparca las medidas necesarias para controlarla a un futuro que no ha concretado. 

Decisión tibia, según los expertos

En el mismo sentido opina el economista Javier Santacruz sobre la decisión del BCE, comunicada este jueves, de mantener los tipos de interés en el 0% pese a que su previsión de inflación es ahora del 5,1% para este año, más del doble del antes ortodoxo objetivo del 2% y muy superior al 3,2% que esperaba la misma institución el pasado diciembre. Más aún, las previsiones de Fráncfort contemplan un IPC al 7,1% en la eurozona si se materializara el escenario más adverso de la crisis. Sin embargo, la revisión a la baja del crecimiento del PIB para 2022 se queda en medio punto, del 4,2% previsto en diciembre al 3,7% actual.

Santacruz considera por ello que «la decisión es tibia, insuficiente, y decepcionante», máxime teniendo en cuenta que el resto de bancos centrales no van a quedarse quietos. Considera Santacruz que «la institución que encabeza Christine Lagarde no es suficientemente consciente del grave problema que va a suponer mantener la inflación por un periodo prolongado», desde luego hasta finales de este ejercicio. 

No en vano, las propias previsiones del organismo claudican ante el escenario futuro de posible estanflación -exiguo o nulo crecimiento con fuertes subidas de precios- y apuntan a un crecimiento económico en la eurozona de un contenido 2,5%. No sólo eso, sino que admite que las tensiones geopolíticas durarán y que generarán tensiones financieras y una incertidumbre más persistente. 

El economista y profesor de Deusto Business School Mario Cantalapiedra redunda en el argumento del brete ante el que se encuentra el BCE, el de equilibrar el incremento de la inflación y la reducción del crecimiento. «La estanflación, de confirmarse, es un fenómeno muy difícil de combatir y un reto muy importante para la autoridad monetaria y el ajuste de programas de compra de deuda puede suponer que veamos subidas de tipos antes de lo que muchos pensábamos, incluso antes de que finalice el año», lo cual aboca a que las economías del euro padezcan esas altas tasas de IPC durante todo el ejercicio, con los bolsillos españoles como los más perjudicados entre las grandes economías.

Fin de las compras netas de bonos

Cantalapiedra se refiere a que las compras netas de activos arbitradas para luchar contra los estragos de la pandemia (el programa PEPP, por su acrónimo anglosajón) acaban este mes y las del programa ordinario (APP) a partir de junio. Las compras netas mensuales en el marco del APP tendrán un importe de 40.000 millones de euros en abril, 30.000 millones de euros en mayo y 20.000 millones de euros en junio, indica el Banco de Fráncfort en un comunicado.

El economista del despacho Bernal & Sanz Bujanda Miguel Ángel Bernal explica que «el discurso del BCE lo único que ha hecho es intentar tapar la realidad y acomodarla al calendario que tenía, pese a que ha revisado el IPC al alza fuertemente». Cree que ha tirado de cautela para «tratar de infundir calma porque sabe que está en una situación muy difícil ante un escenario de bajo crecimiento y altos precios por el uso masivo que se ha hecho de la política monetaria».

Y añade Bernal que por ello Fráncfort reclama también el uso de políticas fiscales. Además, Bernal cree que el mensaje de Lagarde se ha centrado más en ahuyentar de los mercados la expectativa de una eventual crisis financiera -al decir que los balances de los bancos son sólidos- que en revelar la dureza de su disyuntiva entre inflación y crecimiento cuando ya ha tirado de munición para combatir la pandemia.

Más deuda pública

El socio fundador de Nextep Finance, Víctor Alvargonzález, ve significativo el hecho de que Fráncfort, ante el nuevo reto que se encuentra, finalice las compras de bonos a partir de junio. «Es un cambio importante y la antesala de las subidas de tipos», pero matiza que intentará retrasar éstas lo más posible, lo cual supone que las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania se enfrentarán a base de subvenciones y deuda pública. Le preocupa, no obstante a Alvargonzález, el hecho de que las subidas de tipos terminen siendo elevadas, debido a la fuerte revisión al alza de la inflación, del 3,2% al 5,1%.

El codirector del Grupo de Opinión y Reflexión en Economía Política Europe G, Josep Oliver, en declaraciones a THE OBJECTIVE, no descarta que la primera subida de tipos de interés por parte del BCE se acometa a finales de año, ya que las seis o siete que los mercados descuentan que realizará la Reserva Federal estadounidense deterioran la posición del euro y generarán más inflación. En concordancia con Alvargonzález, teme por el engrosamiento de la deuda pública, algo que afecta especialmente a economías como la española y la italiana, del 118,7% y 134,8% del PIB, respectivamente. Oliver anticipa que la subida del endeudamiento puede ser dramática si el conflicto bélico y la crisis económica se enquistan.

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