17.000 trabajadores del sector del motor entran en un ERTE por el paro de los transportistas
Seat y Ford Almussafes han sido las primeras en adoptar expedientes que añaden los efectos del paro de camioneros y de la invasión a Ucrania
La industria de la automoción va de en ERTE en ERTE. La baja demanda como consecuencia de la covid-19 y la falta de suministro de microchips o semiconductores adentraron al sector en una tormenta perfecta, y ahora se suma la invasión de Rusia a Ucrania y el paro de transportistas en España. Por estos dos últimas causas, hay ya casi 17.000 empleados que podrían verse afectados por un expediente temporal.
La oleada de expedientes temporales comenzó cuando se inició el estado de alarma por la pandemia, el 16 de marzo de 2020. Las fábricas de vehículos del país comenzaron a bajar la persiana de manera temporal, con más de 60.000 trabajadores afectados —350.000 si se tiene en cuenta toda la cadena de valor—.
El sector comenzó su particular desescalada en torno un mes y medio después, tras acordar las patronales del sector y sindicatos un protocolo de protección y prevención laboral de los trabajadores para recuperar la actividad industrial y distribución de automóviles. Las primeras factorías en volver a operar fueron las de Renault de motores de Valladolid y de cajas de velocidades de Sevilla, y las de vehículos de Seat en Martorell (Barcelona) y Volkswagen en Landaben (Navarra).
No obstante, lo peor estaba por llegar. El coronavirus derivó en una falta de suministro global de semiconductores. Los fabricantes de estos componentes se volcaron en atender al sector tecnológico, después de que la con la pandemia y el teletrabajo se disparara la venta de dispositivos electrónicos.
De este modo, se produjo un desajuste de la demanda. La automoción no está acostumbrada a hacer acopio de este tipo de piezas, ya que se rigen bajo el sistema just in time (justo a tiempo). Fuentes del sector consultadas por THE OBJECTIVE consideran que la situación no se solventará hasta finales de 2022.
Números inferiores a los de 2020
En este sentido, la falta de chips llevó al sector a números inferiores a los de 2020, cuando fábricas cerraron temporalmente para frenar la expansión del virus. Las factorías nacionales fabricaron 2,09 millones de vehículos al año pasado, lo que se traduce en una bajada del 7,5% frente al ejercicio precedente y del 25,6% respecto a 2019.
Entre enero y febrero del año en curso, la producción de vehículos en España bajó un 15,2% en comparación con el mismo periodo del ejercicio precedente, hasta 369.053 unidades, según datos de la patronal de fabricantes, Anfac.
Además, la industria de la automoción cerró el último trimestre del año pasado con 29.200 empleos menos, debido al impacto de la covid-19 y por la crisis de los chips. Los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA) de 2021 reflejaban que el empleo en el sector del automóvil cerró con un total de 547.200 trabajadores, un 5% interanual menos. En concreto, 222.400 correspondieron al epígrafe de fabricación de vehículos, remolques y semirremolques, y 324.800, a la venta y reparación de vehículos y motocicletas.
Bajo dicha coyuntura, las empresas comenzaron a alargar los expedientes temporales vinculados a la covid-19, pero este marco legal expira el 31 de marzo. Así, a partir de abril, las empresas en dificultades que necesiten adoptar medidas laborales de flexibilidad deberán recurrir a las modalidades que establece la reforma laboral aprobada en diciembre: ERTE por causas económicas, los de fuerza mayor y los que se enmarcan en el conocido como mecanismo RED.
Mecanismo RED
El mecanismo RED es una herramienta extraordinaria para dar respuesta a problemas de sostenibilidad de una empresa, ya sea por motivos sectoriales o por circunstancias económicas generales. Así, empresas como Seat y Ford Almussafes ya han negociado un nuevo ERTE para sus factorías atendiendo a causas productivas y organizativas derivadas del impacto de la invasión Rusia a Ucrania y el paro de transportistas por carretera.
En concreto, la enseña de Martorell lo mantendrá vigente hasta finales de junio y podría aplicarse hasta a 11.000 personas que trabajan en la cadena de producción. Las características del expediente en cuanto a medidas, número de trabajadores y duración es igual al que está ahora en marcha por la pandemia.
Por su parte, la dirección de la factoría valenciana ha alcanzado un acuerdo con UGT, sindicato mayoritario, para iniciar un nuevo ERTE de 15 días que se distribuirán hasta el 30 de junio y que será de aplicación tanto en fabricación como en motores, por lo que afectará a la práctica totalidad de los 5.724 empleados.
Las condiciones son las mismas del que aprobó en enero. Queda cubierto un 80% del sueldo de los empleados y se mantienen el 100% de los complementos: pagas extra y vacaciones. Así, entre Seat y Ford suman casi 17.000 trabajadores que podrían verse afectados. De su lado, Stellantis Vigo recuperará la actividad en las dos líneas de producción el próximo martes, aunque solo con dos turnos por día.
Ucrania, país exportador de componentes
Otras plantas como la de Volkswagen Navarra explican a este medio que, de momento, no tiene intención de aplicar ningún ERTE pero que monitorea la situación de cerca. Sin embargo, es bastante probable que se avecine un buen número de ERTE asociados a causas productivas una vez que ya deje de estar activo el mecanismo asociado a la pandemia.
Con trabajadores cualificados y mano de obra más barata, el país ucraniano fue en su día un gran atractivo para fabricantes de componentes, en especial alemanes como Bosch, Kostal o Prettl, que en 2021 empleaban a unas 60.000 personas en 38 fábricas, según el gobierno ucraniano.
El motor español sufre la invasión
El 89,9% de las empresas del sector automovilístico español ya sufre las consecuencias de la invasión rusa, con problemas ligados a las importaciones y exportaciones, según ha recogido el Clúster de la Industria de Automoción de Cataluña (CIAC), a través de una encuesta a 137 empresas de los clústeres de automoción españoles (ACAN, AEI La Rioja, AVIA, CAAR, Ceaga, CIAC, Facyl y GIRA).
La patronal de los concesionarios, Faconauto, también ha dicho que el paro de transportistas está está perjudicando la actividad, sobre todo en el suministro de piezas. Según Faconauto, el paro en el sector transporte está impidiendo el desarrollo normal del trabajo en sus talleres e incrementando el retraso generalizado en el aprovisionamiento de vehículos.
Ucrania exportó en 2021 cables a la UE para la industria automovilística por unos 760 millones de euros, pero también para la aeronáutica, según la Asociación Europea de Proveedores Automovilísticos (Clepa). Además, la industria, ya sea del motor u otro sector, se está viendo afectada por los altos precios energéticos y de las materias primas.