El Gobierno corteja a las tecnológicas en plena ofensiva de las 'telecos' para igualar las reglas
Las operadoras llevan meses pidiendo al Ejecutivo y a Bruselas equidad en las obligaciones que deben tener los gigantes digitales
Pedro Sánchez ha emprendido una serie de reuniones con grandes empresas tecnológicas internacionales que este lunes le llevó a reunirse con el director ejecutivo de Google, Sundar Pichai. Según ha sabido THE OBJECTIVE, el presidente del Gobierno prevé seguir manteniendo más encuentros de este tipo como parte de los esfuerzos de su Ejecutivo para atraer inversión extranjera y apuntalar la recuperación económica.
En la agenda del Gobierno están todas las grandes corporaciones y ya se trabaja en encuentros con Facebook, Twitter o Microsoft. Hace unas semanas Sánchez se reunió en el Mobile World Congress de Barcelona con Qualcomm y Amazon Web Services, claves en el desarrollo de semiconductores y de almacenamiento en la nube.
Estos encuentros coinciden con la ofensiva de las operadoras de telecomunicaciones que tienen negocios en España y que llevan semanas pidiendo equidad en las obligaciones que deben tener los gigantes digitales. De hecho, las grandes telecos europeas han pedido formalmente al regulador europeo y español que obliguen a los Facebook, Google y Twitter a que paguen por usar las redes de telecomunicaciones.
Pallete en el MWC
En este contexto y con un sector con graves problemas de rentabilidad, la reunión de Sanchez con Google y las que prevé mantener en las próximas semanas, no han sentado nada bien entre las operadoras de telecomunicaciones. Desde hace varios meses tienen la sensación de que el Gobierno español privilegia la relación con los grandes gigantes digitales y desoye sus propuestas para paliar su particular crisis.
En el sector consideran que un marco regulatorio equitativo debería ser un objetivo y una base a partir de la que negociar cualquier otro asunto, porque es la base misma de la libre competencia. Lo contrario no es que beneficie a unos, sino que indirectamente perjudica a los demás, indican.
En la inauguración del Mobile World Congress de hace un mes, José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica y de la patronal tecnológica GSMA, reclamó a los reguladores «respeto» para el sector tradicional de las telecomunicaciones frente a «actores de la nueva economía».
Postura de la CNMC
La patronal de las operadoras de telecomunicaciones elevó el tono en sus gran cita anual pidiendo igualdad de condiciones para sus empresas frente a compañías como Google, Apple, Facebook o Amazon, las que -sin citarlas-, «construyen sus imperios sobre unas redes de telecomunicaciones en las que apenas contribuyen para su despliegue y mantenimiento».
El presidente de Telefónica volvió a señalar la semana pasada que los reguladores «ya están tardando» en tratar igual a las operadoras de telecos que a los gigantes de Internet. Esa misma semana la presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) Cani Fernández, abrió la puerta para que en el mediano plazo se pueda regular a estos operadores para «equilibrar el terreno de juego».
En este contexto, entre las operadoras españolas no se entiende la campaña que está emprendiendo el Gobierno y el protagonismo de Moncloa para tener reuniones con las grandes tecnológicas. Hasta el momento el Ejecutivo ha mantenido un delicado equilibrio entre las demandas de las compañías de telecomunicaciones y su objetivo de atraer inversión de las grandes tecnológicas. Sin embargo, las fuentes consultadas consideran que sería difícil mantener esta equidistancia.
Ventajas competitivas
De hecho, en estos encuentros el Ejecutivo no ha abordado el tema de la igualdad de condiciones con las grandes tecnológicas. Algo por lo demás lógico, si tomamos en cuenta que Sánchez y su equipo han prometido grandes ventajas competitivas para estas compañías para que se instalen o profundicen su colaboración con España.
Desde el punto de la regulación, las operadoras reconocen que la verdadera batalla se libra en Bruselas y que es fundamental que la Comisión Europea flexibilice su normativa para que luego España pueda adaptarse. Sin embargo, creen que este tipo de reuniones no se producen en el mejor momento, y en especial por la señal que se envía al mercado respecto de un sector -el de las telecos– del que dependen las inversiones en las redes de telecomunicaciones que sustentarán la economía digital.
Respecto de los esfuerzos que está haciendo España para equilibrar el terreno de juego se encuentran contenidos en la Ley de Telecomunicaciones y la Audiovisual. Dos cuerpos legales en los que el Ejecutivo reculó respecto de sus anteproyectos que eran más restrictivos con las grandes plataformas internacionales.
Ley de Telecomunicaciones
En el caso de la Ley de Telecomunicaciones, inicialmente se planteó gravar a los servicios de comunicaciones digitales de Google (Hangouts), Facebook (Whatsapp), Apple (Facetime) y Amazon (Alexa), aunque finalmente quedaron sujetas a esta tasa solo las empresas que se diesen de alta en el registro de operadores. Estos gigantes digitales no están obligados a hacerlo, dado que se ha calculado que su impacto en la recaudación sería mínima.
En el caso de la Ley Audiovisual, inicialmente se intentó obligar a Netflix y las plataformas en streaming que tuviesen un mínimo de producción en lenguas cooficiales como el catalán, aunque se les quitó esta obligación en el texto final.
También se estableció que estas operadoras pagasen para financiar la televisión pública, RTVE, y a su vez se quitó la tasa de las operadoras. Sin embargo, en la redacción final de la Ley se retrasó un año la entrada en vigor de esta normativa, hasta 2023.