Ribera y Sánchez Galán protagonizan un nuevo enfrentamiento por el tope al gas

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, han protagonizado este miércoles un nuevo enfrentamiento. Ahora el motivo es el acuerdo que han logrado España y Portugal en Bruselas para poner un tope al precio del gas que se usa para la generación eléctrica.

Ambos países recibieron ayer el visto bueno de la Comisión Europea tras un mes de espera, en el que se han topado con reticencias técnicas y con la oposición de las grandes eléctricas. A finales de marzo lograron arrancar en el seno del Consejo Europeo lo que se ha denominado ‘excepción ibérica’ para poder manejar la especial situación en la que se encuentran los precios energéticos.

En concreto, según ha explicado la propia Ribera, se establecerá un tope al precio del gas de 40 euros el megavatio hora (MWh). La medida se aplicará durante doce meses —dando cobertura hasta el próximo invierno— y a lo largo del periodo el límite se elevará hasta los 50 euros. El precio del gas se sitúa actualmente alrededor de los 90 €/MWh, ha recalcado Ribera.

La titular de Transición Ecológica ha estimado que el acuerdo permitirá reducir en un 30% la factura eléctrica para un consumidor medio acogido a la tarifa regulada (PVPC), ya sea doméstico o industrial. En España más del 80% del consumo industrial está expuesto al precio del mercado eléctrico diario. Empresas del sector reclaman a las eléctricas contratos con precios competitivos y estas les reprocha que no hayan hechos los deberes con contratos a plazo.

Además, ha considerado que el hecho de conseguir que el precio mayorista de la electricidad sea más bajo «ayudará a bajar la inflación y tendrá efectos positivos en cadena en el conjunto de la economía». Ribera ha reconocido que, aunque el precio pactado con la Comisión Europea no sea todo lo «óptimo» que deseaban ambos países (pedían limitar el precio del gas a 30 euros MWh), se ha logrado que este precio de referencia se aplique durante 12 meses.

Por otro lado, ha confirmado que la financiación del mecanismo correrá a cargo de los consumidores a través de la factura eléctrica. Fuentes del sector estiman que el coste para compensar a los ciclos combinados —que utilizan gas— sería de entre 10.000 millones y 10.400 millones de euros al año a los precios actuales, aunque podría ser mayor si el precio del gas sube. No obstante, la rebaja en la factura sería mayor que el coste a asumir.

En el lado totalmente opuesto se ha situado el presidente de Iberdrola. Ignacio Sánchez Galán no se corta y este miércoles ha cargado durante contra el sistema durante una conferencia con analistas tras presentar resultados trimestrales. En su opinión, España «no es una isla energética», por lo que ha mostrado su rechazo a la ‘excepción ibérica’ que el Gobierno ha conseguido en Bruselas.

Ha defendido que la situación de España «no es diferente» a la del resto de Europa, con unos precios de la electricidad spot (mercado mayorista diario) y forward (futuros) «similares o inferiores» a los de otros países europeos. Ha subrayado que lo que sí hace diferente a España del resto de Europa es el «diseño erróneo» de su tarifa regulada (PVPC), que está ligada a la volatilidad de los precios del mercado diario, mientras que en otros países el esquema es diferente —como en Portugal con una cesta de precios a futuro— o directamente no existe.

También ha dicho que el mecanismo no tendrá «ningún tipo de impacto» para Iberdrola. Ha asegurado que los márgenes «extraordinarios» están en el gas natural y el petróleo y «no en las eléctricas». Así , ha apuntando directqamente que las empresas dedicadas a oil&gas son las que están mejorando sus beneficios.

Ribera ha respondido a Sánchez Galán en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados sin haber escuchado las palabras del presidente de la eléctrica. «El señor Galán, lo ha hecho siempre, defiende los intereses y beneficios de sus accionistas. Al Gobierno lo que le corresponde es defender los intereses de los consumidores españoles», ha subrayado la vicepresidenta.

De este modo, ambos vuelven a protagonizar un nuevo enfrentamiento durante los últimos meses, un periodo marcado por la crisis energética. Sánchez Galán ya mantuvo fuertes discrepancias con la política energética de Álvaro Nadal —exresponsable del Ministerio de Energía— y se mostró optimista con la llegada de Ribera. «Es una persona muy capaz. Está montando su equipo y estoy seguro de que irá en la buena dirección», dijo de Ribera cuando fue nombrada ministra.

Sánchez Galán ha dicho públicamente que España tiene «el honor» de ser reconocido «sistemáticamente» como el país con más riesgo regulatorio de Europa. Iberdrola llegó incluso a cuestionar sus inversiones España si el Gobierno no daba marcha atrás con el Real Decreto-ley 17/2021, de 14 de septiembre, que incluía una minoración de los ingresos extraordinarios que obtienen las centrales nucleares e hidráulicas en el mercado mayorista, gracias a la repercusión sobre el mismo de unos costes de gas que no soportan —los denominados beneficios caídos del cielo—.