El parque móvil envejece hasta los 14 años por el auge de las ventas de coches usados
Entre enero y marzo se vendieron más modelos de más de 15 años que nuevos
El parque móvil español envejece a marchas forzadas. La edad media de los turismos y todoterrenos que circulan por España alcanza ya casi los 14 años y esto no solo afecta a la economía, sino que incide directamente en las estadísticas de siniestralidad y complica los objetivos de reducción de emisiones.
Según datos facilitados a THE OBJECTIVE por las patronales de fabricantes (Anfac), concesionarios (Faconauto) y distribución (Ganvam), la edad media de los automóviles ha crecido casi un año tan solo en el último ejercicio y seis años desde 2006. Esto se explica porque se han disparado las ventas de modelos de segunda mano.
En concreto, los modelos más demandados son los de más de 15 años. Los clientes se decantan por estos vehículos debido a varios factores. Los principales motivos por los que las matriculaciones de automóviles no vuelven a niveles previos a la covid-19 son la incertidumbre económica y la falta de suministro global de semiconductores o chips. Además, ahora se suma una inflación por la nubes como consecuencia de los precios energéticos.
Además, los vehículos usados requieren menos trámites y el usuario puede llevárselo del concesionario o cualquier otro punto de venta en pocos días. De hecho, en una situación normal se tarda un mes y medio en entregar un coche que no está fabricado. mientras que ahora el periodo se eleva a entre cuatro y seis meses.
Bajo este contexto, cabe destacar que entre enero y marzo se vendieron 167.000 vehículos de más de 15 años frente a alrededor de 164.000 vehículos nuevos. Lo que es en el primer cuatrimestre, el mercado automovilístico español descendió un 12% en comparación con el mismo periodo del año pasado, hasta 233.509 unidades. «La crisis de los microchips junto con la lenta recuperación económica, ahora acentuada por la incertidumbre derivada del contexto internacional, están siendo factores fundamentales para la evolución de la demanda de vehículos nuevos», advierten desde Anfac, Faconauto y Ganvam.
Por otro lado, hay que remarcar la antigüedad del parque lleva implícito dos elementos importantes: una menor seguridad vial y más contaminación. Cuanta más edad tiene un vehículo, menor número de sistemas de seguridad incorpora, mientras los vehículos más modernos equipan los últimos sistemas de seguridad y los avances tecnológicos de última generación.
«El último mes, aunque logra la mejor cifra de este año, sigue siendo inferior a la que el mercado español debería registrar. La lenta entrada de vehículos en los puntos de venta, causada por la crisis de los microchips y una demanda cada vez más condicionada por la incertidumbre económica están dificultando la recuperación», apunta la directora del área de economía y logística de Anfac, Aránzazu Mur.
Por su parte, la directora de comunicación de Ganvam, Tania Puche, alerta de que de que no se ha visto un mes de abril con «un volumen de matriculaciones similares desde la década pasada». Se entregaron 69.111 unidades, un 12,1% menos. «En un contexto de falta de oferta, en el que ya se están vendiendo más coches de más de 15 años que nuevos, la renovación del parque se convierte en punto clave para impulsar la descarbonización. En este sentido, además de impulsar la electrificación, hacen falta políticas mucho más activas y eficaces de achatarramiento, sobre todo, orientadas a estos vehículos de mayor antigüedad», argumenta.
El director de comunicación de Faconauto, Raúl Morales, tampoco es optimista. «Las sensaciones no son buenas, porque además de la falta de oferta, ya que sigue sin haber stock suficiente, en abril se ha visto claramente también una falta de demanda. Las familias sienten que el contexto, con una recuperación económica en suspenso por las consecuencias de la guerra de Ucrania, no es el mejor para adquirir un vehículo y retrasan su visita a los concesionarios», avisa.
En este contexto, el sector augura que, si no se produce un cambio de tendencia, el mercado acabará en 2022 superando «a duras penas las 800.000 matriculaciones», muy por debajo de los 1,2 millones que suele rondar en condiciones normales. Así, Faconauto estima que entre 5.000 y 7.500 personas en el sector podrían perder su empleo si no se alcanzan las expectativas de ventas en el mercado español para este curso.