Los trabajadores de la construcción perderán 4.400 euros de ahorro si no sale el 'superfondo'
El Congreso vota este jueves el proyecto normativo de impulso a los planes de pensiones de empleo que daría cobertura al primer plan colectivo sectorial
La construcción es el primer ramo productivo que ha creado un plan de pensiones colectivo sectorial, a la espera de la aprobación por el Parlamento de la nueva ley de planes de pensiones de empleo. De no prosperar en el Parlamento la iniciativa, un trabajador medio de la construcción perderá -o dejará de ver constituido- un ahorro automático de 4.400 euros cada diez años para complementar su pensión, si bien podrá activarlo por su cuenta en cualquier vehículo de previsión social o de ahorro a largo plazo de carácter individual.
Según cálculos actuariales del economista Javier Santacruz para THE OBJECTIVE, el ahorro medio constituido a través del plan sectorial, para un sueldo tipo del ramo, de 23.553,31 euros (según el Instituto Nacional de Estadística, INE), sería de 4.416,38 euros en los primeros diez años de entrada en vigor del mecanismo, ello bajo una hipótesis central de una rentabilidad del 2% nominal. El cálculo no se ha hecho a más años vista dada la volatilidad reinante que podría alterar las hipótesis de base.
La construcción pide un esfuerzo al legislador
El plan colectivo sectorial de la construcción para complementar las pensiones de sus empleados ha supuesto un hito histórico. Es el primero que existe en clave sectorial, a la espera del paraguas de la nueva ley de planes de pensiones de empleo, impulsada por la cartera que encabeza el ministro José Luis Escrivá, que permitiría crear el apodado como superfondo, es decir, un mecanismo que incentive los planes de empleo, los que desde la empresa generan un ahorro previsional para los empleados detrayendo de su sueldo -salvo que se indique voluntad en contra- un porcentaje para constituir una hucha para la jubilación.
El preacuerdo del sector contempla una subida salarial de sus trabajadores de un 10% en tres años, que comienza con un 4% en 2022. De ese incremento del 4%, tres puntos porcentuales irán al salario y uno a la constitución del ahorro para la jubilación, siempre que la ley que le daría cobertura prospere en el Parlamento, cuestión que está en entredicho hasta el próximo jueves, 9 de junio.
Como expresa el presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), Pedro Fernández Alén, a este diario, por parte del sector de la construcción se ha hecho un gran esfuerzo para confeccionar este plan. Por ello, el sector reclama del legislador un esfuerzo correlativo y la disposición de incentivos para poder activar el plan a partir del próximo julio.
Otros sectores buscan replicar el plan
Un plan, por cierto, que resulta un ejemplo para otros sectores, y que se ha elaborado por los expertos de la consultora de talento, salud, previsión social e inversiones Mercer, filial de Marsh McLennan. Este plan pionero ha despertado el interés de otros sectores por su esquema, explican fuentes de la construcción.
El plan se aplicaría automáticamente a los nuevos empleados contratados a partir de julio y se prevé que sea voluntario para quienes ya trabajan en el ramo de la construcción. Pero todo ello depende del devenir que la ley tenga en el Parlamento.
De momento, los partidos del Gobierno han concedido a los cinco diputados de EH Bildu su pretensión de que las pensiones no contributivas suban un 15% a partir de julio a cambio de su abstención para que el proyecto caminase esta semana por el trámite parlamentario del Congreso.
Como explican fuentes parlamentarias a este diario, la Comisión del pasado jueves resultó caótica. No solo porque se impulsara la subida del 15% de las no contributivas sin pasar por el Pacto de Toledo, sino porque se incorporaban transaccionales cada 10 minutos, lo que impedía valorar la coherencia de las propuestas en su conjunto a la hora de votar.
De hecho, se produjeron errores en la votación por parte del PSOE hasta el punto de pasar a la Cámara el destope de cotizaciones. Es decir que se cotice por todas las percepciones salariales y no como ahora, que existe un tope máximo en los 4.139 euros al mes. Este lunes, el Grupo Socialista presentó un voto particular para tratar de subsanar el error cometido el jueves en Comisión.
La aprobación, en el aire
El ahorro para la jubilación se compone de un primer pilar -Seguridad Social-, un segundo pilar -los planes de empresa-, y un tercer pilar -el individual-. El Gobierno pretende incentivar el segundo pilar, aunque tanto Bildu como ERC como Podemos no son partidarios de este sistema, explican fuentes de la negociación, lo cual complica que prospere la nueva normativa.
Fuentes de la Comisión de Trabajo comentan que fueron necesarios varios recesos el pasado jueves por las disensiones entre PSOE y Podemos sobre este vehículo que pretende fomentar el ‘superfondo’, bajo la filosofía de que en España es mayoritaria la pyme y los planes de empleo suelen disponerse por parte de empresas de gran tamaño.
Es cierto que el ahorro previsto por el plan sectorial de la construcción que depende de la aprobación de la ley de planes de pensiones de empleo es pequeño al lado del que se constituiría en el mismo plazo con un plan individual -de unos 10.850 euros en diez años, según cálculos de Inverco para TO-, pero no son excluyentes. Y además, cada año caen los incentivos a los planes de pensiones individuales. Esta es una de las razones por las que la construcción reclama que la nueva ley, de prosperar, o normas subsiguientes incorporen incentivos para el ahorro en planes de pensiones de empleo.