La falta de coches de alquiler impulsa el sector del 'carsharing' este verano
El rent a car tradicional no dispone de flota suficiente debido la crisis de los chips
El carsharing se planta este verano como alternativa a las empresas alquiladoras tradicionales, como pueden ser Avis, Enterprise, Europcar, Hertz o Sixt, ante la falta de disponibilidad de coches que sufre el sector como consecuencia de la falta global de suministro de chips.
La flota actual del rent a car se sitúa en torno a los 480.000 coches y no será hasta agosto —en temporada alta— cuando se espera que crezca hasta los 600.000 unidades, según datos de Federación Nacional Empresarial de Alquiler de Vehículos con y sin Conductor (Feneval). Aún así, continuaría en niveles inferiores a 2019, último año antes de la pandemia, cuando había unos 820.000 coches matriculados de empresas alquiladoras.
Esto se debe a que las plantas de producción de vehículos no están al 100% de su capacidad como consecuencia de la falta de suministro global de chips o semiconductores, lo que provoca que empresas como las citadas anteriormente no puedan comprar el número de vehículos que les gustaría. A esto hay que sumarle la invasión de Rusia a Ucrania, que también está causando problemas en el suministro de piezas.
De hecho, las compañías se están viendo obligadas a recurrir a otros canales para abastecerse de vehículos aparte de los fabricantes, como son la importación y la prórroga de la estancia de un vehículo en la flota. En este sentido, Feneval viene aconsejando a los clientes que hagan sus reservas de coches de cara a las vacaciones con la mayor antelación posible ante la posibilidad de que se queden sin uno, y aquí es donde entra en juego el carsharing.
‘Carsharing’ o alquiler a largo plazo
Para ponernos en contexto, las empresas de coche compartido se vieron obligadas a parar en seco su actividad poco después de decretarse el estado de alarma para frenar la expansión de la covid-19 y como consecuencia reinventaron su modelo de negocio para superar la crisis.
¿Cómo? Ampliando servicios. Pasaron del tradicional alquiler por minutos a ofrecer alquileres de hasta 30 días. Wible, empresa participada por Kia y Repsol, tiene en cartera el producto Wible Más. El cliente puede acceder a alquileres de coches de 3 a 30 días.
Además, la empresa ha actualizado recientemente su flota. El buque insignia de la marca era el Kia Niro híbrido enchufable y ahora ha incorporado los modelos XCeed y Ceed Tourer, que también son híbridos enchufables. En total, dispone de unos 500 vehículos circulando por Madrid.
Por su parte, Free2Move —del grupo Stellantis— ha incorporado a la flota que opera en la capital madrileña 150 vehículos de la marca Jeep, alcanzando así más de 700 coches. Las nuevas unidades ofrecerán opciones para viajar dentro y fuera de la ciudad, y estarán disponibles para alquileres por minutos, horas, días e incluso por meses, directamente desde la aplicación móvil de la compañía.
De momento, no tiene pensado ampliar su carsharing hasta Madrid-Barajas. De su lado, Zity, participada por Renault y Ferrovial, puso en marcha alquileres de larga duración una vez iniciada la recuperación de la actividad económica tras lo peor de la pandemia. Ofrece alquileres con tarifas planas para uno, dos y tres días.
El servicio incluye la posibilidad de conducir tres personas de forma gratuita, seguro a todo riesgo y asistencia en carretera. Además, Zity no se estrena en Madrid-Barajas, sino que vuelve. Fue la primera compañía de carsharing en ofrecer la posibilidad —desde finales de 2018—, pero el servicio se vio interrumpido en 2020 como consecuencia de coronavirus y, desde el 15 de junio, los turistas pueden alquilar cualquiera de sus 800 coches. ShareNow también tiene opciones de alquiler que van hasta los 30 días.
Todo esto con el turismo en plena recuperación del turismo. La programación prevista para este verano por las aerolíneas es prácticamente igual a la de 2019, último año antes de la pandemia. Han programado 212 millones de asientos, lo que supone tan solo un 0,4% menos que hace dos años, según datos ofrecidos por el propio presidente de ALA, Javier Gándara. No obstante, la recuperación plena del sector no se espera hasta 2023.
Desde el 15 de junio, las empresas de coche compartido disponen en el aeropuerto de Madrid-Barajas 70 plazas de aparcamiento exclusivas. En concreto, se distribuyen de la siguiente manera: 30 en la planta 4 del Módulo A de la Terminal 2 y otras 40 en la planta 4 del Módulo F de la Terminal 4. Estas estarán identificadas con el logo de «vehículo compartido» y, en caso de que no haya disponibles, el usuario podrá dejar el automóvil en cualquier otra de la misma planta comunicándolo al servicio de atención al cliente.