Los bancos se alinean con el Gobierno y alejan el fantasma de una recesión en España
El sector financiero se muestra optimista sobre la capacidad de nuestro país de seguir creciendo por encima de UE pese a la incertidumbre actual
Los bancos alejan cualquier fantasma de recesión en España en un momento en que los expertos y el propio BCE contemplan un escenario de caída del PIB en Europa (y también en EEUU) a finales de este año o el próximo ejercicio. Tan es así, que las entidades se muestran tan optimistas como el Gobierno en la capacidad de nuestro país para que la economía siga creciendo a buen ritmo y por encima del resto de naciones del Viejo Continente.
Fuentes financieras explican a THE OBJECTIVE que el contexto al que se enfrenta España es de menor impulso del Producto Interior Bruto (PIB), pero que es poco probable que vuelva a un bajada del PIB. Y subrayan las palabras que han pronunciado en la última semana distintos baqueros públicamente durante unas jornadas organizadas por Apie y BBVA.
Los bancos son conscientes de la inestabilidad que está generando la inflación galopante, pero consideran que nuestro país está preparado y en mejor situación que en anteriores crisis para afrontar los desafíos que se presentan. Entre estos retos destacan una subida de los costes operativos y de los gastos de financiación, además de una merma del poder adquisitivo por el alza de los tipos de interés y el mayor coste de la vida.
Los bancos ven una situación mejor frente a otras crisis
Las fuentes mencionan el mensaje trasladado por el presidente de BBVA hace unos días. Carlos Torres señalaba que España estaba en un «buen lugar, para crecer un 4,1% en 2022 y un 3,3% en 2023». Y apuntaba que hay una situación mejor en el endeudamiento de empresas y familias, además de una falta de desequilibrios como en otras ocasiones. En este sentido, explicaba que el país cuenta con una posición de financiación externa con superávit comercial y los bancos están bien capitalizados para apoyar la industria y los hogares. Todo esto permite, a su juicio, pensar que la subida de tipos que se avecina no producirá riesgos excesivos a España.
Por su parte el consejero delegado del Sabadell, César González-Bueno, se mostraba optimista sobre la evolución de la economía española. «Aunque hay un enfriamiento, seguimos pensando que el crecimiento será del 4,5% este año y del 3% en 2023», indicaba el banquero, quien añadía que el entorno de tipos de interés al alza y la incertidumbre reinante coge a España «más saneada».
González-Bueno admitía un entorno incierto, pero no negativo. Y desglosaba que, a diferencia de la crisis financiera de la pasada década, el endeudamiento de las empresas había bajado a niveles comunitarios y se situaba en el 103% del PIB. El de las familias estaba ya en el 58%. Un factor que permite al sector privado manejar con mayor holgura las estrecheces que vienen por el encarecimiento de la cesta de la compra y la energía y el incremento de los tipos de interés.
La presidenta de la patronal bancaria AEB, Alejandra Kindelán, comparte la visión del sector y se alinea con la postura mantenida por el Gobierno. El PIB reducirá su ritmo de crecimiento y la inflación será más persistente, pero a su juicio, en España hay elementos positivos que permitirán que crezca por encima de la media de Europa. Entre estos elementos, Kindelán cita además de la menor carga de endeudamiento, la evolución ascendente del empleo y la aceleración del turismo. Además, remarca que en 2023 habrá una mayor inversión por los fondos europeos.
Unos fondos que los bancos consideran que deben distribuirse a una mayor velocidad para poder aprovechar el momento y dar un empuje a la economía. El reparto de los denominados Next Generation está siendo más lento de lo esperado por la excesiva burocracia. España percibirá 140.000 millones de Europa para proyectos sostenibles y de innovación y poder así transformar la industria.
Las estimaciones del Gobierno, después de que llevara a cabo un ajuste importante hace unos meses, vaticinan un crecimiento del PIB del 4,1% para 2022 y del 3,5% para 2023. Unos pronósticos que están, por tanto, en línea con los de los bancos y buena parte de las instituciones.
Así, por ejemplo, el Banco de España mantiene en cifra similares, aunque sostiene que con estos niveles de incertidumbre tan elevados es muy complejo llevar a cabo previsiones. Aún así, el organismo que preside Pablo Hernández de Cos no ve oportuno aún revisar a la baja los augurios a pesar de que el INE haya disminuido en una décima la evolución del PIB durante el primer trimestre por el hundimiento en los niveles de consumo.