Aerogeneradores: por esto están parados cuando hay viento
La falta o exceso de viento, mantenimiento preventivo o correctivo o el paso de aves cerca de las aspas son algunos de los motivos más comunes
Los aerogeneradores suelen llamar mucho la atención y, al mismo tiempo, despiertan muchas preguntas. La última semana estas preguntas han aumentado después de que un vídeo en el que se pueden ver varios aerogeneradores parados en un día con viento se hiciera viral.
Los motivos por los que un aerogenerador puede estar parado son varios. A continuación mostramos algunos de los más comunes según ha asegurado la Asociación Empresarial Eólica (AEE) a El periódico de la energía.
El viento, principal motivo
Aunque pueda parecer obvio, muchas veces precisamente por eso se olvida. Y es que el motivo más común por el que los aerogeneradores están parados es la falta de viento. Al final, el viento es un recurso intermitente y hay una cantidad de horas anuales en las que su velocidad no es suficiente para que el aerogenerador funcione.
Generalmente, la velocidad de conexión o «cut-in» de los aerogeneradores es de 3m/s (10,8 km/h). Es decir, el viento debe alcanzar esa velocidad para empezar a generar electricidad. Por lo tanto, si el parque eólico está parado, el motivo más probable es que no haya viento suficiente.
En el lado opuesto, el parque eólico también puede estar parado por un exceso de viento. Esto es porque la integridad del aerogenerador corre peligro si se supera una cierta velocidad, por lo que se opta por detenerlo. El valor que se coge como referencia para la velocidad de desconexión o «cut-out» es 25m/s (o 90km/h).
Mantenimiento preventivo
Hay dos tipos de trabajos de mantenimiento: preventivo y correctivo. El mantenimiento preventivo son paradas programadas, ya que los diferentes componentes del aerogenerador se tienen que inspeccionar cada cierto tiempo. Además, hay que hacerles procedimientos de mantenimiento, engrase, sustitución de consumibles, etc.
Estos trabajos se realizan habitualmente cada seis o 12 meses, dependiendo del modelo de aerogenerador. Al ser programadas, se suelen hacer coincidir con los días de poco viento para así intentar perder el mínimo de energía posible.
Este mantenimiento se puede llevar a cabo de dos formas. O bien solo en uno o dos aerogeneradores, por lo que el resto del parque estará funcionando, o en las subestaciones. En este último caso sí que podría ser necesario detener el parque por completo durante algunas horas.
Mantenimiento correctivo
Los contratos de mantenimiento de los aerogeneradores suelen garantizar una disponibilidad por encima del 97%. Esto supone que el 97% del tiempo este está disponible y preparado para producir energía, haya o no viento. Es por ello que los aerogeneradores son máquinas muy fiables.
Sin embargo, esto no implica que no se puedan averiar. En caso de que esto ocurra, arreglarla puede ser cuestión de minutos (si es algo como una alarma por alta temperatura y puede resolverse de forma remota), o puede necesitar días o semanas.
En este último caso, cuando la avería necesite de un mantenimiento correctivo, será necesario que los técnicos vayan a realizarlo. Es por ello que, si todo un parque está funcionando menos un aerogenerador, puede ser que esté a la espera de un mantenimiento correctivo.
Exceso de ruido
Existen normativas que controlan el nivel de ruido que emiten los aerogeneradores, sobre todo en lugares cercanos a zonas habitadas, y que dependen del país y la ubicación de los mismos.
Para evitar esos ruidos los aerogeneradores se detendrán en función de la hora del día (por la noche es más restrictivo) y la dirección del viento (este propaga mejor el sonido). Además, muchos cuentan también con modos de funcionamiento a cargar parcial que reducen el ruido hasta umbrales aceptables, aunque generan menos potencia.
Migraciones y paso de aves
Algunos aerogeneradores pueden incorporar sistemas de detección y monitorización de aves, según la normativa y la ubicación de los mismos. Estos sistemas se encuentran sobre todo en lugares que suelen frecuentar determinadas especies protegidas. Cuando detectan riesgo de colisión, los aerogeneradores cercanos deben parar hasta que las aves afectadas abandonen el espacio cercano.
Hielo en las palas
La acumulación de hielo en las palas puede ser relativamente normal en lugares que registren temperaturas extremadamente bajas, como los países nórdicos. Sin embargo, también puede darse en ocasiones el algunos lugares de España.
Cuando esto ocurra hay que parar los aerogeneradores por seguridad, ya que el hielo de las palas puede provocar sobrecargas (sobrepeso en las palas, modificación del perfil aerodinámico…), así como un mal funcionamiento del aerogenerador.
Restricciones técnicas
A diferencia de todos los motivos anteriores, también existen motivos externos al parque para que este esté parado. Este es el caso de las restricciones técnicas o «curtailments».
Y es que al final el sistema eléctrico debe supervisarse y controlarse durante las 24 horas del día, y no siempre es todo exacto. Por ello, debe mirarse un parque eólico como una pieza más del sistema eléctrico español, que es en sí un sistema complejo y de gran tamaño.
La electricidad que producen las centrales de generación hay que transportarla hasta los puntos de consumo a través de las líneas de transporte y distribución. Aunque, a priori, estas líneas están dimensionadas para el casi 100% de las ocasiones, no tienen una capacidad de transporte infinito. Es decir, aunque se quisiera, no se puede transportar el 100% de la electricidad al mismo tiempo.
Algunos de los motivos por los que la energía generada no se puede aprovechar al completo y se tienen que parar aerogeneradores, e incluso parques eólicos completos, son:
- Periodos de muy baja demanda eléctrica cuando hay una alta generación renovable. En estos momentos directamente no hay dónde consumir esa energía renovable adicional, debido a lo limitado de las interconexiones internacionales de España. Un ejemplo de esto es un festivo nacional, cuando toda la industria se para.
- Zonas con red eléctrica débil. Hay zonas de España en las que la red eléctrica aún es demasiado débil y, por tanto, no tiene la capacidad suficiente para absorber y canalizar toda la potencia generada. Este es el caso de zonas típicas en las que hay buen viento, y que cuentan con una fuerte implantación de parques eólicos, pero en días de mucho viento la red eléctrica se satura por la falta de capacidad. Sería lo que ocurriría, por ejemplo, si se tratara de meter 100 coches en una carretera donde solo caben 80 (con la diferencia de que la electricidad no puede esperar).