PwC apuesta por el biogás y el biometano para reducir la dependencia europea del gas ruso
El potencial de estos gases renovables permitiría cubrir entre un 5% y un 9% de la demanda total actual de gas natural en España, unos 378.500 GWh en 2021
La Hoja de Ruta del Biogás del Gobierno plantea multiplicar por 3,8 su producción hasta 2030, superando los 10,4 teravatios hora (TWh), y prevé que ese mismo año al menos un 1% del gas consumido a través de la red de gas natural sea biometano, mientras que la cuota impuesta estimada para el biometano en países líderes a nivel europeo es alrededor del 10% del consumo final de gas para el final de década, o incluso del 20% en el caso de Alemania.
Sin embargo, un estudio elaborado por PwC y publicado por la Fundación Naturgy ve un «potencial mucho mayor» del biometano en España. El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) lo calcula en 34 TWh al año, tres veces más que el objetivo de producción del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, al tiempo que otros informes recientes, que incluyen el cálculo de los cultivos energéticos, elevan este potencial a los 137 TWh por ejercicio , lo que significa multiplicar por más de diez el objetivo de producción del PNIEC.
«Considerando el máximo potencial posible de producción de biogás, se podría llegar a sustituir hasta el 32% de la demanda nacional de gas natural de 2021 con una reducción de la huella de carbono asociada al sector gasista de entre un 20% y un 56%», explica Mercedes Ballesteros Perdices, directora del departamento de Energía del CIEMAT, entidad coautora del estudio.
Los expertos que han elaborado el estudio defienden que el apoyo institucional es primordial para poder facilitar el progreso de esta tecnología y aprovechar sus ventajas energéticas y ambientales, tal y como se observa en otros países del Viejo Continente que son punteros en la producción de biogás y biometano. «Su uso puede expandirse apoyándose en la infraestructura existente, lo cual puede favorecer además un despliegue rápido y competitivo», argumentan.
«Objetivos más ambiciosos»
Además de «establecer objetivos vinculantes y mucho más ambiciosos», los expertos defienden que otra de las claves para impulsar el desarrollo de estos gases renovables en el país radica en elaborar un sistema de garantías de origen, la digitalización de las redes de gas, con el fin de reducir las necesidades de upgrading del biogás, y la simplificación de los procedimientos administrativos para la construcción de las plantas.
Por otro lado, PwC y CIEMAT subrayan en el informe que es necesario que se establezcan «mecanismos de apoyo y un marco normativo y fiscal que regule las aplicaciones no eléctricas del biogás». Destacan la importancia de que se centren en la financiación de los costes de inyección, la compensación del valor de los derechos de emisión y en garantizar la venta a un precio resultante de una «subasta competitiva».
Con todas estas medidas, aseguran que el biogás podría ser una solución esencial en la reducción de la dependencia energética de la Unión Europea (UE) hacia el exterior, sobre todo de Rusia, así como en la gestión y aprovechamiento de residuos y en la reducción de emisiones.
«Es importante recalcar la relevancia que puede llegar a tener el biogás y el biometano en la reducción de la dependencia energética de la UE, y más si cabe considerando el contexto sociopolítico que se está viviendo actualmente. Como consecuencia de ello, la Comisión Europea se ha fijado recientemente como objetivo a 2030 impulsar la producción de biometano hasta los 35.000 millones de metros cúbicos dentro del plan REPowerEU, en donde se pretende reducir, al menos, 155.000 millones de metros cúbicos de uso de gases fósiles, lo que equivale al volumen de gas natural importado de Rusia en 2021. Esto supone una capacidad adicional de 18.000 millones de metros cúbicos respecto al objetivo establecido en el Fit for 55», reivindican.
Según los datos publicados en el último informe de la European Biogas Association (EBA), a final de 2020 existían 210 plantas de biogás activas en España, de las cuales la mayoría corresponde a depuradoras de aguas residuales, seguidas de instalaciones agrícolas, de vertederos y otros. La producción de biogás de estas plantas en 2020 fue de 8.079 gigavatios hora (GWh), lo cual solo supone tan solo un 2% del consumo de gas total del territorio nacional.
En el caso del biometano, según el mismo documento, hace dos años había únicamente dos plantas de producción operativas en España, una que utiliza residuos de vertedero que comenzó su actividad en 2009, y otra que utiliza aguas residuales, que comenzó su operación en 2019. Sin embargo, en la actualidad se ha alcanzado un total de seis plantas de biometano operativas.
Hasta 12 plantas de biometano antes de que acabe el año
Las previsiones de Gasnam -asociación que fomenta el uso del gas natural y renovable – muestran que España tendrá antes de que acabe 2022 hasta 12 plantas de biometano en explotación, mientras que para 2024 la previsión es que se alcance un total de 64, aunque siguen siendo números muy por debajo de países como Francia o Alemania, apuntan desde PwC.
Por su parte, la producción de biometano en España en 2020 fue de 95 GWh. Esto significa un porcentaje del 1,2% de la producción total de biogás nacional, lo que, en opinión de la consultora, evidencia el desaprovechamiento que actualmente existe de este combustible.
PwC sentencia que el potencial de estos gases renovables permitiría cubrir entre un 5% y un 9% de la demanda total actual de gas natural en España -unos 378.500 GWh en 2021-. Sin embargo, estos porcentajes de sustitución podrían aumentar hasta un 36% y un 61% si se tiene en cuenta el actual consumo de gas natural en el sector doméstico y comercial.