Hotels Blue Sea fue rescatada por la SEPI pese a que también tuvo pérdidas antes de la covid
El grupo es propiedad del fondo Portobello, al igual que Clínicas Vivanta, que fue rescatada con dinero público pese a tener una compleja situación económica
El grupo Hotels & Resorts Blue Sea, empresa rescatada por la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) con 25 millones de euros del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (Fasee), presentaba una compleja situación económica y financiera mucho antes de la irrupción de la covid, lo que podría poner en duda la idoneidad de la ayuda pública recibida. El Fasee se aprobó para compañías que, siendo solventes antes de la pandemia, necesitaban liquidez para soportar la caída del consumo desde 2020.
Las cuentas de Hotels & Resorts Blue Sea, SA y sociedades dependientes cribadas por THE OBJECTIVE -sociedad a través de la cual se vehiculó la ayuda pública- reflejan que registró pérdidas en los dos años anteriores a la covid (tanto a nivel del grupo como en la mayoría de sus sociedades), además de tener un fondo de maniobra negativo de 11,3 millones, una deuda superior a los 121 millones y una serie de inspecciones fiscales que se cerraron en 2019 y otras que se mantuvieron abiertas después de esa fecha.
Pero hay más. Hotels & Resorts Blue Sea es propiedad de Portobello Capital (a través de su filial Servicios Compartidos Blue Sea) tras adquirirla en 2017 por unos 70 millones de euros. El socio fundador del fondo de inversión, Íñigo Sánchez-Asiaín, es también presidente del grupo hotelero. Portobello es además dueño de Cartera Vivanta SLU y Sociedades dependientes, otra sociedad rescatada por la SEPI con 40 millones de euros y que nunca registró beneficios antes de la pandemia. Por el contrario, acumuló 74,7 millones de euros en pérdidas en los tres ejercicios anteriores y en 2019 cerró su balance con un patrimonio neto negativo de 22,8 millones.
PP, Ciudadanos y Vox
De esta manera, el fondo Portobello recibió indirectamente 65 millones de euros para sus dos empresas, las dos con pérdidas antes de la pandemia. Dos rescates que además tuvieron luz verde simultáneamente e in extremis, a sólo tres días antes de que expirara el plazo del Fasee y en el último Consejo de Ministros en el que podía aprobarse.
Por otro lado, las clínicas Vivanta están en el ojo del huracán por una serie de causas judiciales que están en los tribunales y que han generado que grupos políticos como el PP, Ciudadanos y Vox hayan preguntado al Gobierno las razones para conceder esta ayuda. Este diario también informa este jueves de que Vox ha registrado en el Parlamento una pregunta poniendo en la diana el rescate de Hotels & Resorts Blue Sea.
Este Fondo de 10.000 millones tenía por objeto compensar el impacto de la emergencia sanitaria en el balance de empresas solventes consideradas estratégicas para el tejido productivo y económico nacional o regional, entre otros motivos, por su sensible impacto social y económico, su relevancia para la seguridad, la salud de las personas, las infraestructuras, las comunicaciones o su contribución al buen funcionamiento de los mercados, cuando «el crédito o las medidas de apoyo a la liquidez no fuesen suficientes para asegurar el mantenimiento de su actividad», decía el Real Decreto-ley 25/2020.
Empresa estratégica
En el caso de Blue Sea, el Gobierno aprobó la concesión de un préstamo participativo por importe de 20,84 millones de euros y otro ordinario de 4,16 millones justificándose por ser «una empresa estratégica en el sector turístico a nivel nacional». Tiene 26 establecimientos hoteleros, genera empleo directo a 971 personas e indirecto a otras 680 y su cifra de negocio se elevó en 2019 a 86 millones de euros.
El sector del turismo representa el 12% del PIB, aproximadamente 130.000 millones de euros, con 7.290 establecimientos al cierre de 2021 y emplea a 2,2 millones de personas, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Efectivamente, el sector turístico es estratégico para España, pero no parece que Blue Sea tenga un papel destacado ni relevante en este ecosistema.
El reglamento del Fasee de la SEPI indica que las empresas rescatadas deben «demostrar su viabilidad a medio y largo plazo», «hallarse al corriente de pago de obligaciones por reintegro de subvenciones o ayudas públicas» y «no constituir una empresa en crisis a 31 de diciembre de 2019».
Pérdidas de Blue Sea
En el caso de Blue Sea, los números ponen en duda esta viabilidad. En 2018 perdió 675.592 euros y en 2019 2.175.634 euros. Del mismo modo, al cierre de este último año antes de la pandemia, 13 de sus 19 sociedades consolidadas estaban en pérdidas, siendo la matriz Hotels & Resorts Blue Sea SA la más afectada con un desequilibrio de 5,7 millones de euros.
Por otro lado, el grupo y todas sus sociedades registraron en 2019 un fondo de maniobra negativo de 11,3 millones. Esto supone una situación de desequilibrio financiero, ya que los activos corrientes son inferiores que el pasivo. La empresa podría tener, por lo tanto, problemas para pagar deudas y podría declararse en suspensión de pagos.
Frente a esta situación, la compañía explica en sus cuentas que «este hecho no ocasiona ninguna duda sobre la capacidad de pago a corto plazo». Por un lado, explican que tiene anticipos de clientes por 3,1 millones que se compensan con producción futura; y que genera un flujo de explotación de 10,8 millones «que da evidencia que el negocio genera efectivo suficiente para hacer frente al pago de obligaciones en el corto plazo».
Deuda de la compañía
Sin embargo, no parece que la situación financiera del grupo sea demasiado holgada. Las cuentas analizadas por este medio reflejan que al cierre de 2019 la compañía tenía unas deudas reconocidas de 125,8 millones de euros, de los cuales 121,3 corresponden a deudas con entidades de crédito. Lo peligroso de este pasivo -refinanciado mediante una novación no extintiva en 2019- es que la mayoría de sus vencimientos deben ser satisfechos en 2023.
En 2020 se debían pagar 25 millones; 2,5 millones en 2021; 602.300 euros en 2022; y 119,5 millones en 2023. De esta manera, y tras la situación de la pandemia, existe el riesgo de que la compañía tenga dificultades para afrontar esta deuda, incluso tras la ayuda de 25 millones de euros del fondo público.
Del mismo modo, Blue Sea ha tenido inspecciones del fisco en los últimos años, poniendo en cuestión la condición para el rescate de «hallarse al corriente de pago de obligaciones por reintegro de subvenciones o ayudas públicas». El 31 de julio de 2017 el Ministerio de Hacienda inició actuaciones inspectoras en La Pinta SL en relación al IVA del primer trimestre de 2014 al cuatro trimestre y en relación al Impuesto de Sociedades de 2014 a 2015. Las cuentas cerradas el 31 de diciembre de 2019 indican que esta inspección seguía abierta a esta fecha.
Inspecciones fiscales
Por otro lado, ese mismo 31 de julio se abrió inspección a Hotels & Resorts Blue Sea SA en relación al IVA y Sociedades de 2013 a 2015. En abril de 2019 concluyó la investigación con firma de actas de conformidad, para el IVA se acordó un pago extra de 55.614 euros más 9.198 euros de intereses de demora. Paralelamente se abrió un expediente sancionador por importe de 14.599 euros. Por Sociedades se hizo un ingreso extra de 34.205 euros.
El 3 de abril de 2019 finalizaron las actuaciones inspectoras en New Promise SL por el IVA y el Impuesto de Sociedades de 2013 a 2015. No se realizaron nuevas liquidaciones por este concepto.