Los máximos en el precio de la luz hunden las previsiones del Gobierno de reducir la inflación
La electricidad en el mercado mayorista se pagará este miércoles a 436,25 euros el megavatio hora y seguirá subiendo en septiembre
El empeoramiento de la situación económica es una realidad que se acelerará durante el segundo semestre de este año. Todos los indicadores apuntan a un parón de la economía alentado por una inflación galopante que seguirá dinamitando en septiembre las pocas esperanzas de recuperación que todavía mantenía el Gobierno. El Ejecutivo confiaba en la contención de los precios para amortiguar la crisis en los bolsillos de los españoles en el comienzo del curso, pero la subida de la luz, que se ha acelerado esta semana, ha tirado por tierra sus expectativas.
Durante el verano, el presidente Pedro Sánchez había mostrado su confianza en que en el comienzo del curso la inflación comenzaría a remitir gracias a las medidas de contención puestas en marcha. La reducción progresiva en el precio de los combustibles, la excepción ibérica que hasta ahora había logrado mantener los precios de la luz a menos de la mitad del coste de Alemania y Francia y la reducción del consumo a la vuelta de las vacaciones hacían a Moncloa mantener cierto optimismo en el comienzo del otoño.
De hecho, se esperaba que en agosto se marcara el pico de los precios tras el 10,8% marcado en julio y finalizar tres meses consecutivos por encima del 10%. Sin embargo, los cortes de gas rusos anunciados esta semana han elevado el precio de la electricidad en el mercado mayorista a máximos desde el comienzo de la excepción ibérica aprobada en marzo. Una escalada que seguirá en septiembre, según han confirmado expertos a THE OBJECTIVE.
El gas y la inflación
Este martes se registraron 365,33 euros el megavatio hora (MWh), incluyendo el coste del pool y la compensación a las empresas gasísticas, según los datos del Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad (OMIE). Este miércoles la situación no es mucho mejor ya que el precio se quedará en los 436,25 euros el megavatio hora (MWh), por cuarta vez en la historia por encima de los 400 euros.
La rusa Gazprom cerrará Nord Stream, el gasoducto mediante el cual llega el suministro a Europa y a Alemania, por mantenimiento del 31 de agosto al 2 de septiembre. Son solo tres días, pero la inestabilidad internacional y la incertidumbre de una guerra en Ucrania que amenaza por convertirse en crónica han despertado los peores temores disparando el precio del gas hasta cotas nunca vistas en seis meses, con la consiguiente presión sobre la inflación.
Los contratos europeos de futuros del gas natural, negociados en la plataforma holandesa TTF, han llegado a alcanzar este martes una cotización de hasta 295 euros por megavatio hora (MWh), lo que supone su mayor nivel de precios desde el pasado mes de marzo, cuando se alcanzó un récord histórico de 345 euros por MWh. La negociación de los futuros de gas natural cerró el lunes situada en los 257 euros por MWh.
Otoño difícil
Una situación que confirma los peores temores para el comienzo del curso. Rusia podría cortar el suministro de gas en cualquier momento, lo que genera una incertidumbre que mantendrá los precios en máximos a partir de septiembre. El gas arrastraría los precios de la electricidad como está aconteciendo esta semana y, por consiguiente, la inflación volverá a mantenerse en sus cotas altas debido al elevado impacto que tiene la factura de la luz en la ponderación del IPC.
Con una luz en precios máximos, los costes industriales seguirán presionados y los alimentos y los suministros se mantendrán en cotas elevadas. Una situación que generará más presión sobre la deteriorada situación económica, echando por tierra las previsiones del Gobierno respecto de una eventual ralentización de la inflación al comenzar septiembre, como el único clavo ardiendo al que agarrarse ante una situación de creciente crisis económica.
Un otoño difícil, según reconocen los principales organismos internacionales, y que en España se traducirá en una reducción del PIB en el tercer trimestre del 0,2%, según la reciente actualización de los datos de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Se trataría de la primera contracción en un tercer trimestre en nueve años.
Caída del empleo
Un parón que -como el propio Gobierno ha admitido- tendrá efectos en el empleo. Este mes ya se conoció la primera muestra de debilidad del empleo desde la pandemia. Antes del verano y en medio de la escalada de la inflación, el Ejecutivo se congratulaba de haber recuperado todos los parados registrados tras la hecatombe económica del coronavirus. Sin embargo, los datos de julio indicaron que el desempleo subió en 3.230 personas, su primer incremento en ese mes desde 2008. El número de parados subió hasta los 2.883.812 de desempleados, mientras que la Seguridad Social perdió 7.366 afiliados.
Una situación ante la que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, aparcó su tradicional optimismo y lanzó un preocupante mensaje en Twitter. «La inflación y las consecuencias de la guerra en Ucrania marcan un escenario incierto y complicado. No bajaremos la guardia: apostar por empleos estables y de calidad y por una fiscalidad justa es la mejor fórmula para proteger a la ciudadanía frente a la crisis», indicó.
El mismo día que se conocieron estos datos, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, advirtió que España debe «prepararse para lo peor esperando, por supuesto, que no suceda». «Son muchos los factores de incertidumbre que hace que sea particularmente difícil tratar de anticipar lo que vaya a suceder», admitió. No obstante, resaltó que la previsión actual es de un crecimiento fuerte y eso es lo que «nos muestran los datos».
Medidas contra la inflación
Con una inversión de 9.000 millones y con el objetivo de reducir la inflación, el Gobierno mantendrá hasta el mes de diciembre la bonificación de 20 céntimos en los combustibles, aplazamientos especiales de las cuotas a la Seguridad Social, las rebajas en los impuestos de la electricidad y el límite de la subida de los alquileres.
A este paquete, Sánchez sumó un bono de 200 euros para personas vulnerables, la subida del Ingreso Mínimo Vital y de las pensiones no contributivas y la rebaja del IVA a la luz. En total, desde finales de marzo el Gobierno ha anunciado 25.000 millones de euros en ayudas.
Pese a ello, los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) reflejan que no solo no se ha logrado rebajar la inflación sino que, además, esta ha subido 2,5 puntos porcentuales desde el mes de abril. Los precios que más han subido, según el INE, son precisamente los de los carburantes y la electricidad.