El Gobierno recaudará 6.200 millones menos si el PIB crece en 2023 lo previsto por De Cos
El empeoramiento del escenario económico llevará a un crecimiento inferior al 2,1% previsto por el Ejecutivo, lo que recortará los ingresos tributarios proporcionalmente
Los Presupuestos Generales del Estado incorporan unas previsiones macroeconómicas que ha desbaratado el último informe trimestral del Servicio de Estudios del Banco de España, hecho público este miércoles y al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. Según los técnicos del supervisor, la situación económica es mucho más adversa de lo que calcula el Gobierno de Pedro Sánchez y el Gabinete económico que encabeza la vicepresidenta primera, Nadia Calviño.
El Banco de España vaticina que el PIB crecerá un 1,4% en 2023, frente al 2,1% de avance previsto por el Gobierno. Si finalmente la economía española crece siete décimas menos, explica el economista Javier Santacruz, las proyecciones de muchas partidas que van directamente ligadas al avance del PIB se verán minoradas.
Es el caso de los ingresos tributarios. Si con un crecimiento del 2,1%, el Ministerio de Hacienda, que encabeza María Jesús Montero, piensa recaudar 18.710 millones el año próximo y finalmente se crece menos, como da por sentado el organismo que gobierna Pablo Hernández de Cos, esta partida, que va directamente ligada a la evolución del PIB, se reducirá proporcionalmente.
Si con un crecimiento al 2,1% el Gobierno prevé recaudar 18.710 millones y finalmente la economía crece el 1,4%, la recaudación se verá mermada hasta los 12.473 millones. Ello supone que hay 6.237 millones de euros de ingresos tributarios con los que el Gobierno cuenta en el Libro Amarillo de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023 que no entrarán en las arcas públicas debido al menor dinamismo económico. Los PGE empiezan este jueves su andadura en el Congreso.
El gasto crecerá el doble que los ingresos tributarios
Así pues, explica Santacruz, el Gobierno habrá de financiar el mayor gasto social de la historia, de 266.719 millones de euros, con una menor caja recaudatoria, lo que agrava el desfase entre los ritmos de aumentos de los gastos y los ingresos y compromete el cumplimiento del déficit previsto por el Ejecutivo, del 3,9% del PIB, y la senda de consolidación necesaria para rebajar el saldo negativo de las Administraciones Públicas al 3% en 2025, explica el economista.
Con la previsión de PIB del Banco de España, los ingresos recaudatorios se quedarían en 256.544 millones de euros, frente a los 244.072 previstos para cierre de este ejercicio. Lo que supone que la recaudación crecerá un 5,1%, mientras el gasto social lo hará un 11%, hasta el récord de 266.719 millones. Es decir, el gasto social crecerá más del doble que los ingresos tributarios.
Más vulnerabilidad
El Banco de España es contundente en su informe y rebaja el triunfalismo del Gobierno sobre el crecimiento económico basándose en consideraciones tales como la pérdida de dinamismo de la actividad económica global, el tensionamiento de las condiciones financieras por las subidas de tipos de interés llevadas a cabo para contener la inflación, la percepción de que Europa está particularmente expuesta a algunos de los desarrollos adversos recientes, la mayor vulnerabilidad al impacto económico de la Guerra de Ucrania, y la constatación -a partir de todas las estadísticas- de que «en España se multiplicado en los últimos meses las señales de pérdida de dinamismo de la actividad económica».
Además, el Banco de España contempla tasas de inflación más elevadas y persistentes de lo inicialmente previsto, lo que apunta a que el deflactar del PIB (3,8%) calculado por el Ejecutivo se quedaría corto. Por todo ello, el supervisor invalida la previsión de crecimiento del 2,1% del Ejecutivo, sobre las que giran las cifras de ingresos previstos.