La CNMC pedirá a la UE tener dos 'campeones europeos': Telefónica y Orange-MásMóvil
El regulador cree que es perfectamente factible que España pueda tener dos empresas fuertes y capaces de competir en el contexto europeo
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ya prepara sus primeros informes con la información requerida por la Comisión Europea para poner en marcha el análisis de la fusión entre Orange y MásMóvil. Según ha sabido THE OBJECTIVE, la idea del organismo presidido por Cani Fernández es que al final del proceso España pueda tener dos ‘campeones nacionales’: Telefónica y Orange-MásMóvil y, para ello, pedirán que a la nueva sociedad se le impongan las mínimas ventas de activos posibles.
La CNMC tendrá un rol destacado en la fusión, como ya informó este medio, ya que Bruselas permitirá que tenga influencia durante todo el expediente -que se espera dure un año- como cortesía con el regulador que hace unas semanas pidió tener más protagonismo. Sin embargo, el papel de la autoridad española será sólo consultivo y la última palabra de la resolución de la fusión, así como sus eventuales remedies, la tendrá siempre Bruselas.
En este contexto, la CNMC, con el apoyo del Gobierno, considera que es perfectamente factible que España pueda tener dos empresas fuertes y capaces de competir en el contexto europeo en iguales condiciones que Deutsche Telekom, TIM o British Telecom. El regulador es un firme convencido de la españolidad de la nueva sociedad -de la que Orange será dueña del 50%- y de que pueda ser protagonista del mercado europeo de las telecomunicaciones. Oficialmente la CNMC desmiente que existan procedimientos en marcha y que tenga decisiones tomadas.
Telefónica y la CNMC
Para ello pedirá a la Comisión Europea que respete lo más posible la integridad de la fusionada, es decir, que se le impongan los mínimos remedies posibles. El objetivo del regulador español es garantizar la competencia del nuevo mercado que nacerá tras la fusión, mediante reglas que beneficien el acceso a sus infraestructuras más que la venta de activos. Creen que no se debería despotenciar a la nueva compañía obligándola a vender sus redes, pero que sí le podrían poner limitaciones que no perjudiquen su consolidación e inversión.
La CNMC trabaja en escenarios similares a los que se aplican actualmente a Telefónica en su condición de operador incumbente, con una regulación pro-mercado, pero que no perjudique la inversión. En este contexto, la primera prueba de fuego para el regulador se producirá en octubre del próximo año cuando se deban actualizar (o retirar) las condiciones mayorista del dueño de Movistar.
Una normativa que debería atender a las nuevas condiciones del sector tras la fusión de Orange-MásMóvil para crear un conglomerado que disputará el primer lugar en España a Telefónica. Para ello, la CNMC tiene varias opciones, la primera y la que esperan l0s operadores es una regulación que en la práctica debería liberalizar el mercado español de fibra, aunque no se descarta que se flexibilicen las condiciones para equipararlas entre los dos nuevos operadores dominantes. Telefónica tendrá más ingresos que Orange-MásMóvil, pero esta última compañía fusionada tendrá más clientes, tanto en líneas fijas como móviles.
Nuevos competidores
Sin embargo, queda tiempo para tomar esta decisión. El expediente entró hace dos semanas en Bruselas y en estos momentos se encuentra en una etapa de pre-estudio, un proceso en el que las operadoras y el regulador local deben aportar toda la documentación requerida por la Comisión Europea. Después de tres meses -antes de finales de año- se espera que el procedimiento eche a rodar de manera oficial y, por tanto, debería resolverse antes de finalizar el tercer trimestre del próximo año, coincidiendo con el comienzo del estudio de las condiciones mayoristas a Telefónica.
Orange y MásMóvil llevan meses defendiendo que su fusión no alterará la competencia del mercado español, un entorno hiperagresivo en el que los riesgos no son Telefónica, ni Vodafone, sino la serie de pequeños competidores que en su conjunto cada vez arrebatan más cuota de mercado a las grandes. De esta manera, indican que España no perderá competidores ya que existe un puñado de empresas como Digi, Avatel o Finetwork, cuya suma les concede por derecho propio el rol de cuatro operador del mercado.
En este sentido indican -y así lo han planteado a Bruselas- que el único objetivo de su integración pasa por tener una empresa más fuerte que pueda tener músculo industrial y financiero para poner en marcha las inversiones que se requieren en los próximos años para potenciar las infraestructuras de fibra óptica y, en especial, las de 5G. Se calcula que en la próxima década se requerirán al menos unos 1.500 millones de euros por operadora en España para desplegar estas redes de última generación, claves en la refundación industrial de la economía comunitaria y española. Un argumento que también tomará en cuenta la CNMC.