Binance sale al rescate de FTX
De confirmarse la adquisición, supondría uno de los mayores movimientos corporativos en el sector cripto, pero saca a relucir las malas praxis del sector
El sector de las criptomonedas se encuentra sumido en las últimas jornadas en un tremendo revuelo de noticias, datos, titulares, posibles movimientos entre compañías, y por ende, una inusual volatilidad que se traduce en depreciaciones de doble dígito.
Para comprender la sucesión de los hechos, primero hay que remontarse a la vinculación entre el exchange de criptomonedas FTX, el fondo de inversión Alameda Research, y la figura de Sam Bankman-Fried al mando de ambos. Hace unos días se filtró un documento con las cuentas trimestrales de Alameda Research. En este se mostraba que, de los 14.600 millones de sus fondos, 5.800 millones, aproximadamente un 40% eran reservas del token FTT. Esta es la criptomoneda nativa del exchange FTX, su compañía hermana liderada por el mismo Bankman-Fried.
Sobre el papel esto no debería ser un problema. Pero hay que recordar que una criptomoneda no es una acción, y en este caso, que casi la mitad de los fondos estén respaldados por una moneda digital emitida sin aval por otra criptomoneda del mismo holding, enciende las alarmas. Cuando el 90% de la capitalización de mercado del total de FTT, el token nativo de FTX, está en apenas 10 billeteras, no sólo muestra la gran centralización del capital, también pone de manifiesto la facilidad de manipular los fondos y saldos. Precisamente este modelo económico de una empresa de criptomonedas avalada por reservas de otra moneda emitida por el mismo proyecto, es el mismo funcionamiento perverso que llevó a una espiral de la muerte al proyecto Terra y a su criptomoneda estable UST.
Básicamente, aumentar la base monetaria de UST respaldando con reserva de la moneda nativa de Terra, el token LUNA, es crear dinero de la nada. El caso de Terra no sólo llevó a hundir la cotización de la moneda de Terra, LUNA, y su moneda estable, UST. Esto propició en mayo de este año el mayor cisne negro de la historia de las criptomonedas, al hundir la que por aquel entonces era la décima moneda en capitalización de merado. Además, también llevó a la bancarrota a varias empresas del sector, como la compañía de préstamos Celsius Network.
Ante esta situación, el multimillonario Changpeng «CZ» Zhao, fundador del primer exchange de criptomonedas del mundo, Binance, se convirtió el martes en el rey indiscutible del mercado. Este sorprendió a la industria con un movimiento para hacerse cargo de FTX y cubrir sus problemas de liquidez, lo cual es especialmente relevante teniendo en cuenta que la empresa en apuros está dirigida por su principal rival y antiguo discípulo, Sam Bankman-Fried.
La carta de intención de adquisición de Binance Holdings de Zhao se produjo después de que saliera a la luz una amarga disputa entre los dos hombres, con Zhao socavando activamente la confianza en las finanzas de FTX y ayudando a provocar un éxodo de usuarios del intercambio FTX.com de tres años. Un día antes de aceptar el trato de Binance, Bankman-Fried dijo en Twitter que los activos en FTX estaban «bien». Para el martes, había cambiado su mensaje.
Este tipo de movimientos estarían prohibidos en un mercado regulado como Wall Street, pero en el campo de las criptomonedas últimamente están siendo frecuentes y posibles en un entorno prácticamente sin regulación incluso más de una década después del nacimiento del mercado de activos criptográficos. Irónicamente, fue Bankman-Fried quien presionó por una mayor regulación, algo a lo que Zhao se ha opuesto en gran medida.
«Lamento no haberlo hecho mejor y haré lo que pueda para proteger los activos de los clientes y su inversión«, escribió Bankman-Fried en una carta a los usuarios de FTX. «Desearía tener más detalles para vosotros en este momento; pero todavía no dispongo de ellos», decía la carta.
Subidas y bajadas
Al recibir la noticia de la posible adquisición de FTX por parte de Binance el precio de ambas criptomonedas subió, pero a los pocos minutos comenzaron las caídas. En el caso del token FTT, que se llevó la peor parte, el desplome la llevó desde los 22,06 dólares hasta los 3,78, y la cotización sigue extremadamente volátil. Lo cierto es que los términos del acuerdo son escasos y la incertidumbre se arremolina sobre si se concretará y finalmente se cerrará la operación. Binance dijo que el acuerdo se produjo después de que FTX sufriera «una crisis de liquidez significativa» y la empresa solicitó su ayuda.
La adquisición es un giro sorprendente para FTX, cuyo fundador de 30 años había surgido en los últimos años como una de las personalidades más relevantes del sector y le llevó a amasar una fortuna cercana a los 20.000 millones de dólares. De forma prácticamente simultánea, ambos directivos, Zhao y Bankman-Fried, comunicaron por Twitter la intención de cerrar el acuerdo con el objetivo de que los fondos aportados por Binance, recalcando la intención de proteger a los usuarios del exchange en serios apuros de liquidez.
Como consecuencia de la noticia, FTX vio una salida de alrededor de nada menos que 6.000 millones en retiros en las 72 horas anteriores al martes por la mañana, citando un mensaje enviado al personal por Bankman-Fried. «Nuestros equipos están trabajando para eliminar la acumulación de retiros», dijo Bankman-Fried en Twitter. «Esto eliminará las crisis de liquidez; todos los activos estarán cubiertos 1:1. Esta es una de las principales razones por las que le hemos pedido a Binance que entre«. Que el foco de la operación sea garantizar los fondos de los clientes y sus retiros es sin duda una buena noticia, si bien es cierto que los hechos caen como un jarro de agua fría a un mercado azotado en los últimos meses por diversos casos de bancarrotas y cuestionables prácticas empresariales.
La regulación sobre el mercado siempre será un asunto polémico, ya que la cultura que vio nacer a Bitcoin y Ethereum precisamente se basa en modelos autogestionados. A medida que el mercado de las criptomonedas crece, y hoy ronda casi el billón de dólares en capitalización de mercado de las monedas que cotizan, pone de manifiesto que los modelos autorregulados no están siendo compatibles con la ambición empresarial. Casos como el de Terra o FTX están mostrando que cuanto más se centraliza y se acerca a los modelos tradicionales, más afloran las malas praxis empresariales. Y esto evidentemente hace un flaco favor al ecosistema criptoeconómico, en el que hay y nacerán proyectos e iniciativas con incalculable valor añadido, desde aplicaciones financieras a sistemas monetarios. Parece que la búsqueda por encontrar el equilibro entre ambos mundos, entre el idealismo y el pragmatismo, entre la centralización y la descentralización, sigue en pie.