El Banco de España sufre para contratar una empresa que le suministre la luz en 2023 y 2024
La entidad inicia por tercera vez y de urgencia la licitación del servicio de energía de baja potencia para sus inmuebles, tras quedar dos veces desierto el proceso
El Banco de España está encontrando serias dificultades para encontrar una compañía que le suministre electricidad en los próximos dos años en los diferentes edificios con los que opera. El supervisor financiero acaba de iniciar de urgencia por segunda vez en tres meses la licitación del contrato de energía de baja tensión para diversos inmuebles, después de que las dos anteriores convocatorias hayan quedado completamente desiertas.
Los problemas para adjudicar el suministro de luz se producen en un contexto en el que los precios energéticos están por las nubes, a pesar del freno de los últimos meses por las medidas impulsadas para ello, y en vísperas de que venza la adjudicación otorgada a Naturgy para este servicio para 2021 y 2022. El Banco de España, ante el inminente vencimiento, hace un nuevo llamamiento a las comercializadoras de electricidad para que presenten sus ofertas. Tienen hasta el próximo día 27, cuatro días antes de que termine el suministro con la firma de origen catalán, según los datos a los que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
El Banco de España lanzó en marzo la licitación de los contratos de luz para 2023, prorrogables a 2024. El proceso contaba, como es habitual, con dos lotes. Uno estaba centrado en los servicios de energía eléctrica de alta potencia y un segundo, para baja tensión. En el que está teniendo dificultades es en este último, ya que Iberdrola se ha vuelto a hacer con la adjudicación del primero. Eso sí, como no podría de otra manera, a un precio superior.
Electricidad el triple de cara para el Banco de España
En concreto, Iberdrola ha elevado el coste de sus servicios al organismo que gobierna Pablo Hernández de Cos un 59%. El Banco de España abonará 3,498 millones de euros (impuestos incluidos) a dicha empresa por electricidad de alta tensión para los edificios situados en Madrid, entre ellos la sede central, y los inmuebles de Sevilla y Bilbao. Hasta ahora, la cantidad estaba fijada en 2,2 millones de euros.
Para el suministro de luz de baja potencia, por contra, el supervisor no ha hallado aún una compañía que se la proporcione. Y eso que también ha incrementado el dinero que está dispuesto a abonar. Cuando puso en marcha el procedimiento estableció que el contrato alcanzaría los 1,7 millones de euros. Pero en septiembre después de que el proceso quedara desierto, aumentó el importe a los 2,4 millones en una nueva convocatoria. Una cantidad que se mantiene ahora, a pesar de que ninguna firma se haya ofrecido por segunda vez a darle el servicio.
Este precio es tres veces mayor al desembolsado a Naturgy estos dos últimos años, ya que el contrato sellado a finales de 2020 y que vencerá en dos semanas, alcanzaba apenas los 721.000 euros con impuestos incluidos, según los datos de la plataforma de contratación del Estado.
Si finalmente el Banco de España no logra una adjudicación, en principio, no tendría por qué sufrir un corte del suministro y parar sus bombillas y sistemas. Según señalan fuentes energéticas, Naturgy seguiría ofreciendo el servicio, aunque con un cambio de las condiciones y una penalización añadida.
Inflación energética
La institución pública, como el resto de ciudadanos, organismos y empresas, se está viendo afectado por el encarecimiento del coste de la energía desde el pasado verano y, sobre todo, desde el estallido de la guerra de Ucrania. Una situación que ha llevado no solo al Gobierno a impulsar medidas, sino también a Bruselas, que ha acordado topes para el precio del gas esta misma semana.
Pese a todo, la factura que abonará el Banco de España y pagan los consumidores continúa al alza. Un informe reciente de Caixabank Research, en base al dinero que pagan los clientes del banco, los clientes con una tarifa en el mercado libre y precio fijo desembolsaban en octubre 80 euros al mes, un 33% más que enero. Estas condiciones están suscritas por unos 19 millones de hogares, dos tercios del total.
En cuanto a los clientes con la tarifa regulada, contratada por 9 millones de familias, estos también han visto incrementada la partida destinada a la electricidad, aunque se ha moderado en los últimos meses. La factura para ellos ha subido de los 50 a los 60 euros al mes en un año.
El servicio de estudios de Caixabank pronostica que para 2023 la presión de los costes energéticos seguirá, al señalar que «prevemos que la factura de la electricidad continuará siendo elevada» y que «los hogares en el mercado libre que vean revisados sus contratos verán incrementada su tarifa continuando la tendencia observada en 2022». Un alza que que ya ha tenido que asumir el Banco de España para poder encender sus luces y operar con normalidad.