El espejismo del empleo: en España se trabaja 9.000 horas menos a la semana que en 2019
Una jornada completa de trabajo se distribuye entre tres ocupados. Crece el pluriempleo y disminuyen las cotizaciones
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. | Europa Press.
La Encuesta de Población Activa (EPA), publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), revela que la mejora del mercado de empleo bajo el paraguas de la reforma laboral impulsada por la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, es un espejismo. Pese al teórico aumento del número de empleados, las horas trabajadas totales han caído y no llegan a los niveles de 2019.
Hacen falta 9.000 horas de trabajo semanales más para volver a los niveles anteriores a la pandemia, lo que se traduce en 468.000 horas anuales de trabajo actualmente ociosas, frente a 2019, según cálculos del gabinete de estudios de la Unión Sindical Obrera (USO), a partir de los registros oficiales del INE.
En el último trimestre de 2019, las horas trabajadas registradas por la EPA eran 639.961 frente a la caída de hasta 630.197 del último trimestre de 2022, lo que representa un retroceso real en la fuerza de trabajo, al margen de si hay o no más contratos, ya que muchos pueden ser a jornada parcial, por horas o por meses.
Es decir, como explica el director del gabinete de estudios de USO, José Luis Fernández Santillana, «las horas trabajadas en el conjunto del año 2022 están por debajo de las que se realizaban en 2019, año prepandemia». Si bien recuperamos el número de ocupados, indica el laboralista, no recuperamos las horas que se trabajaban antes: estamos asistiendo al reparto del tiempo de trabajo con un notable incremento de la contratación a tiempo parcial. Nos faltan por recuperar más de 9.000 horas semanales, algo más de 468.000 horas anuales de trabajo, como ha venido explicando este periódico.
Si tomamos los datos de contratos realizados en 2022 que nos facilita el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), que han sido de 7.027.160 contratos indefinidos, cada ocupado ha necesitado 25 de estos contratos: por cada 18 contratos indefinidos solo ha habido un asalariado, alerta Fernández Santillana, quien además se pregunta «¿Cuánto duran estos contratos indefinidos? ¿O cuántos tiene que suscribir una persona para completar una jornada de trabajo?»
«Más gente trabajando. Una mejora estadística conseguida troceando el empleo: una jornada completa de trabajo se distribuye entre tres. Aumentamos los ocupados, pero no las horas de ocupación. Menos salario, más pluriempleo y menos cotización a la Seguridad Social», zanja Fernández Santillana en declaraciones exclusivas a este periódico.
Como abunda el economista Javier Santacruz, «las horas trabajadas semanales del sector privado arrojan la verdadera cara del empleo, ya que indican hasta qué punto no se ha recuperado y esto cuadra con que no se haya recuperado el PIB. De hecho, la proporción entre lo que queda por recuperar del cuarto trimestre de 2019 es idéntica entre PIB y empleo».
En este sentido, Santacruz predice un mal dato de PIB del cuarto trimestre de 2022, como avalan otros indicadores proxy oficiales. Por su parte, la patronal de empresas de trabajo temporal, Asempleo, constata que el mercado de trabajo muestra «síntomas de debilitamiento desde el inicio de la reforma laboral».
Asempleo sostiene que los datos de la Encuesta de Población Activa de 2022, publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), «confirman la teoría de que el empleo en el sector privado está empezando a mostrar claros síntomas de debilitamiento desde el inicio de la reforma laboral», según ha expresado en un comunicado.
Asempleo observa en el mercado de trabajo «señales de estancamiento y de pérdida de la capacidad de resiliencia que había mostrado hasta ahora», por lo que reclama más flexibilidad y condiciones necesarias y óptimas para crear empleo sostenible y de calidad.
El presidente de Asempleo, Andreu Cruañas, asegura a este periódico que los problemas «endémicos» del mercado de trabajo siguen sin afrontarse con seriedad y desde una perspectiva estratégica, y reclama un «estrategia de país» para reducir de forma contundente los indicadores de desempleo.
El paro bajó en 79.900 personas en 2022, lo que supone un 2,6% menos que en 2021, mientras el empleo creció en 278.900 puestos de trabajo (+1,4%), la mayoría ocupados por extranjeros, según datos de la EPA. Pero todo ello lo empaña la realidad de la caída de la horas trabajadas, «dato crucial», como explica Javier Santacruz.
