Madrid se dejará el 5% de su PIB por el parón del plan urbanístico, según los promotores
El ‘no’ de Vox a la reforma del nuevo plan urbanístico de Madrid podría provocar unas pérdidas en la actividad económica de hasta 260 millones de euros
Los promotores calculan que el ‘no’ de Vox a aprobar reforma del Plan General de Ordenación Urbana de la capital podría costar a la ciudad de Madrid el 5% de su PIB, o lo que es lo mismo, entre 250 y 260 millones de euros. Son los cálculos que hace la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid.
«También supone echar por tierra el trabajo que han hecho los técnicos del Ayuntamiento. Se había conseguido un avance importante, una dedicación plena de algunos técnicos del ayuntamiento, un trabajo realmente de calado», explica Daniel Cuervo Iglesias, Director General ASPRIMA a THE OBJECTIVE.
Esta es una negativa que puede suponer el retraso de algunos desarrollos urbanísticos clave de la capital, como el Nuevo Norte, tal y como hemos contado en este diario. «No solamente son promociones de residencial, estamos hablando también de edificios que tengan varios usos a nivel de terciario, edificios que tenga uso de oficina, vivienda, local comercial abajo. Todo eso la nueva normativa lo contemplaba de manera mas sencilla que actualmente», aseguran desde Asprima. «El palo» a toda la actividad que se podría haber generado es grande.
Inseguridad jurídica, según los promotores
«Esta modificación daba cobertura al urbanismo madrileño para generar mas actividad, desde poner en claro si las terrazas computaban o no, hasta la regulación del coliving y cohousing», explica Juan Antonio Gómez Pintado, presidente de APCEspaña y de Vía Ágora. La reforma también regulaba las polémicas cocinas industriales. En la modificación se permitían nuevas categorías dentro del uso industrial para dar cabida a las nuevas actividades industriales emergentes y las actividades de almacenaje logístico y de reparto a domicilio en suelo industrial, según los promotores.
Tras 25 años de vigencia, el sector inmobiliario considera que era necesaria una actualización con normas más modernas, más flexibles y más claras que derivasen en un impacto positivo de la actividad económica madrileña. «Me parece muy negativa la generación de inseguridad jurídica. Lo que hoy está negando Vox ya lo aprobó inicialmente en la comisión», asegura Gómez Pintado a este diario. «Lo que no entendemos es que pase de una postura a otra de manera tan radical, lo único que ha generado es inseguridad jurídica», añade.
A nivel económico del conjunto de la ciudad, los promotores estiman que la modificación de las normas urbanísticas hubiese beneficiado a múltiples sectores con un impacto en la producción de vivienda asequible y en los diferentes modelos de vida que están surgiendo en nuestra sociedad, ya sea en alquiler como en compra. «Lo que se pide desde el sector es que haya consenso político en la toma de decisiones que tengan impacto tanto en Madrid como con la Ley de Vivienda», defiende por su parte Ferran Font, de pisos.com.
Trabas al ‘cohousing’ y ‘coliving’
La reforma urbanística incorporaba medidas para favorecer la disponibilidad de vivienda como la transformación de local a vivienda con adecuadas condiciones de confort, seguridad y accesibilidad, según los expertos del sector. También regulaba las nuevas tendencias residenciales que se están extendiendo en toda Europa para atender las demandas de los jóvenes y las familias como el coliving y el cohousing. Estos dos fenómenos acaparan en este momento la atención de los inversores internacionales, según fuentes del sector.
De momento, el coliving -promociones de edificios donde se alquila habitación y se comparten con los vecinos las zonas comunes- está en una fase muy embrionaria en España, pero está llamado a ser protagonista en el mercado de alquiler de los próximos años. «La nueva generación de millennials, que cree mucho en la economía colaborativa y en estar de alquiler y ser más libres, demanda este tipo de opciones», explica Montse Moreno vicepresidenta de AEPSI.
«Hay empresas extranjeras que tienen coliving en otras ciudades como San Francisco, Lisboa, París o Madrid, destinadas fundamentalmente a ‘nómadas digitales’ que están tres meses en cada sitio». «Es una manera de vivir», añade, «que está ganando músculo y más tras la pandemia y el auge del teletrabajo.
Un paso más de esta modalidad es el cohousing, que aunque parezca algo novedoso, no lo es. Tiene su origen en los años 60, en Dinamarca y actualmente está bastante desarrollo en los países nórdicos. La gran diferencia respecto al resto de formas tradicionales de vivir es el modelo colaborativo, una especie de comunidad cohesionada. No obstante, tras el bloqueo normativo, los promotores calculan que todavía queda un plazo de 15 días para resolver la situación.