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El 'no' de Vox a la reforma urbanística de Madrid amenaza con retrasar el 'Nuevo Norte'

El partido de Santiago Abascal converge con la izquierda y se descuelga del nuevo plan urbanístico entre críticas del Gobierno municipal y de los promotores

El ‘no’ de Vox a la reforma urbanística de Madrid amenaza con retrasar el ‘Nuevo Norte’

Santiago Abascal, Javier Ortega Smith e Ignacio Garriga. | Europa Press

La negativa de Vox de aprobar la reforma del Plan General de Ordenación Urbana de la capital, redactado en 1997, amenaza con retrasar muchos de proyectos, entre ellos el del Nuevo Norte de Madrid. El partido, que dirige en el Ayuntamiento Javier Ortega Smith, rechazó respaldar el proyecto del Gobierno municipal la semana pasada, y ahora desde la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid y el Colegio de Arquitectos de la capital lanzan la voz de alarma. Esta postura, que a nivel político local califican de «populista» y «electoralista», puede ahuyentar las inversiones y frenar la construcción de viviendas y oficinas modernas en ese espacio.

El desarrollo del norte de Madrid, antes conocido como operación Chamartín, contará con 10.500 nuevas viviendas, que se espera empezar a entregar a partir de 2026. El proyecto, que espera para febrero el dictamen positivo (el último) del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, contempla crear un nuevo barrio residencial y de oficinas en el norte de la capital, muy cerca de la estación de trenes de Chamartín, que también se reformará. Se trata de un megaproyecto que lleva años bloqueados, pero que ahora la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento y los operadores privados están a punto de desatascar. Todo ello, después de que la decisión de Vox de la semana pasada sobre el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) haya representado una verdadera ducha fría para el sector.

La Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid cuestiona la postura del partido de Santiago Abascal. Según ASPRIMA, «tras 25 años de vigencia, es necesaria una actualización con normas más modernas, más flexibles y más claras que deriven en un impacto positivo en la actividad económica en nuestra ciudad». La asociación reclama «a los diferentes partidos políticos que pongan los intereses de la ciudad de Madrid por delante de los cálculos electorales y procedan a la aprobación del expediente de modificación del Plan General en el primer trimestre de este año». Tras el bloqueo normativo, el consistorio calcula que todavía queda un plazo de 15 días para resolver el embrollo.

Fotos de recurso del proyecto urbanistico Madrid Nuevo Norte
Fotos de recurso del proyecto urbanistico Madrid Nuevo Norte.

Frenazo de las inversiones

La decisión de Vox sorprendió también al Colegio de Arquitectos de Madrid. Entre los arquitectos de la capital circula la idea de un conflicto político en la base del rechazo del partido de Abascal, que genera desconfianza entre la administración pública y sus representantes. Y que, sobre todo, amenaza con la reducción de la inversión privada en un momento crucial para el desarrollo de Madrid en el contexto global.

El problema, explican fuentes políticas y empresariales, es que la capital necesita una modificación de su plan urbanístico para que los proyectos ahora en marcha (tanto el del Nuevo Norte como los demás desarrollos) cumplan con los criterios de modernidad y sostenibilidad. De no ser así, todo se frenará por el simple hecho de que ningún inversor adelantará dinero para proyectos que se modificarían de aquí a un año o dos. La inseguridad jurídica sería de tal calado que la capital perdería al menos un año para crecer.

La reforma del PGOU se debatió durante cuatro años en el seno del Ayuntamiento. Vox dio su aprobación en el arranque de la negociación y en los trabajos previos a la aprobación definitiva, que es cuando se descolgó del pacto. La reforma del PGOU preveía mecanismos para acelerar todo los trámites, lo que favorecía el contexto inversor. Ahora, en cambio, la decisión de Vox retrasaría la tramitación de los expedientes, lo que influye en la llegada de los inversores.

Decisión «incomprensible»

La asociación de promotores inmobiliarios concreta el retraso en nuevos desarrollos que están a punto de arrancar y contaban con la modificación del plan urbanístico para este año. Si, en cambio, Vox mantiene su rechazo todo se quedará en un parón administrativo y un considerable frenazo del esfuerzo inversor, con el consecuente efecto negativo en los precios de la vivienda. Todo ello a la espera de los próximos comicios de mayo, donde el Partido Popular se presenta como el gran favorito, pero con todas las incógnitas vinculadas a los procesos electorales.

El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, Mariano Fuentes.
El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, Mariano Fuentes.

«Es incomprensible que Vox, que apoyó la aprobación inicial, vote ahora en contra sin haber hecho ninguna alegación ni haber pedido que se modifique nada», claman desde el Ayuntamiento. Vox votó en contra de una iniciativa que también rechazó la izquierda en bloque (Más Madrid, PSOE y Grupo Mixto). El concejal de urbanismo, Mariano Fuentes (Ciudadanos), añade: «Que no se aprueben las normas urbanísticas es una malísima noticia para la ciudad. Es una mala noticia desde el punto de vista económico, porque iban a generar más de 4.000 empleos; es una mala noticia para aumentar la oferta de vivienda, pues daba cabida a nuevas formas de habitar y además permitía vivienda social en suelo dotacional; y es una mala noticia desde el punto de vista de la sostenibilidad, pues apostaba por fachadas y cubiertas verdes y elementos de eficiencia energética”.

Según ha podido saber este diario, la modificación del PGOU permitiría agilizaría asuntos como el cambio de uso de las dotaciones y suelos, cambios de local y abordar construcciones y viviendas según los cánones de modernidad. Y, sobre todo, flexibilizaría la tramitación de documentos para los nuevos proyectos urbanísticos, en un momento, además, de sustancial colapso de la oferta de vivienda en la capital y de repunte de precios. Los informes técnicos hablan de impacto en el empleo de una pérdida de 4.000 puestos de trabajos e ingentes costes millonarios.

Vox alegó en su negativa a cuestiones de tiempos y formas. Reprochó que el Ejecutivo local esperara los últimos compases del mandato del alcalde José Luis Martínez-Almeida para aprobar la modificación. Pero la posición de Vox genera muchas dudas y críticas tanto a nivel administrativo como económico. El fantasma de un planteamiento más electoralista que técnico sobrevuela en la reacción de los operadores a la decisión del partido de Abascal.

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