¿Fin de la temporalidad? Casi 40.000 personas firmaron más de un contrato indefinido en enero
Los contratos indefinidos a tiempo parcial se han disparado un 80,27% con respecto a enero del 2022 y los fijos discontinuos un 558,32%
En enero se han firmado 530.306 contratos indefinidos. Esto supone un aumento del 122,2% respecto a las cifras de contratación indefinida de enero de 2022. El dato del primer mes del año supera en 66.154 las cifras de diciembre (+14,25%). Unas cifras que podríamos celebrar al pensar que al fin ha llegado la estabilidad a nuestro mercado laboral y se ha puesto fin a la temporalidad.
Sin embargo, estos datos reflejan que el problema de la temporalidad en el mercado de trabajo español sigue sin superarse, según los expertos. Simplemente se ha trasladado de contrato tras la prohibición de los de obra y servicio. «No podemos pasar por la tesis de que un contrato indefinido es un empleo estable, sino una obligación formal de contratar y un despido barato en semanas o días», destaca el secretario general de USO, Joaquín Pérez.
«Se han realizado más contratos indefinidos que personas los han suscrito, y esto implica que algunos de ellos, más de 39.000, han sido objeto de más de un contrato indefinido», explican desde el sindicato USO. Son contratos que están implementado el pluriempleo y eso tiene que ver con el incremento de la contratación a tiempo parcial, o se les ha rescindido el contrato y se les ha vuelto a contratar, añaden.
Concretamente, 39.323 personas firmaron en enero más de un contrato indefinido, un fenómeno que, desde inicios de 2022, ha ocurrido con 371.000 personas y que pone de manifiesto la rotación laboral. «El contrato indefinido es el nuevo precario, el nuevo temporal. Se han triplicado los indefinidos, pero ahora la duración media de los contratos es de 45,18 días, una semana menos», apuntan desde el sindicato.
Los indefinidos a tiempo parcial se disparan
Durante el mes de enero, según los datos publicados por el ministerio, el 44,59% de los contratos indefinidos fueron a tiempo completo, frente a un 32,81% de fijos discontinuos y un 22,61% de indefinidos a tiempo parcial.
Con respecto a enero de 2022 los contratos indefinidos a tiempo parcial se han disparado un 80,27% (53.385 más), mientras que los fijos discontinuos lo han hecho hasta un 558,32% más (147.542 contratos de este tipo más). Por su parte, los contratos indefinidos a tiempo completo han crecido en 90.707, un 62,24% con respecto a enero de 2022. Unos datos que muestran mayores incrementos en los contratos que no realizan una jornada completa de trabajo, lo que mejora la estadística «pero no las horas de trabajo ya que se está troceando el empleo», apostillan desde USO.
«¿Qué tipos de contratos indefinidos estamos haciendo, contratos cerilla que según se realizan se consumen?», se pregunta el director del gabinete de estudios de USO, José Luis Fernández Santillana. Además, esta situación, con contratos indefinidos pero de carácter tan breve suponen una desprotección para el trabajador en términos de indemnización, explican los expertos.
Cerca de 600.000 fijos discontinuos
El paro registrado aumentó en enero en 70.744 personas (+2,49%), «un comportamiento significativamente peor que el pasado año», apuntan desde Randstad Research. Unas cifras que además no reflejan a los fijos discontinuos sin actividad que desde la empresa de trabajo temporal estiman en unas 600.000 personas.
El secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, señaló este jueves que el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) «está trabajando a toda la velocidad posible» para poder desagregar los datos disponibles sobre fijos discontinuos activos de aquellos que están en periodo de inactividad. «No deja de ser un contrato ensanchado en su naturaleza jurídica con enormes dudas que ya dirá el tiempo y la jurisprudencia cuando se pronuncie», explica Javier Blasco, director de Adecco Group Institute a THE OBJECTIVE.
Se trata de un contrato que «tiene zonas grises y que tampoco garantiza una gran estabilidad», añade Blasco, quien considera que es un tipo de contrato que debería tener detrás una maquinaria fuerte de formación y recualificación continua con la vocación de reubicar a las personas. Algo que en este momento no sucede.
Según los datos de inclusión, hay 405.530 fijos discontinuos activos. Sin embargo, sigue sin conocerse el número real de los que no trabajan y cobran prestación a pesar de no estar contabilizados como parados. Desde el ministerio de Yolanda Díaz defienden que no pueden contabilizarse como parados porque cuentan con un trabajo y un contrato en vigor. Pérez Rey ha explicado que «es difícil» hacer este desglose «para que los datos sean significativos y, por tanto, no contengan errores». Pero al estar en inactividad y cobrando la prestación se podrían considerar ‘parados efectivos’, defienden desde la patronal.