Laporta vende los ingresos extra del futuro Camp Nou a cambio de liquidez para 30 años
Los ingresos superiores a 100 millones de euros que genere el Espai Barça serán transferidos al futuro ‘mecenas’, incluyendo abonos y taquilla
Joan Laporta tiene un nuevo plan para dotar de liquidez al Barcelona, una enésima palanca con la que hacer frente a los 1.500 millones nominales en que está presupuestado el futuro Espai Barça donde se incluirá el nuevo Spotify Camp Nou con 110.000 localidades, además del Palau multidisciplinar y un Campus para uso y disfrute de los socios y simpatizantes culés. Una obra emblemática que ha motivado no poca controversia entre la masa social y que supondrá la remodelación de 40.000 metros cuadrados en la que ha de ser la futura casa de la entidad azulgrana en el barrio de Les Corts.
La operación está amparada financieramente por un crédito de Goldman Sachs, pero las dificultades para obtener liquidez suponen una pesada losa en las relaciones mercantiles del club con el banco de inversión estadounidense. Por ello, y dada la prioridad y trascendencia que la actual directiva del Barcelona otorga a su proyecto estrella, la intención ahora pasa por encontrar un nuevo ‘mecenas’ en forma de comprador al que serán vendidos de manera anticipada los ingresos extra que se obtengan con la explotación del futuro Espai Barça.
La generación de caja del club azulgrana se verá engrosada cada año por 280 millones de euros adicionales, de acuerdo con los últimos cálculos que maneja el club. Laporta quiere hacer del Spotify Camp Nou la nueva gallina de los huevos de oro y a tal efecto acaba de firmar el acuerdo de construcción del futuro coliseo con la empresa turca Limark. Las obras se iniciarán el próximo mes de julio, obligando al primer equipo de fútbol a trasladar sus partidos como local durante toda la próxima temporada al estadio Olímpico Lluís Companys de Montjuic.
Franquicia de 100 millones de euros por temporada
El diseño de la palanca secreta que plantea Laporta se establece a partir de la creación de un fondo de titulización español y privado que financiará al club con la garantía de los denominados ingresos asignados que genere el club a partir de la temporada 2025/2026, que es cuando se espera que esté completada la construcción del Espai Barça. Estos futuros ingresos procederán en su mayor parte de los recursos procedentes de la explotación del nuevo estadio en los apartados de taquillaje, cuotas de abonados, venta de alimentos y bebidas, entradas al museo del club, aparcamientos y eventos en general.
Dentro de este primer capítulo de recursos disponibles para dar cobertura al fondo de titulización, el club se reserva una franquicia de 100 millones de euros, equivalente a la facturación generada por el actual estadio durante la temporada 2021/2022. A partir de esta cifra todos los demás ingresos que genere el Spotify Camp Nou durante las temporadas futuras a partir de julio de 2027 servirán como contrapartida de los pagos que reciba ahora el Barcelona para solucionar sus acuciantes problemas de tesorería.
En un segundo apartado formarán también parte de la venta las cuentas futuras a cobrar de los palcos y demás servicios VIPs que se habiliten en todo el recinto del Espai Barça, así como las procedentes de los acuerdos con sponsors. En última instancia y a fin de exprimir al máximo las garantías que exige todo fondo de titulización se incluirán también entre los ingresos asignados otras partidas especiales como son las eventuales compensaciones que pueda recibir el club por retrasos en las obras, daños en el estadio o indemnizaciones derivadas por compras obligadas o expropiaciones a instancias de las autoridades públicas.
Emisión de deuda senior a 30 años
El fondo de titulización, que será oportunamente registrado bajo los más altos estándares de supervisión regulatoria, establecerá un Acuerdo de Compra y Venta con el F.C. Barcelona en virtud del cual la entidad azulgrana recibirá las necesarias inyecciones de tesorería destinadas a financiar los trabajos de remodelación del Espai Barça. De esta forma la dirección del club confía en asegurar los recursos para hacer frente a sus obligaciones de pago con Goldman Sachs manteniendo un flujo de financiación que permita además disponer de recursos para solventar los problemas de liquidez. El objetivo inicial del Barcelona consiste en rematar las negociaciones con el futuro inversor dentro del actual mes de febrero.
El diseño financiero de la operación contempla también la emisión de deuda senior por parte del fondo de titulización con un periodo de amortización de 30 años y en una cuantía que todavía está por determinar. El fondo estará abierto además a la obtención de préstamos en el mercado financiero, lo que dará lugar a una masa de acreedores con vinculación indirecta en decisiones estratégicas para el futuro del club. A tal efecto, el planteamiento fijado de antemano señala que los únicos acreedores que podrán influir a tal efecto serán aquellos que cuenten con una participación superior al 50% de la deuda contraída por el fondo de titulización.
La financiación
La financiación del Espai Barça ha sido uno de los principales quebraderos de cabeza durante esta segunda etapa presidencial de Joan Laporta. De hecho, el director general encargado de las negociaciones con Goldman Sachs, Ferrán Reverter, dimitió hace ahora un año por desavenencias con el actual mandatario del club. El conflicto surgió precisamente a raíz de los planteamientos que se manejaron entonces para obtener las vías de liquidez indispensables para llevar a cabo un proyecto que podría alcanzar un coste final de casi 2.500 millones, incluyendo los gastos financieros incorporados de esta sofisticada fórmula de titulización a largo plazo.