Así invierte la familia Del Pino su dinero: un 77% en el extranjero y un 4% en deuda española
Los dueños de Ferrovial acumulan un patrimonio de 1.400 millones de euros a través de sus sicavs, con las que participan en BBVA, Santander y Telefónica
Rafael del Pino, presidente de Ferrovial. | Europa Press
La familia Del Pino, la tercera mayor fortuna de España, ha decidido trasladar la sede de su compañía, Ferrovial, de Madrid a Países Bajos. Un movimiento que ha sorprendido al mundo empresarial y que ha provocado las iras del Gobierno en las últimas horas.
La saga de constructores, además de contar con una participación de control en dicha empresa, cuenta con otras propiedades y activos. Solo a través de sus sociedades de inversión colectiva (sicavs), vehículos patrimoniales que han sido penalizados por el Ejecutivo de Pedro Sánchez, tienen 1.398 millones de euros en deuda pública y privada, fondos y acciones en otras empresas tanto nacionales como foráneas, según los datos recabados por THE OBJECTIVE.
Las cifras arrojan que la mayor parte de estas inversiones están depositadas en el exterior, aproximadamente un 77%, y en bonos y letras del Tesoro españolas solo un 4% del total. Con las tres grandes sicavs que conservan los dueños de Ferrovial -los hermanos Del Pino-, tras liquidar una de ellas tras el golpe fiscal a estas sociedades por parte de Hacienda, apuestan apenas 57 millones de euros en deuda soberana nacional. Y el desembolso en títulos de empresas cotizadas españolas es también pequeño.
El patrimonio de la familia Del Pino en sicavs crece un 12%
Las sicavs de la familia son Chart, Swift y Allocation, tras cerrar Keeper, el patrimonio gestionado a través de estos instrumentos ha crecido en solo seis meses en conjunto en un 12,19%, de acuerdo con la información depositada en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a cierre de 2022
La sociedad más relevante es Chart, con la que la saga familiar tiene activos por valor de 590 millones de euros. De estos, el 7% están invertidos en deuda española, es decir, 41 millones de euros. La sicav, que está liderada por María del Pino (que controla el 8,2% de Ferrovial) tiene también 1,4 millones en acciones de Telefónica; 2,6 millones en títulos del Santander; y 3,1 millones en participaciones de BBVA. En los dos bancos su inversión fue más allá de duplicarse.
Chart, por contra, tiene en un sinfín de fondos, bonos y acciones extranjeras el 69,3% de su patrimonio. Entre estas destaca, entre otras, la petrolera portuguesa Galp, en la que tiene 3,6 millones de euros, o un fondo administrado por Franklin Templeton con 21 millones. Como es habitual en este tipo de sociedades la diversificación es la clave y las fortunas amplían el espectro de activos para garantizar una rentabilidad.
En cuanto a la segunda mayor sicav de la familia que controla Ferrovial, Allocation, el patrimonio alcanza a los 477 millones de euros. Esta firma está capitaneada por Joaquín del Pino, que hace unos años salió de la constructora por una disputa con su hermano Rafael, invierte el 76% (365 millones) de este dinero en activos foráneos.
Al igual que en el caso de Chart, esta sociedad apenas apuesta por la deuda pública española. Un 3% de las inversiones financieras están localizadas en bonos y letras nacionales. Y como en el caso anterior, las acciones en empresas españolas también son poco significativas. De nuevo, Telefónica, Santander y BBVA son las elegidas. En la operadora el valor de los títulos asciende a 1,59 millones; el del banco cántabro, a 2,9 millones; y el de la entidad con sede en Bilbao, a 3,5 millones.
Por último, con Swift la familia que controla Ferrovial está presente en renta fija y variable, además de en otro tipo de activos, por un importe total de 331 millones. La apuesta por la deuda nacional de este vehículo, liderado por Leopoldo del Pino, es residual. El 0,39%, es decir, 1,29 millones.
La inmensa mayoría del patrimonio de esta sociedad (el 91%) está depositado en inversiones extranjeras. Es decir, 303 millones, de las que algo más de dos tercios está vinculada a bonos soberanos de otros países, según los números a cierre del ejercicio pasado.
Pese al cambio jurídico, los dueños de Ferrovial han mantenido vivas estas tres sicavs. Cerca del 80% han desaparecido después de la nueva regulación, que obliga a cada partícipe una inversión mínima de 2.500 euros para mantener una tributación de solo el 1%, en vez del 25% general. La normativa nacional exige que cada vehículo de este estilo tenga como mínimo un centenar de socios.
Estas exigencias, unidas a la creación del impuestos de altos patrimonios, van a provocar, según los expertos, una fuga de capitales al exterior. Con el cambio social, por ejemplo, el presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, podrá escapar de esta elevada tributación siempre y cuando viva al menos seis meses en Países Bajos, estado que acogerá la sede corporativa de la constructora. De hecho, este ejecutivo ya controla el 20% de la compañía a través de una sociedad patrimonial radicada en dicha nación desde hace años.
