El banco pro-cripto Silvergate, en problemas
Tras meses de severas turbulencias, la entidad parece estar cediendo bajo una mezcla de presiones regulatorias y del propio mercado
Las criptomonedas y la banca tradicional han tenido, desde el inicio de los tiempos, una relación algo tensa. Prueba de ello es que, incluso hoy en día, algunos bancos manifiestan ciertos recelos al envío de fondos desde cuentas de sus clientes a proveedores de servicios de criptomonedas, como los exchanges. Ante esta situación, algunas entidades han buscado aprovechar ese creciente nicho de mercado, poniendo todo tipo de facilidades e incluso productos y servicios específicamente dedicados.
Un ejemplo es Silvergate, un banco que ve las criptomonedas con buenos ojos, y prueba de ello es que más del 90% de sus depósitos provienen del sector cripto. Como consecuencia, en la última década el banco estadounidense ha pasado de tener una presencia regional a convertirse en una entidad con más de 12.000 millones de dólares en depósitos durante el tercer trimestre de 2022, prestando servicios a instituciones fundamentales para la industria como Coinbase, FTX o Gemini, entre otras grandes firmas.
Las turbulencias afectan la confianza sobre Silvergate
El último año ha resultado realmente complejo para todos los mercados de inversión, y particularmente para las empresas centralizadas del sector cripto. Tras meses de severas turbulencias, el banco estadounidense parece estar cediendo bajo una mezcla de presiones regulatorias y del propio mercado. Como consecuencia, desde la última semana se ha iniciado una espiral destructiva que está llevando a una gran retirada de fondos depositados. La gota que colmó el vaso y produjo el aluvión de retiros fue el retraso de dos semanas de la presentación anual del informe 10-K de la SEC de Silvergate el jueves pasado, citando la necesidad de más tiempo para evaluar sus finanzas. Como consecuencia, las acciones de Silvergate se desplomaron un 55% hasta alrededor de 6,50 dólares por título. Incluso los analistas de JP Morgan rebajaron la calificación de las acciones desde «neutral» a «infraponderar”, lo cual empujó el número de ventas.
En respuesta, además de los clientes, otras instituciones han comenzado a deshacer relaciones con Silvergate. Coinbase se distanció rápidamente de la entidad y anunció un cambio a Signature, el principal competidor de Silvergate y otro banco con una política más favorable hacia las criptomonedas que las firmas tradicionales. Otros nombres que han dejado Silvergate por otras alternativas incluyen a Crypto.com, Paxos, Bitstamp, Galaxy Digital, Gemini y LedgerX.
Si la pérdida de confianza hacia la entidad no fuera suficiente, el pasado viernes Silvergate se vio obligado a suspender su Red de Intercambio de Silvergate (SEN). Esta es la plataforma de pago sin intereses que la propia entidad utiliza para las empresas que operan con el banco y la usan para hacer transacciones de fondos entre sí.
Los problemas hacen dudar de su supervivencia
Las preocupaciones por la insolvencia de Silvergate se han estado gestando desde hace meses. Cuando las criptomonedas sufrieron diversas crisis en 2022, como en el caso de FTX en noviembre, Silvergate experimentó retiros por valor de más de 8.000 millones de dólares. Para mantener un nivel de liquidez saludable, el banco se vio obligado a vender 5.200 billones de dólares en bonos de su cartera en un entorno de tasas de interés elevadas en el que la Reserva Federal estadounidense estaba aumentando las tasas para combatir la inflación, incurriendo en pérdidas de 751,4 millones de dólares.
Por si fuera poco, Silvergate también pidió prestados 4.300 millones de dólares a corto plazo del sistema Federal Home Loan Bank (FHLB), un banco respaldado por el gobierno que apoya a los bancos comerciales nacionales en condiciones de mercado críticas al pedir prestado a inversores institucionales a tasas de interés generalmente por debajo del mercado y prestando a los bancos miembros.
Otro superviviente de la industria
Silvergate sobrevivió al colapso de FTX durante el fatídico 2022, pero como tantos otros pesos pesados de la industria, no salió ileso. El banco informó de unas pérdidas de más de 1.000 millones de dólares para el cuarto trimestre de 2022, y como consecuencia se vio obligado a reducir su personal en un 40%, unos 200 empleados.
Desafortunadamente para la entidad, la estrecha asociación del banco con FTX atrajo la atención de los entes regulatorios, aumentando el riesgo reputacional e incertidumbre para los inversores. Otro nombre más en la cuerda floja, aunque por suerte para los inversores en el mercado cripto, incluso con los repetidos azotes de los últimos meses, las perspectivas a medio y largo plazo se mantienen optimistas.