Las cifras de la reforma de las pensiones de Escrivá están copiadas de un texto de 2021
El ministro de Seguridad Social rebate las críticas por la falta de memoria económica esgrimiendo un informe copiado de otro de hace dos años
José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social. | Europa Press
Comisión a ciegas. Así se podría titular la Comisión del Pacto de Toledo que se celebró este miércoles en el Congreso de los Diputados y donde el ministro José Luis Escrivá acudió para, 16 horas antes de aprobar la reforma de las pensiones que enviará a la Unión Europea, mediante Real Decreto Ley y en un Consejo de Ministros Extraordinario, diera cuenta del contenido de su propuesta.
Con un powerpoint con diapositivas, el titular de la cartera de Seguridad Social inició su intervención ponderando siempre el apoyo que ha recogido de Bruselas. Antes, el personal del ministerio entregó dos documentos: uno relativo a la «Situación de las recomendaciones del Pacto de Toledo», firmado por el propio Escrivá, y otro, el segundo, alusivo a «La Acción Protectora de la Seguridad Social y la Financiación del Estado», datado en 2023, y también rubricado por el titular de la cartera.
Sin memoria económica, sin detalle del Real Decreto, sin proyecciones ajustadas al momento, sin informe de la AIReF y sin otros informes preceptivos, el Ministerio de Seguridad Social incurrió este miércoles en un error al presentar este documento, que a priori parecía recién salido del horno, con el fin de argumentar, que claro que existían papeles para justificar los cálculos que el Ejecutivo español ha hecho para cuadrar la sostenibilidad de las pensiones comprometida con Europa.
Pero hete aquí, que este último informe de 2023 es exactamente un calco del editado y publicado en 2021 -documento que ha llegado a manos de THE OBJECTIVE-. Solo basta cotejarlos para apreciar que en los dos se relatan los mismos párrafos, los mismos capítulos, iguales epígrafes, exactamente los mismos cuadros. Los dos textos tiene el mismo índice, los mismos datos, igual número de páginas; todo absolutamente igual. Lo único que cambia, es que uno de ellos está fechado en 2021, y el otro -el que se entregó ayer a los diputados, miembros de la Comisión del Pacto de Toledo, como documentación de la intervención del ministro Escrivá, en 2023. Más allá de ese matiz temporal, el contenido está calcado desde la primera hasta la última página.
Sin noticias de la inflación
De hecho, en los dos informes, más allá de ese año no se puede encontrar ningún cálculo o estadística del año 2022. Lo que quiere decir, que el informe de 2023 que ha manejado el Ejecutivo de Pedro Sánchez para, entre otras cosas, articular la última reforma de las pensiones, que se enviará con meses de retraso a la Comisión Europea, se apoya en datos y variables de 2021; es decir, de hace dos años.
Y como muestra, un ejemplo del detalle del plagio y de esa ausencia de números y apuntes actualizados que se aprecia en la página 12 de los dos documentos, cuando hace referencia al siguiente epígrafe: FUENTE DE DATOS. En los dos se reproduce el siguiente texto: «Certificaciones de financiaciones afectadas expedidas por la Tesorería General de la Seguridad en base a la información certificada por cada entidad gestora, donde se detallan los ingresos recibidos del Estado y los gastos que financian hasta 31 de diciembre de 2021».
Un ejemplo más, en la página 63, y en cuyo contenido se alude al Complemento de Pensiones no contributivas para la reducción de la brecha de género. En ese apartado, en ambos informes se reproduce lo siguiente: «De acuerdo de los datos obtenidos, no existen obligaciones reconocidas en el Sistema de Información Contable hasta el ejercicio 2022, habiéndose recibido en su totalidad la transferencia del Estado para la financiación de este concepto prevista en la Ley de Presupuestos Generales del Estado para el ejercicio 2022». Es decir, que por encima de la previsión de los Presupuestos de 2022, que en ese momento no se habían empezado a ejecutar, no hay mayores proyecciones.
Así mismo, y después de un rastreo por los documentos, es imposible encontrar algo relativo a la situación financiera que ha vivido España en 2022, y todavía en 2023, y que tiene que ver con la inflación, el incremento de los precios, y de cómo esto ha afectado a la economía nacional y a las cuentas públicas, y sobre todo, a la indexación de ello a nuestro sistema de pensiones en este ejercicio presupuestario.
Una solución para cuando no funcione la reforma
El encuentro con las fuerzas políticas no solo ha tenido esta eventualidad que quita valor al trabajo del ministerio, y que hace pensar que la negociación con Unidas Podemos se hizo a toda prisa para poder enviar la propuesta a Bruselas. De ahí que no se conozca memoria económica y que las conversaciones con los partidos políticos hayan sido un tanto fugaces y con muy poco detalle de información, como así se pudo escuchar en la Sala Cánovas del Congreso de los Diputados.
Por otra parte, y tratando de explicar que los economistas y los expertos se equivocan con proyecciones a medio plazo -cuánto más a 2050-, el ministro llegó a decir que, gracias a la cláusula de revisión que lleva adherida esta nueva reforma, en el caso de que la misma no cosechara los frutos perseguidos, siempre se podría cambiar. En concreto, se pedirá a la AIReF que haga un informe con recomendaciones, y en caso extremo y a falta de consenso político, se aumentará el Mecanismo de Equidad Intergeneracional, el mismo que hace unos meses pasó del 0,6% al 1,2%.
En el turno de réplica, muy presionado por unos grupos políticos que, salvo PSOE y Unidas Podemos, fueron muy críticos, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ofreció a la Comisión del Pacto de Toledo en el Congreso tramitar como proyecto de ley la reforma de pensiones, que primero el Gobierno quiere aprobar vía decreto para que entre en vigor.
