Credit Suisse ya sufrió en España la fuga del 87% de sus depósitos en 2022
Los clientes de la entidad retiraron el año pasado 4.800 millones de sus cuentas ante la desconfianza en el grupo helvético, que ha colapsado este marzo
Credit Suisse ya sufrió una fuga de depósitos en España de proporciones colosales antes de su colapso este mes de marzo. La huida de dinero de sus clientes fue muy superior en nuestro país a la que registró de media en otros mercados, y que le ha llevado a tener que ser primero rescatado con una ayuda de liquidez por parte de las autoridades helvéticas y días después a terminar bajo el paraguas de UBS, tras el acuerdo alcanzado para su adquisición este domingo.
Las dificultades de Credit Suisse llevaban tiempo poniéndolo contra las cuerdas y sus clientes -todos ellos con altos patrimonios y empresariales– fueron retirando su dinero para salvaguardarlo ante una eventual quiebra. En este contexto, la filial española redujo en 2022 los saldos de sus usuarios en un 87%, según los datos recopilados por THE OBJECTIVE. Esta disminución contrasta con la salida de depósitos que tuvo a nivel global en el mismo periodo, que fue del 40%.
En concreto, la división de nuestro país, de acuerdo con las cifras del Banco de España, hizo frente a una fuga en las cuentas de 4.800 millones. Fuga que probablemente habrá crecido en los últimas dos semanas principalmente, como consecuencia de la crisis vivida por su matriz. A cierre de diciembre del ejercicio pasado, la sucursal con sede en Madrid conservaba apenas 715 millones.
Los importes de las retiradas son pequeñas si se comparan con la salida total de fondos que experimentó el año anterior el gigante helvético, que ascendieron en todo el mundo a algo más de 160.000 millones, con especial incidencia en Suiza -su país de origen-. Pero hay que tener en cuenta que el tamaño también es significativamente inferior y que proporcionalmente las salidas son de más de doble dentro de nuestras fronteras.
Los depósitos escapan de pérdidas en el rescate de Credit Suisse
Los depósitos finalmente se han escapado de las pérdidas en el plan de rescate que implica la adquisición del conglomerado por parte de UBS después de las autoridades helvéticas hayan decidido que sean los tenedores de bonos convertibles (CoCos) los que asuman el mayor golpe. Estos perderán toda la inversión, 16.000 millones. Los accionistas, cambio, han podido salvar algo más de 3.000 millones.
El diseño del salvamento ha modificado las reglas que los supervisores fijaron tras la crisis financiera de 2008 y que exigían que los accionistas fueran los primeros en asumir el coste de cualquier rescate de un banco, antes que otros acreedores. Este hecho ha añadido más tensión al sector, aunque este martes las entidades rebotaron con fuerza en Bolsa tras los desplomes de la semana pasada.
La salida de depósitos no fue la única pérdida de negocio que Credit Suisse en España. Los fondos de su gestora de activos también registraron reembolsos importantes. En 2022, esta actividad descendió en un 37%, hasta los 2.078 millones. Esta caída obedeció, principalmente, al cierre masivo de sociedades de inversión colectiva (Sicav) como consecuencia de las trabas impuestas por el Gobierno a estos instrumentos, que han afectado a todos los bancos.
Ahora UBS tendrá que decidir qué hacer con Credit Suisse en nuestro país, ya que tiene sellada una cláusula de no competencia con Singular Bank, entidad a la que le vendió su banca privada. Si finalmente no paga la indemnización correspondiente, el nuevo dueño del grupo helvético, solo podrá operar en el segmento de empresas y, en banca de inversión que opera a través de otra división que engloba también esta actividad de otros mercados europeos. Y con ello deberá poner a la venta dicha filial, pero su precio está ahora muy devaluado.
Si abona el peaje, UBS podrá intentar volver al nicho de grandes patrimonios, aunque tendrá que levantar una franquicia que ha quedado muy debilitada por una desconfianza que se arrastra desde más de un año. Una situación que no solo ha afectado a la clientela, sino también a sus trabajadores. Credit Suisse ha tenido desde principios de 2022 una salida de banqueros especializados, que han sido fichados por los principales rivales, como por ejemplo Deutsche Bank o Banca March.
Los expertos no descartan que la fuga de depósitos de Credit Suisse continúe en las próximas semanas, tanto en España como a nivel global. De hecho, UBS se ha asegurado una inyección de liquidez como apoyo de hasta 100.000 millones ante los riesgos existentes. Hay que recordar que hace unas semana recibió 50.000 millones, que no fueron suficientes para calmar los ánimos de los clientes y que llevaron a la situación límite esta semana.