Caixabank destaca la resistencia del sistema bancario español en su junta de accionistas
El presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, ha destacado que la entidad cerró 2022 habiendo mantenido la calidad del activo y un balance sólido
A pesar del amago de crisis que está viviendo el sector bancario en las últimas semanas, Caixabank es optimista a presente y a futuro. El presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, ha destacado este viernes que el banco cerró 2022 habiendo mantenido la calidad del activo y un balance sólido, en un momento en el que la resistencia del sistema bancario español es mayor que la de otros países del entorno. Así lo ha asegurado este viernes durante la junta general de accionistas, que se ha celebrado en el Palau de Congresos de València, junto al consejero delegado, Gonzalo Gortázar.
«Hemos mantenido un fuerte músculo comercial y hemos gestionado la calidad del activo y la solidez del balance de forma notable, tanto en España como en BPI en Portugal«, ha celebrado. Ha asegurado que este «gran trabajo de todo el equipo», en un año que ha calificado de muy importante para la entidad, permitió cerrarlo con un beneficio atribuido de 3.145 millones de euros, una mejora del 29,7%.
Goirigolzarri se ha mostrado optimista «ante los retos» de futuro de la entidad, ya que, tiene, en sus palabras, importantes fortalezas y una estrategia bien definida. Sin embargo, también ha querido mostrar prudencia y ha avanzado que habrá un «cierto deterioro de los préstamos por el ciclo económico» que podría afectar a Caixabank.
Por su parte, Gortázar ha asegurado que «las posiciones de solvencia son muy superiores a las de hace una década y el nivel de resistencia del sistema es muy alto». Ha dicho que esta resistencia es «un bien común para todos, para el país», ya que el sistema financiero es una fuente de confianza.
De cara a 2023, ha avanzado un «entorno complejo» y que la prevista desaceleración del crecimiento de la economía española tendrá un impacto en la actividad del grupo. En este sentido, ha augurado que la inflación afectará a la base de costes, que no se podrán reducir como en 2022, sino que aumentarán. Además, la normalización de los tipos de interés afectará a las provisiones, ya que ha anticipado un incremento de la morosidad, y ha lamentado el impacto del impuesto a la banca en las cuentas del grupo.
Además, Gortázar ha dicho que casi el 90% de las hipotecas firmadas en 2022 por la entidad fueron a tipo fijo, porcentaje que alcanza el 75% en los últimos siete años. En este sentido, la mayor parte de las hipotecas variables que forman parte de la cartera de la entidad están firmadas antes de 2012, por lo que ya se ha amortizado una parte del capital y la subida de tipos tendrá un impacto «acotado».