Marruecos dispara un 1.200% la compra de gas a España tras la crisis con Argelia
Nuestro país ha pasado de exportar 60 gigavatios hora en junio de 2022 a 820 gigavatios hora en marzo de 2023
Cada mes que pasa, Marruecos aumenta sus compras de gas procedente de España. Una realidad que ha provocado que desde que se habilitara el gasoducto del Magreb -que une Marruecos y España- tras la crisis con Argelia, la importación del hidrocarburo procedente de nuestro país al territorio de Mohamed VI se haya disparado hasta un 1.200%.
A finales de 2021, se hizo efectivo el castigo argelino contra Marruecos: el gasoducto del Magreb -gestionado, en parte, por la empresa española Naturgy, y que nace en los yacimientos de Argelia y muere en España tras atravesar Marruecos- no suministraría su gas a los marroquíes. Meses más tarde, España acordó con Marruecos abastecerles. Un escenario que no pasó desapercibido en Argelia. Así, en abril de 2022 aseguró que romperían el contrato de gas con España si se volcaba su hidrocarburo por otra red para hacerlo llegar a Marruecos. España, sin embargo, aseguró que no lo haría y que este procedería de otros territorios, sobre todo de Estados Unidos, a través de las regasificadoras peninsulares o flotantes.
Si atendemos a los datos que facilita la compañía pública Enagás, en junio de 2022, España exportó -a través de la interconexión internacional de Tarifa- 60 gigavatios hora. Una cantidad que se multiplica de forma exponencial si lo comparamos con el último mes del que se tienen registros hoy: en marzo de 2023 la cantidad exportada ha sido de 820 gigavatios hora.
Es una tendencia que ha ido creciendo con el paso de los meses de forma paulatina: en julio se exportaron 172 gigavatios hora, 119 gigavatios hora en agosto, 123 gigavatios hora en septiembre, 328 gigavatios hora en octubre, 553 gigavatios hora en noviembre, 527 gigavatios hora en diciembre, 536 gigavatios hora en enero y 680 gigavatios hora en febrero.
Otro de los factores que, según los expertos, también ha servido como aliciente para disparar la demanda del gas procedente de España hacia Rabat estos últimos meses ha sido el mecanismo ibérico, que ha hecho el precio del gas de España mucho más competitivo. El reino alauita está considerado como un comprador más dentro del territorio nacional, por lo que se le traslada la financiación de la excepción ibérica como si fuera un consumidor de nuestro país. Sin embargo, Marruecos puede arbitrar. De esta forma, en cada hora en las que se dan las compras puede ver el precio del pool en España y compararlo con lo que le va a costar generar energía en su territorio. Solo cuando le interesa, activa las importaciones.
La situación actual que viven ambos países demuestra que las relaciones comerciales y económicas de ambos países han mejorado de forma sustancial. Después de la tensión sufrida entre los dos territorios, se aprobó una nueva hoja de ruta con la que encauzar una nueva estrategia. Los dos son socios estratégicos y se necesitan mutuamente, ya sea por razones económicas o de seguridad.
El papel de Enagás
Enagás cuenta con un sistema complejo para medir cada molécula de gas que se transporta. De esta forma, se asegura que el hidrocarburo que se envía a Marruecos no proceda de los yacimientos argelinos. El recorrido que sigue todo el proceso desde que llega el GNL a través de los metaneros hasta las regasificadoras españolas es sencillo.
Primero, una vez que el buque descarga el hidrocarburo, se regasifica para ser convertido en gas natural y que pueda ser así transportado por un tubo, en este caso la interconexión con Marruecos. Esa operación tiene un coste económico, que son los ya mencionados peajes de regasificación y que los ingresa el sistema gasísitico de nuestro país, que vienen a ser todas las infraestructuras que lo componen: de Enagás a Redexis. Luego es la comercializadora la que repercute en la empresa marroquí la demanda del gas procedente de España.