La sequía anticipa un verano con escasez de sandía y precios disparados
Hay 2.500 hectáreas menos sembradas que el año pasado en Almería y Murcia, aproximadamente la mitad de lo que debería haber sembrado en estas fechas
La sequía anticipa un verano con escasez de sandía.
La falta de agua anticipa que la sandía volverá a no ser apta para todos los bolsillos este verano. La sequía asfixia ya al 60% del campo español, según denuncian los agricultores. La situación en la provincia de Almería es extrema, con el cereal perdido prácticamente al completo, el almendro en situación muy grave y con una importante disminución en cultivos como la sandía.
El año pasado, el coste de esta fruta se triplicó con respecto a junio de 2021. Concretamente, en junio de 2021 el precio de la sandía en origen era de 0,2€/Kg. El año pasado se incrementó a 0,72€/Kg. Según el índice de precios en origen y destino de los alimentos de COAG correspondiente al mes de mayo del año pasado, la sandía pasó en origen de 0,87 euros a 2,56 en destino, un 156% más.
Este año, la situación podría repetirse debido a la sequía. En este momento, la sandía temprana -que es la que se está empezando a recolectar-, no tiene problemas de producción. «Son sandías de invernadero, se van a mantener los mismos niveles de producción que tuvimos el año pasado», asegura Andrés Góngora, responsable estatal de frutas y verduras de COAG. Sin embargo, es a partir de mayo cuando puede haber problemas, según reconoce en conversación con THE OBJECTIVE.
En estas semanas arranca el cultivo de la sandía al aire libre, fundamentalmente en el norte de la provincia de Almería y en algunas zonas de la Región de Murcia. También en el bajo Guadalquivir, en Sevilla y Córdoba. Luego, la ‘ruta de la sandía’ continúa en julio y agosto en Alicante y en el interior de Castilla la Mancha.
«El problema nos viene en la sandía media. Esa sandía debería estar sembrada hace un mes, en el norte de la provincia de Almería y en la Región de Murcia, y en un porcentaje importante no se está sembrando porque falta agua», explica Góngora. Concretamente, ya hay 2.500 hectáreas menos sembradas que el año pasado en estas zonas. «Aproximadamente la mitad de lo que debería haber sembrado en estas fechas», añade.
El problema es que no hay agua. «No hay garantía de abastecimiento y entonces los agricultores no se meten en esa inversión de plantar sandía si no tienen garantizada el agua hasta el final de la cosecha para que sea un cultivo óptimo», asegura. Por ello, el responsable estatal de frutas y verduras de COAG señala que «sandía va a faltar en el mercado». Escasez de oferta que tendrá su reflejo en los precios. El ciclo de una sandía desde que se siembra hasta que se recolecta es como mínimo de tres meses en pleno verano, por lo que si la siembra se ha reducido a la mitad en estas regiones notaremos la falta de esta fruta durante junio y julio, previsiblemente.
Menos agua, menos cultivo
La comisión de embalse de Guadalquivir se reúne esta semana. Reunión en la que se va a determinar el nivel de agua disponible para regadío. Eso va a determinar la sandía de Sevilla. «Todo apunta a una reducción de agua disponible del 25% con respecto al año pasado, que ya veníamos con una rebaja. Con esa reducción, probablemente se siembre un 25% menos», anticipa.
Los agricultores tachan la situación de preocupante con una sequía generalizada que se está dando prácticamente en todo el país y que está comprometiendo gravemente en este momento diversos tipos de cultivos, con especial gravedad aquellos cultivos de cereal en tierras de secano.
Andalucía, en la peor situación
Sin duda es la cuenca andaluza que se encuentra en peor situación, el volumen embalsado en los 48 embalses de regulación de la cuenca asciende a 2.065 hm³ (25,7% de la capacidad total de embalse) un 10,8% menos que hace un año. Por quinto año consecutivo, las aportaciones a los embalses recibidas durante el año hidrológico no han permitido recuperar el volumen que se desembalsa durante la campaña de regadío. Situación similar a la sequía del 95, según COAG.
La situación es tan grave que, al igual que la sandía, se están dejando de sembrar otros cultivos. En la zona del Bajo Guadalquivir y Cádiz, por ejemplo, van a dejar de sembrar el tomate de industria y otros hortícolas como zanahoria, brócolis o coliflores. También se está dudando sobre si sembrar algodón, típico de estas comarcas, por la falta de agua.
