Deutsche Bank ficha a Zapatero como asesor para negociar con Moncloa el control de Celsa
El expresidente tratará de evitar el veto del Gobierno a través del escudo antiopas, prolongado hasta 2024, que le permite intervenir en esta operación
El expresidente del Gobierno José Luís Rodríguez Zapatero es la nueva baza de los fondos de acreedores, liderados por Deutsche Bank, para hacerse con el control de la empresa catalana Celsa. Pasará a asesorar a la compañía de servicios financieros, un gesto nada casual al tener que negociar con La Moncloa para que autorice la operación, que puede cortar con su poder de veto gracias a la ley antiopas, tal y como adelanta El Confidencial.
Fuentes consultadas por el citado medio afirman que el banco y otras seis entidades implicadas en la operación han accedido a la cartera de clientes del que fuera presidente del Gobierno entre 2004 y 2011 a través de la consultora externa Kreab, que en los últimos años ha fichado a varios exaltos cargos políticos -como Miguel Ferré, exsecretario de Estado de Hacienda con Cristóbal Montoro; Rafael Catalá, exministro de Justicia; o José Bono exministro de Defensa y expresidente del Congreso de los Diputados– para que ejerzan de lobistas.
Zapatero, al servicio de Celsa
Celsa está pendiente de la decisión judicial que decidirá si aprueba el plan de reestructuración por el que los fondos tenedores de la deuda de más de 3.000 millones que arrastra la compañía se quedarían con el 100% del capital. Zapatero ayudará en una cuestión de la que están atentos gran parte de los fondos y los bancos internacionales ante la jurisprudencia que se sentaría en los casos que afectan a empresas sobre las que pasaría a aplicarse el real decreto antiopas.
Esta normativa es una de las normas estrella del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien decidió, en el pasado mes de diciembre, alargarla hasta 2024. Por ella ningún inversor podrá adquirir el 10% de una empresa del Ibex 35 que sea considerada estratégica por el Gobierno o de las compañías que se consideren esenciales para la industria del país.
Entre las afectadas se encuentra Celsa, rescatada este verano por el Ministerio de Hacienda a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) con un desembolso de 550 millones de euros, el mayor concedido por este departamento en toda su historia.
El Confidencial recuerda que el Gobierno ha intervenido en otras ocasiones en esta operación en favor de la familia Rubiralta, propietaria de la compañía, y que incluso trató de negociar con el presidente de Deutsche Bank de desbloquear el conflicto y encontrar una forma de solventar los impagos. Las conversaciones cayeron en saco roto ante la desconfianza de la entidad por los anteriores impagos de los administradores de Celsa.
El Govern de la Generalitat, a través de los gestos de Pere Aragonès en favor de la familia Rubiralta -a quienes prometió que no dejarían solos- y el conseller de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, que mantuvo un encuentro con el secretario general de Asuntos Económicos de Presidencia del Gobierno, Manuel de la Rocha, en La Moncloa que no fructificó.