Tres compañías controlan el 60% de los seguros de salud en pleno récord del sector
SegurCaixa Adeslas ocupa el primer puesto en el ranking de aseguradoras. Le siguen Sanitas y Asisa
El mercado de los seguros privados de salud está dominado por tres grandes compañías: SegurCaixa Adeslas, Sanitas y Asisa. Las tres abarcan casi el 60% de la cuota de los seguros de salud de toda España, cuando en la actualidad hay 64 empresas médicas de seguros. SegurCaixa Adeslas ocupa el primer puesto en el ranking de aseguradoras, con un volumen de primas de 3.054 millones de euros y una cuota de mercado del 28,9%. Le siguen Sanitas y Asisa que ocupan el segundo y tercer puesto respectivamente, con una cuota de mercado del 15,4% y 13,3%, y unos ingresos de 1.633 y 1.403 millones de euros, según el último informe de la Fundación IDIS.
Todo esto tiene lugar en un momento récord del sector con una tasa de crecimiento anual del 3,95% en el periodo 2017-2022. De esta forma, en 2022, se registraron un total de 12,6 millones de asegurados , lo que supone un crecimiento del 4% respecto a las cifras de 2021 y el dato más elevado desde que empezó a medirse estos parámetros. Además, las primas se han encarecido en los últimos cinco años un 30% (mientras que la retribución a los médicos lo ha hecho en el mismo periodo entre un 1 y un 5%). En 2022, el mercado de los seguros privados de salud facturó 10.001 millones, con un incremento en este periodo de un 5,18%, según el informe ‘Sanidad privada, aportando valor 2023‘, que también señala que los centros privados realizan entre el 28% y el 42% de la actividad hospitalaria del SNS.
Nueve compañías acaparan el 80% del mercado
El sector de los seguros privados de salud en España está formado por 64 compañías, sin embargo, nueve de ellas se reparten el 80,3% del mercado. A las mencionadas anteriormente, hay que sumar DKV (7,3%), Mapfre (6,8%), AXA (2,4%), IMQ (2,5%), Assistència Sanitària (2%) y FIATC (1,7%). Las otras 55 se reparten el porcentaje restante (19,7%) de los seguros médicos y unas primas totales de 1.540 millones.
El estudio también destaca como las comunidades autónomas de Madrid (37,7%), Cataluña (31,2%) y las Islas Baleares (30,3%) tienen porcentajes altos de penetración del seguro privado respecto a la media, todas ellas superiores al 30%. Por el contrario, el gasto público per capita destaca en comunidades autónomas como Murcia, Cataluña y País Vasco, con un gasto estimado per capita superior a los 2.150 euros.
En este sentido, se observa que aquellas comunidades con una penetración más baja del seguro privado cuentan con un gasto sanitario público más elevado, «lo que hace pensar que en las comunidades con mayor penetración del seguro privado se pueden generan ciertos ahorros al sistema». Murcia, con la tasa de penetración del seguro privado más baja (13%), presenta la mayor estimación de gasto público per capita (2.450 euros); por el contrario, la Comunidad de Madrid, que es la región con mayor tasa de penetración, muestra un gasto sanitario para las arcas del Estado de 1.739 euros por persona, el menor de España.
Investigación de la CNMC
La Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) ha constatado que las grandes compañías de seguros controlan 10 puntos más de cuota de mercado que hace una década, con el 60% de la cuota concentrada en Adeslas, Sanitas y Asisa. Esa concentración en el sector no se ha frenado desde 2010. Como consecuencia, si entonces había 109 empresas de seguros sanitarios, a día de hoy sobreviven 64, según la Dirección General de Seguros.
Esta situación ha llevado a la CNMC a poner en marcha una investigación sobre el estado del mercado de los seguros de asistencia sanitaria en España, con el objetivo de «identificar barreras a la competencia en este sector», según ha informado en un comunicado. De esta forma, el regulador sigue de cerca varios movimientos que están llevando a cabo las compañías y analiza aspectos como la concentración en la oferta de los servicios sanitarios o la relación entre entidades aseguradoras y prestadoras de servicios sanitarios.
Además, hay dos prácticas que «preocupan» especialmente al regulador. Por un lado, la integración entre compañías de seguros y servicios hospitalarios y, en el caso de los pacientes, lo que se describe como «pacientes prisioneros de sus aseguradoras». Esto es, las compañías de seguros suelen aumentar las primas que cobran a sus clientes si alguien tiene una enfermedad previa -antes de firmar el seguro–, pero tienen prohibido cobrarles más si esa enfermedad se produce durante la cobertura. No obstante, lo que ocurre es que si un paciente enferma habiendo firmado un seguro, queda prisionero de esa compañía porque otras aseguradoras no van a permitir su traslado.