El Sabadell aumenta un 16% los puestos directivos tras hacer dos ERE para ahorrar
En el último año se han producido 108 ascensos entre los trabajadores de la entidad
El Sabadell ha decidido ascender a puestos directivos a algo más de un centenar de empleados en el último año, una medida que se produce después de aplicar los dos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) para ahorrar costes y en paralelo al aumento de su plantilla tras los ajustes.
La entidad, en concreto, ha incrementado en doce meses los cargos de alto rango un 16% al premiar a 108 trabajadores, según los datos recopilados por THE OBJECTIVE. Tras ello, el número de personas que tienen cargo de directivo se ha situado en 788. Es decir, que un 4% de la plantilla se encuentra en lo alto del escalafón.
Los ascensos en el Sabadell han beneficiado tanto a hombres como mujeres, aunque son los primeros los que más han conseguido elevar su categoría. Del total, 58 son varones, mientras que las restantes 50 son féminas, de acuerdo con las cifras aportadas por el propio banco en su informe del primer semestre del ejercicio presente. No obstante, aún existe diferencia por sexos en cuanto a la composición global al duplicar el personal directivo masculino al femenino (534 frente a 254).
El Sabadell eleva la plantilla en 430 personas
La entidad dirigida por César González-Bueno cuenta en la actualidad con 19.405 trabajadores, principalmente en España y Reino Unido. En los últimos doce meses, tras cerrar los ERE para un total de 3.400 empleados en nuestro país y llevar a cabo otro ajuste en las islas británicas para recortar costes y seguir en solitario, ha comenzado a cubrir vacantes y reforzar su estructura de recursos humanos en el marco, sobre todo, de la mayor digitalización de los procesos operativos.
Así, en un año el Sabadell ha ampliado su plantilla en 430 empleados, es decir, un 2,2%. La inmensa mayoría de estas contrataciones se ha ubicado en el territorio nacional, al totalizar 374, y subir los trabajadores en España hasta las 12.726 personas.
Los nuevos directivos cuentan con distinto rango y funciones, ya que la cúpula -el nivel ejecutivo más elevado- está compuesta por once miembros bajo la tutela del consejero delegado. Los datos reflejan que el grueso de la fuerza laboral del Sabadell está formada por especialistas, buena parte de los cuales operan en las sucursales, ya que éstos suman 12.753. Pero, a diferencia de lo que ocurre con los directivos, en este caso las mujeres son mayoría en esta categoría, al ser 7.339 en contraposición con los 5.414 hombres.
El resto de tipologías de personal del Sabadell son mandos intermedios, que han avanzado hasta los 3.387, y administrativos, que llegan a 2.447 administrativos. Todos ellos han permitido, junto a la subida de los tipos de interés, que el banco mejorara un 43,6% sus beneficios en los seis primeros meses de 2023.
Las previsiones de la entidad son positivas para el conjunto del ejercicio. Hasta el punto que hace meses tuvo que admitir errores estratégicos en el plano comercial y subir los objetivos de venta al quedarse corto en las estimaciones iniciales.
El aumento de directivos, las nuevas contrataciones y el alza de los salarios pactado en la negociación colectiva del sector han empeorado, eso sí, los niveles de gastos del grupo. El Sabadell en el primer semestre de este año ha destinado más dinero a costes de personal por dichos motivos, dejando en el aire los ahorros pretendidos con los ajustes llevados a cabo tanto en 2021 como en 2022 en el marco de los dos ERE.
La partida de gastos laborales del banco ascendió en junio a 716 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 3,2%. Hay que tener en cuenta que las retribuciones de la plantilla han subido, debido al pacto sectorial, en torno a un 4,5%.
La situación podría ser peor, en este sentido, en un futuro no muy lejano, ya que los sindicatos están presionando a todas las entidades para que se sienten de nuevo a negociar y aumentar otra vez las remuneraciones de los trabajadores ante la persistente inflación. Se espera que a la vuelta de las vacaciones las reivindicaciones se intensifiquen y la patronal se vea obligada a dialogar para intentar alcanzar una entente cordial con el fin de evitar la conflictividad laboral a través de protestas, huelgas o manifestaciones.