Los bancos se deshacen de 1.300 millones en pisos pese al desplome del sector inmobiliario
Las seis principales entidades recortan los inmuebles en propiedad un 8,2% en el primer semestre, hasta 14.812 millones
Viviendas en construcción. | Europa Press
La banca se ha deshecho de pisos y terrenos en cartera por un importe bruto total de 1.331 millones en el primer semestre del año pese al desplome inmobiliario como consecuencia de la subida de los tipos de interés y la incertidumbre política. Las principales entidades han podido reducir en esta cantidad el volumen de activos adjudicados, lo que ha rebajado el stock de viviendas que acumulan desde la pasada crisis financiera un 8,2%.
De acuerdo con los datos recopilados por THE OBJECTIVE, los seis bancos cotizados —Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, Bankinter y Unicaja— acumulan tras las ventas realizadas viviendas y suelos por valor de 14.812 millones de euros.
El ritmo de ventas del sector, eso sí, se ha desacelerado con respecto a 2022 y los años anteriores, pero contrasta con la caída de operaciones que experimenta el conjunto del sector inmobiliario. Los pisos desaguados por las mayores entidades disminuyeron prácticamente la mitad que en el ejercicio pasado, cuando éstos se recortaron un 14,5%. Desde la covid y hasta diciembre el conjunto de las entidades limpió de su balance un tercio de los adjudicados. Las transacciones, a nivel global, en nuestro país, por contra, bajaron en junio a tasas del 6,4%, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El banco que más pisos ha logrado colocar tanto a clientes particulares como a fondos en grandes lotes de cierta magnitud ha sido Bankinter, que ha mermado en un 21,6% el volumen de inmuebles. Eso sí, su cartera es la más pequeña, con gran diferencia, de todo el sistema nacional, ya que apenas dispone de 54 millones de euros en viviendas y terrenos.
El Santander, la entidad que más pisos tiene en cartera
El grupo financiero que más inmuebles tiene en propiedad es el Santander, ya que están valorados —sin los ajustes por deterioros— de 5.921 millones de euros. La entidad cántabra, eso sí, es la que más ha bajado el stock en términos económicos, al haber transferido adjudicados por impagos por un importe de 500 millones. En porcentaje, en cambio, el descenso del banco es inferior a la media, al limitarse al 7,8%.
Caixabank es la segunda entidad que más pisos y suelos suma, por 4.461 millones, después de haber disminuido los activos en un 7,7% entre enero y junio (373 millones de euros) Por su parte, BBVA posee un total de inmuebles por valor de 1.533 millones, tras la reducción de los mismos en un 12% (211 millones de euros).
Por último, Unicaja todavía cuenta en balance con 1.881 millones de viviendas y terrenos (un 7,6% menos que en diciembre o 156 millones de euros), pese a ser la más pequeña de las seis entidades cotizadas, y el Sabadell, con 958 millones (un 7,1% inferior que a cierre del año pasado o 74 millones).
A lo largo de los años los bancos han podido rebajar drásticamente este lastre, que puso contra las cuerdas al sector en 2011 y 2012, ante la caída de las inmobiliarias por el pinchazo de la burbuja y la entrada de pisos por el aumento significativo de la morosidad. Hasta el punto que España se vio obligado a tener que solicitar un rescate para una parte del sistema. Una parte importante de la limpieza se produjo en 2017 y 2018, cuando el sector colocó a fondos de inversión carteras millonarias, que incluyeron en algunos casos préstamos impagados.
Pese a este cambio radical, los inmuebles siguen aportando pérdidas a la banca. Las últimas cifras reflejan que las compañías creadas para administrar los pisos en propiedad agrandaron en 2022 su agujero en unos 400 millones de euros.
Es probable que la evolución tan positiva en las ventas de los bancos se detenga en los próximos meses. La incertidumbre política, resultado de la elecciones, y la posibilidad de que Pedro Sánchez se mantenga en La Moncloa hacen presagiar una atonía mayor del mercado inmobiliario, castigado por la entrada en vigor de la nueva ley de vivienda. Un factor se une al encarecimiento de las hipotecas por las subidas de los tipos de interés por parte del BCE, que están hundiendo la actividad hipotecaria.
Antes de los comicios la banca confiaba en un cambio de rumbo y en una mejora de este segmento ya que las encuestas vaticinaban la llegada al poder de PP, con Alberto Núñez Feijóo al frente. Esta formación había prometido modificar la regulación impulsada por el PSOE, que dificulta los desahucios ante situaciones de insolvencia u ‘okupación’.
