La banca prevé que habrá un tirón en las hipotecas si Feijóo llega a La Moncloa

La banca se muestra más optimista sobre el mercado de las hipotecas gracias al adelanto electoral y las expectativas a que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pierda el poder. Las entidades esperan que una vez que pasen las elecciones el negocio vuelva a recuperarse, ya que hay una bolsa de demanda que está a la espera de los resultados de los comicios que, con el anticipo, se celebrarán el 23 de julio.

Según las fuentes financieras consultadas por THE OBJECTIVE, esta recuperación de la actividad se dará siempre y cuando el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, llegue a la Moncloa. Su llegada, según explican las mismas fuentes, restará a priori incertidumbre en el sector inmobiliario, que ha sido castigado con determinadas medidas por parte del Gobierno de coalición del PSOE con Podemos en los últimos años, como la nueva Ley de la Vivienda

Aun así, en la banca se da por hecho que las ventas no alcanzarán este año los niveles de 2022, ya que hay que tener en cuenta otros factores negativos, como son la subida de los tipos de interés y la incertidumbre sobre la evolución de la economía y la inflación, y que se comparan con cifras muy elevadas.

«Sorprende» el desplome en las hipotecas

Antes de que Sánchez anunciara el adelanto de las elecciones, algunas entidades (BBVA y Caixabank) vaticinaban una caída para el conjunto del año en la comercialización de hipotecas de entre el 25 y el 35% para el presente año. Ahora, el conjunto de los bancos prevé que el descenso vuelva a ser inferior al 10%, aunque para ello se tienen que dar ciertas condiciones. Una de ellas es que el entorno político sea más claro y, por tanto, se borren algunas inestabilidades que están ensombreciendo el mercado desde hace ya unos meses.

Según explica de manera oficial la Asociación Hipotecaria Española (AHE) en su último informe sobre la evolución de los préstamos para la adquisición de pisos, «sorprende que con una actividad económica respondiendo bien, aunque en desaceleración, la dimensión de la contracción de la actividad sea de doble dígito». Esto, añade, «nos lleva a pensar que podría haber algún comportamiento de esperar y ver hasta que el «panorama político, económico e inmobiliario sea más nítido».

Esta organización, de las que son miembros los principales bancos de nuestro país, explica que la formalización de nuevas hipotecas registró un descenso del 15% en el primer trimestre de 2023 en contraste con el incremento del 17% que se anotó en el mismo periodo del año anterior. «Siendo más demoledora la contracción si se excluye el volumen de operaciones renegociadas para mejorar las condiciones de financiación originales», agrega.

La banca considera que este desplome no se corresponde con la fortaleza del empleo y el crecimiento del PIB, pese a la coyuntura tan negativa por el alza de la inflación y la escalada récord de los tipos de interés y, por ende, del euríbor, hasta el 4%. En abril, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el hundimiento de las ventas se aceleró, ya que éstas bajaron casi un 19%.

«La subida de los tipos de interés era de esperar que enfriara el mercado, pero quizá haya otros elementos que también hayan contribuido a que en esta primera parte del año la actividad inmobiliaria haya sido más floja de lo esperado, como puede ser un eventual aplazamiento de las decisiones de compra ante la perspectiva de que el horizonte de precios residenciales y de las condiciones financieras mejore a futuro, o bien que algunos inversores estuvieran esperando a ver cómo se resuelve el panorama político en los próximos comicios para tomar una posición al respecto», señala la AHE.

Hay que tener en cuenta que las elecciones, en principio, se iban a celebrar en diciembre, de ahí que las estimaciones anteriores fueran más catastrofistas que en la actualidad sobre la evolución de la compra de pisos y, por tanto, de la petición y concesión de hipotecas.

El alza del euríbor ha llevado a que haya mayores amortizaciones anticipadas de préstamos y que las cancelaciones ya igualen a las nuevas operaciones. Pero lo que no está teniendo mucha acogida pese al golpe de los tipos son las medidas de ayudas pactadas entre el Gobierno y la banca el pasado noviembre. Los datos apuntan a que solo unos 15.000 titulares de hipotecas ha solicitados acogerse a una de las iniciativas disponibles para aliviar sus cuotas mensuales, frente al millón que un principio estimaba el Ejecutivo.

Estas bajas peticiones serán analizadas este jueves en la reunión que mantendrán las patronales del sector, AEB y CECA, con el Ministerio de Economía. Un encuentro que la ministra Nadia Calviño aprovechará para reclamar a la banca a elevar los intereses que ofrecen por los depósitos, tal y como adelantó hace diez días.