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El giro inesperado de Erdogan da alas a BBVA en Turquía y espanta una catástrofe

El banco respira al cambio en la política monetaria, que vuelve a la ortodoxia, y su filial otomana se dispara a máximos

El giro inesperado de Erdogan da alas a BBVA en Turquía y espanta una catástrofe

El presidente de BBVA, Carlos Torres | BBVA

El giro inesperado del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, en política monetaria para controlar la inflación está dando alas a BBVA en el país. La victoria del mandatario a finales del mayo en las elecciones conmocionó a los mercados y al banco español, ya que todo hacía presagiar que iba a mantenerse fuera de la ortodoxia financiera. Los inversores alertaron entonces de un hundimiento de la lira y de una nueva oleada de fuga de capitales, provocando así una catástrofe.

Pero, contra todo pronóstico, el mandatario ha virado por completo su posición, nombrando a un nueva presidenta del Banco Central, exbanquera en EEUU, para embridar lo máximo posible la escalada de los precios, que se sitúa en torno al 40%, aunque llegó a estar por encima del 80%. Su llegada al organismo monetario ha conllevado la primera subida de los tipos, del 8,5% al 15% en dos años. Además, ha nombrado ministro de Economía a un defensor de las reglas clásicas para estabilizar la situación.

Por el momento, la lira ha frenado su desplome y las cotizaciones de los bancos, entre ellos la filial de BBVA, Garanti, se han disparado. En su caso, la franquicia del grupo que preside Carlos Torres ha vuelto la zona de máximos históricos que alcanzó en la primera ronda de los comicios, cuando las encuestas vaticinaban un vuelco con la pérdida del poder por parte de Erdogan tras veinte años. En un mes, desde que el mandatario otomano revalidó su cargo, las acciones de la franquicia de la entidad española han avanzado un 28%, hasta las 32 liras, según los cálculos realizados por THE OBJECTIVE.

Alivio en un parte importante de la cúpula de BBVA

El nuevo rumbo, en contra de los pronósticos, ha aliviado a una parte importante de la cúpula de BBVA, que estaba preocupada por las consecuencias. De hecho, el Banco de España había advertido en abril de los efectos que podrían tener las políticas laxas de Erdogan, que iban en contra de la norma, y otras iniciativas, elevando así sus temores por el impacto que podría tener sobre el grupo nacional.

Otros miembros de la alta dirección y el consejo de BBVA, en cambio, están menos satisfechos con esta situación, ya que esperaban un cambio de poder en Turquía para poner en marcha la operación derribo del consejero delegado de la entidad, el otomano Onur Genç, aunque sea positivo para los intereses del grupo. El éxito del presidente del país del Bósforo ha salvado la cabeza del ‘número dos’ del conglomerado financiero.

La evolución de la economía turca es clave para los intereses del banco español, ya que representa su tercer mayor mercado. Allí, además, ha depositado una inversión de 9.000 millones de euros desde su desembarco, después de que hace un año reforzara su posición en Garanti hasta el 86%.

BBVA siempre ha sido plenamente consciente del entorno tan complejo y ya a principios de este año anticipó que los retornos en Turquía iban a mermarse a la mitad. Ahora, tras el giro dado por Erdogan, las expectativas podrían ser mejores, ya que una subida de los tipos incrementa a corto plazo los ingresos y, en el medio y largo plazo, pueden reducir la inflación y estabilizar la economía, dando una mayor confianza a la inversión.

Eso sí, si el Banco de Turquía continúa apretando y elevando los tipos de interés, la filial de BBVA podría sufrir un deterioro en los siguientes meses con un aumento de la morosidad y una bajada de la actividad. Estas dos variables han mantenido en los últimos dos años un comportamiento muy favorable, principalmente el volumen de crédito concedido, una de las claves de la estrategia de Erdogan para evitar el colapso de la economía y mantener sus posibilidades para ser reelegido como presidente.

El año pasado, fruto de la excesiva inflación y a pesar de esta buena evolución del negocio, BBVA dejó de ganar unos 1.500 millones de euros en 2022, una cantidad que se ha elevado en otros 300 millones en el primer trimestre de 2023.

En la actualidad, la participación de BBVA en Garanti alcanza los 4.000 millones, es decir, menos de la mitad de lo que ha destinado desde que inició su aventura turca. Este bajo importe se debe al batacazo de la lira frente al euro, pese a la subida a máximos históricos de los títulos.

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