El auge del turismo castiga a Canarias y Baleares con la inflación más elevada del país
Los precios se han encarecido más de un 3% en los últimos 12 meses en ambas comunidades
Las Islas Canarias y Baleares son las comunidades más castigadas por la inflación en el último año. Concretamente, el archipiélago balear ha visto incrementados los precios en los últimos 12 meses un 3%, en lo que va de año un 3,2%. Por su parte, las Islas Canarias lo han hecho un 3,6% en el último año, una subida del IPC que se modera si nos centramos en lo que llevamos de año al 2,5%.
Ambas comunidades son, junto con las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, los territorios donde más se han incrementado los precios. En el caso de Ceuta y Melilla el aumento es aún mayor y superior al 4% aunque obedece, según los expertos consultados, a una idiosincrasia propia de estos territorios difícilmente comparable al resto de España.
En el caso de las islas, la explicación la encontramos en el turismo. «Es por el peso que tiene el turismo en Canarias y Baleares. El turismo resulta inflacionario porque aumenta la demanda», explica Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas, a THE OBJECTIVE. En las islas, al igual que ocurre en las principales zonas costeras de España, «la inflación la está produciendo este sector porque han aumentado los precios considerablemente de los paquetes turísticos», añade el economista.
La demanda muy fuerte y una ocupación media que ha recuperado ya la cifra del año 2019 es favorable para el PIB, pero es inflacionaria. «Los paquetes turísticos y los hoteles han subido mucho aprovechando la gran demanda que hay en todo lo que son destinos turísticos. También en la costa del soy y en otras zonas», lo que ha disparado la inflación en estas regiones.
Turismo y alimentos, disparados
La inflación en España continúa en niveles bajos con respecto a otros países europeos. Sin embargo, los precios sufrieron un repunte de cuatro décimas con respecto a junio y el IPC se situó en el 2,3% en el mes de julio. La tasa anual de la inflación subyacente aumentó por su parte tres décimas, hasta el 6,2%.
Sin embargo, aunque el IPC general esté en niveles más moderados, hay dos componentes que no dejan de crecer. Se trata de los alimentos y del turismo. Los paquetes vacacionales se han encarecido un 49,8% en lo que va de año. El sector turístico ha experimentado una notoria subida en los precios.
Por otro lado, los alimentos se encarecieron un 10,8% en el último mes. El precio de las frutas frescas subió 8,8 puntos porcentuales con respecto al mes anterior, y el aceite de oliva, lo hizo en cinco puntos porcentuales. El aceite de oliva, de hecho, se ha encarecido un 38,8% en los últimos 12 meses y se espera que continúe creciendo en otoño. Apunta, de hecho, a unos niveles nunca vistos tras el verano.
Mayor recaudación
Otra derivada que trae consigo la inflación y el turismo es el incremento de la recaudación. En concreto, en junio aumentó un 8,7% la recaudación de los ingresos en el Impuesto sobre Labores del Tabaco, figura que había estado perdiendo ingresos hasta mayo. Lo hizo hasta los 623 millones de euros frente a los 573 que Hacienda recaudó por el mismo tributo en junio del año pasado, según el informe mensual de recaudación tributaria.
Por su parte, el aumento de los ingresos en los impuestos sobre el alcohol fue del 8% hasta los 98 millones de euros, frente a los 91 millones de euros obtenidos durante el mismo mes del año anterior, reduciéndose el descenso en el año al 4,9%, tal y como contamos en THE OBJECTIVE. Un aumento en la recaudación que según los expertos consultados por este diario se debe a varios factores, como el aumento del turismo a partir del mes de junio. «La recaudación depende del consumo y sí, el turismo y las vacaciones han podido aumentar el consumo de ambos», asegura el economista Ignacio Ruiz-Jarabo, exdirector de la Agencia Tributaria y expresidente de la SEPI.
«Estamos hablando de un movimiento de españoles que van a otro lugar y extranjeros que nos visitan, hablamos de casi que se multiplica por seis el numero de personas que se mueven en el territorio. Esto supone muchos ingresos en este tipo de gasto no solo en tabaco, también en alimentación en ocio y en gasolina», asegura Francisco García Pascual, decano de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la Universidad Europea a THE OBJECTIVE.