China acelera su apuesta por el carbón y aumentará un 33% su capacidad de producción
El país asiático cuenta con 243 gigavatios de centrales de carbón en construcción y autorizadas
China continúa con una estrategia completamente diferente a la de Occidente. Mientras la Unión Europea y Estados Unidos se ‘pelean’ por dejar atrás los combustibles fósiles para abrazar inversión verde, el gigante asiático, aunque está apostando también por la solar y la eólica, no olvida las centrales de carbón y mantiene su mira en ellas. Así, el último informe del Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio (CREA por sus siglas en inglés), asegura que «si se incluyen los proyectos actualmente anunciados o en fase de preparación pero aún no autorizados, la capacidad de generación de electricidad a partir de carbón en China podría aumentar entre un 23% y un 33% con respecto a los niveles de 2022«.
El centro de investigaciones subraya que «en la mayoría de los lugares en los que se están construyendo nuevas centrales de carbón ya existen muchas, reduciendo la capacidad para la energía solar o eólica. Por ejemplo, la ciudad de Hubei tiene 24 gigavatios de energía eólica y solar, frente a 36 GW de carbón, mientras que la ciudad de Jiangsu la cifra de producción de carbón y de gas es de 105 gigavatios frente a los 52 de capacidad eólica y solar».
China cuenta actualmente con 243 gigavatios de centrales de carbón en construcción y autorizadas. Si se incluyen los proyectos actualmente anunciados o en fase de preparación, pero aún no autorizados, la cifra asciende a 392 gigavatios. Desde el centro de investigaciones alertan: «A menos que se interrumpa inmediatamente la concesión de permisos, China no podrá reducir la capacidad eléctrica de carbón durante el decimoquinto plan quinquenal (2026-2030) sin la consiguiente cancelación de los proyectos ya autorizados o la jubilación anticipada masiva de las centrales existentes».
En unos días tendrá lugar la cumbre del G-20 en China y son muchas las voces que apuntan a que el presidente chino, Xi Jinping, no aparecerá. Aunque entre los principales motivos destaca la tensión de su país con la India, que será donde se celebre la cita, existen también otros puntos de fricción. Así, según recoge Financial Times, «diplomáticos occidentales y analistas indios afirman que los funcionarios chinos han sido negociadores difíciles en los grupos de trabajo previos a la cumbre en ámbitos que van desde la salud al cambio climático«.
La energía de carbón sigue expandiéndose por todo el territorio chino, a pesar de las promesas y objetivos del gobierno de Xi Jinping. En el primer semestre de 2023, se inició la construcción de 37 gigavatios (gw) de nueva capacidad eléctrica de carbón, se autorizaron 52 gw, se anunciaron 41 gw de nuevos proyectos y se reactivaron 8 gw de proyectos previamente archivados. De los proyectos autorizados, 10 gigavatios ya han comenzado a construirse.
«La concesión de permisos continuó a buen ritmo en el segundo trimestre y, en algunas provincias, las nuevas centrales eléctricas autorizadas están iniciando rápidamente la construcción, mientras que en otras, los promotores podrían estar asegurando los permisos por si acaso y no apresurándose a iniciar las obras. De las centrales autorizadas en 2022, cerca de la mitad (52 gw) habían empezado a construirse en el verano de 2023″, se desprende del informe.
La puesta en servicio de centrales de carbón se duplicó interanualmente, con 17,1 GW añadidos a la red en en el primer semestre de 2023. Es la primera vez que se ven los resultados de la aceleración de la autorización de nuevos proyectos y la reanudación de proyectos suspendidos en 2020. La concesión de permisos se disparó tras el inicio de la pandemia de la Covid-19, a principios de 2020, y los proyectos que se habían suspendidos se reiniciaron al expirar las políticas de exceso de capacidad a finales de 2020.
Las recomendaciones
Desde el Centro CREA recomiendan al país asiático una serie de directrices para reconducirse hacia los objetivos climáticos. «Controlar estrictamente la nueva capacidad eléctrica de carbón y rechazar o revocar los permisos a proyectos que no sean necesarios para apoyar la estabilidad de la red o apoyar la integración de energías renovables variables, acelerar la inversión en generación de energía limpia para satisfacer plenamente el crecimiento de la demanda de electricidad y dejar de aumentar la generación de energía a gran escala a partir del carbón».
Por otro lado, apuntan al almacenamiento como pieza clave para hacer útil la energía renovable. «Aumentar la inversión en almacenamiento, flexibilidad y transmisión de electricidad en las regiones de la red. Crear condiciones equitativas para las diferentes tecnologías de almacenamiento, respuesta a la demanda y generación para satisfacer los picos de demanda, y permitir que las tecnologías limpias de flexibilidad aumenten su escala».