Los aeropuertos de Barajas y El Prat acumulan el 56% de las reclamaciones de los pasajeros
Julio deja un récord en la llegada de turistas internacionales superando por primera vez los 10 millones
Los aeropuertos de Adolfo Suárez Madrid-Barajas y Josep Tarradellas Barcelona-El Prat han sido los que más reclamaciones han recibido este verano, con un 35,5% y un 20,1% de las quejas respectivamente. Es decir, entre ambos, registran el 55,6% de todas las reclamaciones de viajeros que se ponen en España, según los datos de la empresa Reclamio.com, especializada en gestionar las reclamaciones de los pasajeros aéreos.
Unas cifras acordes con el volumen de pasajeros de estos aeródromos, los mas importantes del país. El año pasado, el aeropuerto Adolfo-Suárez sumó 50,6 millones de viajeros que le situaron en el decimoquinto puesto de la tabla mundial elaborada por el Consejo Internacional de Aeropuertos. Unas cifras que es muy posible que se superen este año. De hecho, según los primeros datos que vamos conociendo indican que este verano se pulverizarán estas cifras con llegadas récord, incluso superando datos prepandemia.
España recibió hasta julio 47,6 millones de turistas que gastaron casi 60.000 millones el pasado mes de julio, según los últimos datos de Frontur publicados el pasado viernes. Solo en el séptimo mes del año llegaron a España un total 10,1 millones de turistas internacionales, un 11,4% más que en el mismo mes de 2022. Esta cifra supera también, en un 2,6%, la del mismo mes de 2019 firmando el mejor julio de la historia.
«Llevamos dos años de recuperación de los efectos de la pandemia en el turismo, pero este año está siendo especialmente intenso», asegura Francisco García Pascual, autor del estudio y decano de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la Universidad Europea. García Pascual prevé, según explica a THE OBJECTIVE, que si las tendencias de la primera parte de este año se mantienen, podríamos alcanzar los 86,5 millones de turistas. Si se confirmase esta ratio de crecimiento, significaría superar los valores prepandemia y llegar a un récord histórico.
Retrasos y cancelaciones
A las dos grandes ciudades españolas les siguen a más distancia los aeropuertos de Palma de Mallorca (9%), Málaga (4,7%), Lanzarote (3,9%), Bilbao (3,2%), Las Palmas de Gran Canaria (3,1%), Alicante-Elche (3%), Valencia (2,9%) y Tenerife Norte (2,2%). Estos aeropuertos suelen registrar un aumento en el número de operaciones y de pasajeros durante la época de vacaciones.
Las reclamaciones engloban tanto las quejas motivadas por retrasos y cancelaciones de vuelos, incluyendo el overbooking, como la pérdida o el daño en los equipajes de los pasajeros. Durante este verano, además de las huelgas de controladores aéreos en Italia y Francia y en algunas aerolíneas, como Air Europa, Air Nostrum o Ryanair, uno de los principales motivos que explican el gran volumen de reclamaciones es el incremento del tráfico aéreo fruto de la recuperación del turismo tras la pandemia.
Prácticas de las aerolíneas para no indemnizar
Algunas aerolíneas intentan sortear este tipo de reclamaciones para evitar o dilatar al máximo el pago de las indemnizaciones que corresponden a los pasajeros afectados por una incidencia con su vuelo o con su equipaje según el Reglamento (CE) 261/2004. En ocasiones suelen aprovechar el desconocimiento y la falta de información de los pasajeros y alegar que se trata de una causa extraordinaria para desviar la culpa e imponer trabas a los procesos para cansar a los pasajeros, según Reclamio.
De hecho, es tal ese desconocimiento que «prácticamente el 90% de los pasajeros no reclama su compensación», explican desde esta empresa experta en reclamaciones. En segundo lugar, otra práctica frecuente es alegar que el motivo de la incidencia es una causa extraordinaria, que no tendría derecho a una indemnización.
En este caso, es importante ver si la causa es ordinaria (huelga de tripulación o problemas técnicos del avión y, por tanto, imputables a la aerolínea) o extraordinaria (huelga de controladores aéreos o fuertes tormentas, cuya culpa no es de la aerolínea y que se debe a situaciones que no se podían controlar).
Otra de las prácticas a las que recurren algunas aerolíneas es el alargamiento indebido de los procesos de reclamación. «Con ello, lo que gana la aerolínea es cansar al consumidor y hacerle perder su tiempo, con el objetivo de que desista de su reclamación y no tener así que indemnizarle por la pérdida, retraso o daño en su equipaje o por el retraso o cancelación de su vuelo», apuntan.