Situación 'crítica' en Correos por las vacaciones acumuladas tras el adelanto electoral
Los sindicatos denuncian falta de contratación y la empresa dice que se está funcionando con normalidad
Trabajador de Correos durante la campaña de entrega de voto postal. | Agencias.
Representantes de los trabajadores de Correos han calificado de «crítica» la situación que se vive en la compañía tras la vuelta de las vacaciones, en especial en la Comunidad de Madrid. Fuentes del Sindicato Libre han indicado a THE OBJECTIVE que el servicio se está prestando de manera deficiente y con una importante sobrecarga de trabajo. Estas mismas fuentes indican que todo se ha agudizado en el comienzo del curso porque buena parte de la plantilla sigue de vacaciones tras posponerlas por la campaña del voto postal del 23-J.
También denuncian que la excepcional formalización de 21.000 contratos en julio para cubrir la demanda de las elecciones generales no se ha prolongado en el mes de agosto. De hecho, indican que desde la empresa se comprometieron a mantener algunos contratos para aliviar la carga de trabajo, pero no han cumplido. Es por ello por lo que han convocado paros de protesta de dos horas hasta el 15 de septiembre solicitando que se cite lo antes posible al Comité de Huelga para buscar una solución a la contratación de la empresa.
En respuesta a este medio, Correos indica que la compañía está funcionando con normalidad y se dispone de la plantilla necesaria y adecuada al volumen de producción «que registra una bajada significativa en el mes de agosto». Además, advierten de que se están cumpliendo puntualmente los plazos de entrega. Por otro lado, han recordado que están en la fase final del proceso por el que se cubrirán 7.757 puestos fijos. La empresa tiene en estos momentos una plantilla de 48.341 empleados.
Vacaciones en agosto
No obstante, en el Sindicato Libre advierten de que solo en la Comunidad de Madrid hay un déficit de 2.000 empleados en estos momentos ya que al menos el 25% de la plantilla está de vacaciones. Unos problemas que también se estarían produciendo en Alicante o Murcia. En julio y ante el temor de que la empresa pública no pudiese hacer frente a la campaña del voto por correo con un récord histórico con 2,6 millones de solicitudes, un 20% de quienes tenían vacaciones agendadas cambiaron las fechas para ayudar a la empresa a cumplir con el servicio.
Entre agosto y septiembre es cuando se está produciendo el mayor número de bajas por vacaciones, en especial en las últimas dos semanas. Desde el Sindicato Libre indican que la falta de cobertura comienza a ser habitual por las jubilaciones, bajas médicas y necesidades del trabajo, pero que ahora la situación se ha agravado por las vacaciones acumuladas tras el adelanto electoral. La situación puede ir a peor -según indican-, ya que todavía quedan muchos trabajadores que se cogerán sus días libres en septiembre.
Desde los sindicatos denuncian que esta situación ha generado la acumulación de notificaciones y envíos en general, incluida la paquetería. Esto supone además que la empresa -dicen en el Sindicato Libre- esté reconvirtiendo a carteros tradicionales que se mueven a pie en centros de entrega de paquetes «teniendo que soportar pesos y volúmenes imposibles para una sola persona en distancias de hasta 16 kilómetros».
Respuesta de Correos
Frente a estas denuncias, Correos indica que están tomando las medidas necesarias para «organizar el trabajo en función de las necesidades diarias en sus unidades». «Como compañía pública, tenemos la obligación de asignar eficientemente sus recursos, tanto humanos, como logísticos y tecnológicos, por lo que, en función de la producción, que es fluctuante, adecúa su plantilla y su estructura al nivel de actividad real. Para ello, hay una previsión de contratos necesarios para atender ausencias planificadas por vacaciones del personal, así como para atender otro tipo de absentismo», agregan.
Consideran además que el volumen de envíos pendientes de reparto está dentro de la normalidad y los plazos de calidad comprometidos con los clientes se cumplen y están garantizados, «cumpliendo los compromisos de entrega de los envíos en los plazos contratados con los clientes para cada tipo de producto y respetando las condiciones laborales, incluida la aplicación de los protocolos en caso de riesgo por altas temperaturas y una reorganización de los horarios de reparto».
En cualquier caso, no cierran la puerta a modificar estos criterios de organización del trabajo, aunque no hablan de nuevas contrataciones. Es así cómo indican que la determinación de los recursos es una actuación dinámica, por lo que, si se detectan nuevas necesidades, se asignarán los medios precisos para ofrecer el servicio postal universal.
Contratos para el 23-J
Estamos ante un nuevo episodio de la larga historia de desencuentros entre los sindicatos y la dirección de José Manuel Serrano. Desde que asumiera como presidente de Correos en verano de 2018, los representantes de los trabajadores le acusan de desmantelar el servicio público, de reducir y de precarizar la plantilla. Unas acusaciones que el exjefe de gabinete de Pedro Sánchez siempre ha rechazado indicando que su principal labor es adaptar la compañía a los nuevos tiempos.
La penúltima disputa se vivió precisamente con el voto por correo. Los sindicatos denunciaron a pocas semanas de las elecciones del 23-J que las contrataciones eran insuficientes para reforzar la campaña del sufragio por vía postal, ante lo que la dirección elevó la plantilla provisional en 21.000 contratos. Después de una serie de acusaciones cruzadas, finalmente se pudieron entregar todas las papeletas y se batieron récords de participación.
Asignación de Correos
En cualquier caso, los sindicatos advierten que en el trasfondo se encuentra la reducida asignación estatal a Correos. Desde el Sindicato Libre piden que se multiplique por tres esta asignación para realizar el servicio postal universal y que se consolide en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para poder realizar más contrataciones, mejorar las condiciones laborales y el servicio que presta la plantilla.
Una disputa laboral entre sindicatos y dirección que se produce en plena crisis económica y que el pasado año le ha llevado nuevamente a registrar abultadas pérdidas. Correos perdió 217,2 millones en 2022, más del doble de los 105,6 millones de euros de 2021 y muy cerca de los 264,2 millones de 2020, en plena pandemia. El año pasado, la cifra total de negocios fue de 1.962 millones de euros, un 5,7% menos, con pérdidas operativas (ebitda) de 286,5 millones.
