El Santander limpia la financiera de El Corte Inglés con la venta de créditos impagados
El banco se desprende de 68 millones de euros de préstamos completamente deteriorados de esta filial
La presidenta del Santander, Ana Botín. | Europa Press
El Santander ha decidido limpiar el balance de la financiera de El Corte Inglés con la venta de créditos impagados antes de la oleada de morosidad que se espera ante la subida meteórica de los tipos de interés. El banco, que controla la compañía de los grandes almacenes, ha procedido en el primer semestre del año al traspaso de 68 millones de préstamos que estaban considerados fallidos, es decir, que se daban prácticamente por perdidos.
Según ha podido saber THE OBJECTIVE, esta venta es solo una parte de las colocaciones de este tipo de créditos que el grupo ha realizado en los seis primeros meses del año en su financiera de consumo, ya que su división Consumer Finance se deshizo en dicho periodo de operaciones completamente deterioradas por valor de 360 millones de euros en los diferentes países en los que opera, principalmente en Europa.
El Santander, con estas transacciones, se anticipa a la previsible etapa de aumento de las insolvencias, que en el sector dan por hecho que comenzará en los próximos meses y que se sentirá en un primer momento en el segmento de financiación para préstamos al consumo, tanto en nuestro país como en el resto de mercados del Viejo Continente. Por el momento, la morosidad se mantiene controlada en el territorio nacional, pero las firmas de créditos para bienes no están levantando la cabeza por el ascenso de los costes y las provisiones.
Desinversiones de Santander Consumer en otros mercados
La filial del Santander, además de limpiar el balance de la compañía que comparte con El Corte Inglés, se ha quitado de en medio otros 125 millones de préstamos fallidos en nuestro país en otras actividades; 101 millones en Noruega; y 40 millones en Italia, principalmente. En Alemania, su principal mercado, apenas se ha desprendido de 3 millones de financiación deteriorada en su totalidad.
Tras estos movimientos, la cartera de fallidos de Santander Consumer alcanza los 336 millones a cierre de 2023. Una cantidad que permite reducir el volumen de créditos de dudoso cobro hasta los 2.218 millones de euros. La tasa de morosidad de la franquicia del grupo cántabro se encuentra en el 2%. Sin embargo, en España el ratio es muy superior, ya que en 2022 alcanzaba 3,44%.
Las ventas de estos lotes llevadas a cabo han supuesto un ingreso de 90 millones de euros, ya que estaban al 100 por ciento provisionadas, pero conllevan un quebranto real para la división del banco de 270 millones, de acuerdo con los precios conjuntos.
De manera habitual, el Santander -al igual que el resto de entidades- ponen en el mercado activos deteriorados para sanearse. La filial de consumo traspasó en 2022 fallidos por un importe nominal de casi 700 millones. Entre ellos, no había ninguno de la firma que presta a los clientes de El Corte Inglés por sus compras. En 2021, en cambio, sí se produjeron transacciones de esta naturaleza en la alianza que comparte con los grandes almacenes, por un total de 89 millones de euros, según consta en los informes de resultados.
Desde hace diez años, el Santander y El Corte Inglés comparten la financiera de los grandes almacenes. En 2013 el banco se hizo con el 51% del capital. De acuerdo con los últimos datos disponibles, el volumen de préstamos concedidos de dicha financiera sobrepasa los 1.700 millones de euros.
Los préstamos al consumo son un pilar central de la estrategia del Santander, con especial relevancia en el segmento de automóviles. La entidad ha llegado a una variedad de acuerdos comerciales con distintos fabricantes, entre los que destaca Stellantis. Precisamente, este año, debido a la creación de este grupo -fruto de la fusión entre PSA y Fiat-, ambas partes han tenido que remodelar los pactos que tenían en diferentes países.
Santander Consumer opera en 18 mercados, de los cuales 16 son europeos y ofrece servicios de financiación en 130.000 puntos de venta. En el primer semestre del año sus beneficios se vieron afectados por la subida de los tipos de interés, el aumento de las provisiones y el cambio en los costes del dinero obtenido por el BCE. Los resultados de la compañía disminuyeron un 17%, hasta los 638 millones de euros.
La filial del grupo cántabro asegura en su informe semestral que se enfrenta a un ejercicio complejo, pero que la actividad, principalmente en automóviles, se está empezando a recuperar después de un 2022 «muy débil» por la crisis de los suministros y el aumento de la inflación.
