Renfe nombra a una amiga de Nadia Calviño apoderada de su nueva filial internacional
Inmaculada Gutiérrez tendrá facultades para comprometer a la empresa en determinados negocios jurídicos
La compañía pública Renfe nombró a toda la cúpula de su nueva filial internacional a finales del pasado mes de agosto. Así, de forma discreta, han creado un nuevo equipo para luchar por los grandes contratos internacionales. Entre los puestos relevantes que tendrá la futura compañía, y como ha podido saber THE OBJECTIVE a través del Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme), se encuentra una amiga conocida de la ministra de Economía, Nadia Calviño, la técnico comercial economista del Estado Inmaculada Gutiérrez.
Gutiérrez fue nombrada apoderada solidaria el pasado 25 de agosto, junto con el presidente de Renfe, Raúl Blanco. Sus funciones le permitirán «tener facultades para comprometer a la empresa en determinados negocios jurídicos». Junto a ellos dos habrá otros dos apoderados más: Ángel Jiménez y Rafael Arroyo. La razón de estos nombramientos, como aseguran fuentes conocedoras, «se debe a temas de flexibilidad para firmar o viajar en diferentes acuerdos».
El 14 de febrero, el Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y del Ministerio de Hacienda y Función Pública, autorizó a Renfe crear la sociedad mercantil estatal Renfe Proyectos Internacionales. La sociedad se constituyó el 31 de julio de 2023 con un capital social de 2,3 millones de euros. El domicilio social de la compañía estará en Madrid, en concreto en la Avenida Pio XII 110. El objetivo de la compañía es «la búsqueda de negocios o proyectos en el extranjero vinculados a la prestación de servicios de transporte, tanto de viajeros como de mercancías, pudiendo incluir la planificación, consultoría, asesoría, formación, operación, explotación, suministro y mantenimiento de material rodante».
Por otro lado, el consejo estará formado por su presidente al frente, Raúl Blanco, y siete consejeros: Ricard Anguera, Esther Castillo, Borja Condado, Francisco Díaz, Susana Lozano, Dolores Revuelta y Cristina Gallach. La mayoría de ellos perfiles técnicos excepto esta última que ha pasado por diversos cargos políticos desde que comenzó en la OTAN a trabajar estrechamente con el socialista Javier Solana, como asesora de comunicación y portavoz. Además, recientemente había estado al frente de uno de los proyectos estratégicos del Gobierno, como Comisionada Especial para la Alianza por la Nueva Economía de la Lengua, dependiente del Ministerio de Economía de Nadia Calviño.
Fuentes cercanas aseguran que Gutiérrez, con esta medida, alcanzaría un puesto con cierta notoriedad en una empresa pública clave que serviría como compensación a su frustrada elección como presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Gutiérrez, antes de llegar a Renfe en 2020, fue asesora en la CNMC (2019-2020), estuvo cinco años en una de las oficinas comerciales de Estados Unidos (2014-2019), fue asesora de la Secretaría de Estado y Apoyo a la Empresa (2013), consejera de la CNMC (2007-2013), vocal en el Tribunal de Defensa de la Competencia (2006-2007) y asesora del Secretario de Estado de Economía (2006).
Este verano, Renfe Viajeros comenzó a operar servicios directos de alta velocidad entre Barcelona y Lyon y también entre Madrid y Marsella, lo que ha supuesto un hito para la compañía por ser la primera vez que un maquinista español circula en operaciones comerciales más allá de Perpignan. Su objetivo a corto plazo es convertirse en operador de referencia en el mercado ferroviario francés. Además, es accionista mayoritario en el consorcio hispano-saudí Al Shoula, donde 12 empresas españolas y dos saudíes han diseñado y construido la primera línea de alta velocidad de Oriente Próximo.
Sin embargo, y pese a estos logros, la situación de Renfe se ha debilitado con los años y algunos episodios recientes -como el famoso caso de los trenes que no cabían por los túneles y que ha tenido gran recorrido internacional- no han ayudado a esa mejora en el posicionamiento global. Así, en muchos de los proyectos en los que está inmerso Renfe, su función destaca principalmente por el asesoramiento más que por las operaciones y el mantenimiento, que es lo que realmente genera fuertes ingresos.
La presencia de la compañía pública en uno de los grandes proyectos ferroviarios de Europa, conocido como Rail Baltica (un plan promovido por Estonia, Letonia y Lituania que unirá las principales ciudades de los tres países mediante un tren de alta velocidad que comenzará a funcionar en 2026), se limita al asesoramiento. Lo que les empuja a recibir una mínima parte de los 5.800 millones de euros de inversión.