La banca aprieta aún más a las pymes: los tipos de sus créditos alcanzan un récord del 6,3%
El interés es el más alto desde 2010, cuando inician los registros, y es muy superior al de grandes empresas e hipotecas
Las pymes y los autónomos están siendo el segmento más castigado por la subida de los tipos de interés y el endurecimiento de las condiciones para obtener créditos por parte de la banca. Las entidades han elevado hasta un máximo del 6,3% la tasa media que aplican en las nuevas operaciones que sellan con las pequeñas y pequeñas compañías, un porcentaje que supera significativamente el coste para las grandes compañías y las hipotecas, por ejemplo.
De acuerdo con los datos recopilados por THE OBJECTIVE, este interés se ha casi triplicado en tan solo año y medio, desde que comenzó la escalada del euríbor y la política restrictiva por parte del BCE, ya que a finales de 2021 se situaba en el 2,3%. Este tipo incluye las comisiones aparejadas a la financiación y es el más elevado de la serie histórica que publica el Banco de España, que arranca en 2010. Corresponde a los créditos realizados en julio que ascienden como mucho a 250.000 euros, por lo que son las firmas con menor tamaño las que están sufriendo el mayor precio.
Con ello, se confirma las previsiones de los bancos, que desde meses vienen anticipando un encarecimiento de los costes de financiación para el tejido productivo y, en especial, para las pymes, debido al alza de los tipos oficiales y por un nivel de exigencias superior en los criterios de concesión de créditos para ser cautelosos ante la incertidumbre económica. Hay que tener en cuenta que el euríbor sobrepasaba entonces el 4% y que las tasas del BCE estaban en el 4,25%. En septiembre han avanzado hasta el 4,5%, por lo que no se descarta una nueva vuelta de tuerca por parte de las entidades.
Las empresas de tamaño mediano, por su parte, también están abonando por lograr préstamos un máximo de todos los tiempos desde que existen registros, pero en su caso el interés no es tan elevado que en el caso de las pymes más pequeñas y los autónomos. De acuerdo con las últimas cifras disponibles, este tipo de corporaciones que pidieron un crédito se vieron obligadas a pagar un 5,15%. Este interés contrasta con el 1,41% establecido de media en diciembre de hace dos años.
En cuanto a las compañías más relevantes, que reclaman préstamos por encima del millón de euros, la tasa de su financiación bancaria del mismo modo está por las nubes, en zona de récord, pero en su caso, las entidades han aflojado algo el pistón y en julio exigían un 4,97%. En abril de este mismo año firmaron las operaciones por encima del 5%. Pero, de igual manera, su interés se ha disparado, ya que a finales de 2021 el porcentaje se situaba en el 1,12%.
Las hipotecas son créditos menos afectados por la subida de tipos
Todos estos precios están por encima de las hipotecas, que pese al entorno, la banca ha decidido no bloquear su acceso por completo con una subida tan agresiva en los intereses. De media éstas rozan ya el 4%, ligeramente por debajo del euríbor, con el fin de mantener viva una actividad que en los últimos ejercicios había sido clave para el crecimiento de la actividad financiera.
Aún así, el encarecimiento es muy significativo al compararse con medio año y medio antes, cuando los intereses de los préstamos para vivienda de los hogares se encontraban en el 1,5%. Y las entidades ha restringido el acceso a aquellos clientes con más riesgo, reduciendo las transacciones que conllevan un ahorro previo por debajo del 20% de la tasación del inmueble.
Pese a ello, el negocio de las hipotecas se están desacelerando con fuerza, con caídas en las operaciones que se realizan del entorno del 25%. Esto, unido a un aumento exponencial de las cancelaciones y amortizaciones extraordinarias de los préstamos ha llevado a que por primera vez desde 2006 el saldo de estos créditos haya descendido del medio billón de euros.
Las estimaciones no son positivas, ya que en el mejor de los casos los bancos prevén la actividad en las hipotecas termine 2023 con un desplome del 20%. Alguna entidad calcula que el hundimiento podría alcanzar el 35% en los créditos para la vivienda.
Por encima de todos estos intereses se sitúan los préstamos al consumo, pero siempre han estado en niveles superiores, y su encarecimiento está siendo menos agresivo. En julio, los tipos aplicados llegaron al 9,21%, un coste que contrasta con el 7,3% de diciembre de 2021.