Carrascosa gana enteros para sustituir a Azuaga en Unicaja
El que fuera director general del FROB reúne todas las condiciones que el BCE quiere imponer en la presidencia
El que fuera director general del Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB), Antonio Carrascosa, se perfila como favorito para sustituir a Manuel Azuaga en la presidencia de Unicaja Banco. La eventual candidatura viene avalada por su actual condición como consejero independiente de la entidad malagueña y cuenta con el respaldo del Banco Central Europeo (BCE) que está monitorizando todo el proceso de transición del banco tras la recomposición del consejo de administración que supuso la salida del primer ejecutivo, Manuel Menéndez.
La batalla interna en Unicaja ha supuesto, de hecho, la demolición efectiva de los acuerdos de control paritario establecidos en la fusión con Liberbank. Tanto los principales ejecutivos de esta última entidad originaria de Asturias como los accionistas de referencia que en su representación se incorporaron al capital del banco combinado han terminado saliendo por la puerta falsa después de un toma y daca en el que el bloque malagueño ha resultado claramente vencedor.
Más que una fusión la actual Unicaja es el resultado de la compra efectiva de Liberbank y sólo la Fundación Cajastur se mantiene como socio representado en el consejo con un 6,5% del capital. Otros socios procedentes de Liberbank como el fondo Oceanwood, que llegó a poseer más de un 7% de Unicaja, o el inversor mexicano Ernesto Tinajero, con cerca de un 3%, han vendido sus participaciones abandonando también sus puestos en el máximo órgano de gobierno del banco resultante de la fusión.
Unicaja ha emprendido ahora la recta final de una transición realmente compleja que culminará felizmente para los intereses malagueños en la junta general convocada con carácter extraordinaria para el próximo martes 14 de noviembre. En dicha reunión se ratificarán los nombramientos de los cuatro nuevos consejeros independientes cuyo nombramiento por cooptación ha dado lugar a la formación de un consejo de administración totalmente renovado. De hecho la Fundación Unicaja ha removido también los cargos dominicales designados por el anterior presidente del banco malagueño, Braulio Medel, a quien se responsabilizó de pactar la fusión con Liberbank en contra del criterio del actual titular, Manuel Azuaga.
La salida de Manuel Menéndez ha implicado también el ascenso al cargo de consejero delegado de un hombre de la casa como es Isidro Rubiales, cuya promoción será también convalidada por la masa social de accionista dentro de una semana. El broche final de todo este proceso de cambio será el relevo en la propia presidencia de Unicaja, donde Azuaga se mantiene de manera provisional pero sin poderes ejecutivos en calidad de ‘otro externo’, una categoría especial dentro del marco de gobierno corporativo que no termina de convencer del todo a las autoridades de Fráncfort.
Próximas reuniones del BCE con los consejeros
El BCE ha intensificado su labor supervisora en Unicaja Banco y trata de aprovechar el momento para imponer sus criterios más estrictos en el modelo de gobernanza de la entidad. De hecho un grupo de altos comisionados del organismo regulador tienen previsto llevar a cabo una serie de reuniones con los distintos consejeros incorporados al órgano de gobierno antes de que acabe el mes a fin de perfilar la estructura efectiva de poder con que ha de ser conducida la entidad una vez que Azuaga abandone su cargo.
El objetivo del BCE consiste en que el sustituto del presidente sea un consejero independiente y ahí es donde surge la solución de Antonio Carrascosa, un directivo de reconocido prestigio en el mercado financiero y que fue la cabeza visible del FROB tras el rescate bancario solicitado por el Gobierno de Mariano Rajoy a la Unión Europea. No se olvide que la última reestructuración del sistema financiero en España tuvo como eje la desaparición del viejo modelo de cajas de ahorros y su sustitución por Fundaciones Bancarias alejadas del control político dentro de un marco legislativo que fue respaldado de manera explícita por el propio BCE.
La historia reciente de Unicaja se inscribe claramente en este esquema de actuación dada la particular intervención que tanto la Junta de Andalucía como el Ayuntamiento de Málaga han protagonizado en toda la refriega con Liberbank. Carrascosa añade además como condición diferencial su experiencia en calidad de consejero ejecutivo que también fue de la Junta Única de Resolución de la Unión Bancaria Europea, la entidad encargada de sancionar el proceso de saneamiento de las entidades financieras en la eurozona y que, entre otros expedientes, tuvo un papel esencial en la venta del Banco Popular al Banco Santander de Ana Botín. La conexión de Carrascosa con el BCE le concede una ventaja especial para ser el futuro presidente de Unicaja con carácter no ejecutivo pero categoría de independiente tal y como mandan los cánones de los vigilantes de la playa financiera en Europa.