Unicaja recompone su núcleo de accionistas tras la huida de socios afines a Liberbank

Unicaja está recomponiendo su núcleo duro de accionistas después de que varios socios afines a la antigua Liberbank hayan decidido vender los títulos. Un movimiento que se produce tras la salida del consejero delegado, Manuel Menéndez, procedente del grupo asturiano, y el nombramiento de Isidro Rubiales como máximo responsable del banco malagueño.

La crisis de gobernanza vivida en los últimos años en Unicaja, aunque se ha dado por terminada, todavía está provocando ciertos temblores en la estructura de capital. Convulsiones, eso sí, que están siendo controlados gracias al apoyo de empresarios e inversores afines a la entidad andaluza.

Los datos recabados por THE OBJECTIVE erigen a los dueños de Mayoral y al murciano Tomás Olivo como los socios individuales de referencia de Unicaja, al margen de la Fundación, que controla el banco con un 30,24% del capital, después de las ventas realizadas por el fondo Oceanwood y el mexicano Ernesto Tinajero. Ambos procedían de la extinta Liberbank y tras la dimisión de Menéndez han deshecho toda su posición. El primero ostentaba el 7,38% y se ha quedado solo con un 0,35%, mientras que el azteca se ha desprendido de todas sus acciones esta semana, representativas de un 2,95%.

Estas ventas han sido aprovechadas en el mercado por los afines al grupo malagueño. Sobre todo por Olivo, que ha pasado a ser el principal accionista individual de Unicaja, con un 9% del capital, superando incluso a Mayoral, que según las últimas cifras disponibles tendría el 8,54% del capital, y que le permitirían, si quisiera, un puesto en el consejo de administración.

Pero también otros aliados de Unicaja han reforzado su peso dentro del núcleo de socios de referencia. El caso más claro es el de la aseguradora Santalucía, que ha pasado a ostentar un 5,17% del capital tras varias inversiones. La compañía de pólizas amplío hace meses el acuerdo comercial con la entidad. Por su parte el fondo soberano de Noruega, a priori, sin lazos en la entidad, también ha aumentado su participación en los últimos meses, hasta el 5,4%.

Las miradas se centran ahora en la posición de Masaveu en Unicaja

En el mercado no se descarta que otros accionistas cercanos a Liberbank sigan los pasos de Oceanwood y Tinajero y apuntan a Corporación Masaveu, muy ligado a la antigua caja asturiana y a Menéndez, que de acuerdo con los últimos datos conserva un 2,1% del capital.

En la estructura de los títulos destaca aún el peso de la Fundación Cajastur, con un 6,67%. Las otras dos antiguas cajas fundadoras de Liberbank mantienen posiciones muy inferiores y desde la fusión no tienen influencia en la gerencia. La Fundación Caja Extremadura ostenta entre un 1,5% y un 2%, mientras que la Fundación Caja de Extremadura, un 1,33%.

Distintas fuentes sostienen que en el accionariado hay otros empresarios vinculados a Unicaja, con porcentajes menos significativos pero de importancia, como el propietario de Damm, Demetrio Carceller, que tendría en su haber más de un 1%. Esta, al no tratarse de relevante por tamaño, no ha sido desvelada a la CNMV.

Desde que se materializó la integración de Unicaja con Liberbank el grupo andaluz ha vivido una auténtica crisis interna, con la renovación de prácticamente la totalidad de su consejo de administración por las luchas de poder, que se han saldado con una victoria para el bando malagueño. Menéndez, con ayuda del anterior presidente de la Fundación, Braulio Medel, pretendió en todo momento quedarse como primer ejecutivo, pero la Fundación Unicaja impidió tales aspiraciones, con el objetivo de defender los intereses de la ciudad mediterránea, que alberga la sede.

La recomposición del núcleo duro blinda a Unicaja de cualquier oferta de compra que no sea negociada, ya que la Fundación junto con el resto de sus aliados tendrían más del 50% del capital -casi el 60%-, clave para que un eventual interesado arrebate el control por las bravas. En los últimos meses, fruto de las tensiones internas, se había especulado con la posibilidad de que el Sabadell adquiera el banco. Pero tanto desde el entorno del banco malagueño como desde la entidad catalana se ha negado la intención de explorar una fusión.

Recientemente el consejero delegado de esta última, César González-Bueno, ha acallado los rumores señalando que en sus planes no hay operaciones corporativas y que la hoja de ruta pasa por el crecimiento del negocio de manera orgánica, es decir, con el impulso de la actividad ordinaria.