Calviño suma a su ministerio el blindaje antiopa ante el riesgo de quedarse sin presidir el BEI
La vicepresidenta asume la tramitación administrativa de los expedientes de STC en Telefónica y Zegona en Vodafone
La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, ha incorporado más competencias a su cartera de Economía pese a que a comienzos de diciembre se someterá a votación su designación como presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Una situación que ha sorprendido en el mundo empresarial donde incluso se esperaba que no fuese designada en este nuevo gabinete de Pedro Sánchez, en teoría construido para los próximos cuatro años de legislatura.
Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE indican que Calviño se ha hecho más fuerte dentro del Gobierno precisamente ante el riesgo de quedarse sin la esperada salida europea, un plan en el que viene trabajando desde hace meses. En el Ejecutivo se sugiere que su nombramiento se ha hecho en previsión de un prolongado retraso en la elección del BEI, aunque en el sector se cree que su designación no está ni mucho menos resuelta como ha señalado Pedro Sánchez.
En el papel Calviño ha dividido su ministerio por la mitad entregando a José Luis Escrivá la cartera de nueva creación de Transformación Digital, con competencias en Digitalización e Infraestructuras Digitales y dos secretarías de Estado, la de Inteligencia Artificial y la de Telecomunicaciones, pero la letra pequeña indica que además de mantener las responsabilidades de Economía y Apoyo a la Empresa suma la de Comercio.
Naturgy y Telefónica
Este departamento estaba, hasta la fecha, dentro del Ministerio de Industria, primero con Reyes Maroto y luego con Héctor Gómez, y es considerado clave para la política económica del Gobierno. Bajo su competencia están, orgánicamente, la Dirección General de Comercio Internacional e Inversiones y la Dirección General de Política Comercial, con áreas tan importantes como las inversiones y el comercio exterior.
Es el área responsable de desarrollar la Ley de Inversión Extranjera y, por tanto, Calviño tendrá bajo su control el escudo antiopas, o lo que es lo mismo, recibirá todas las solicitudes de empresas extranjeras que quieran entrar en el capital de compañías españolas estratégicas. Nadie duda que la vicepresidenta tuviese influencia en operaciones como la de IFM en Naturgy, o la de Saudi Telecom en Telefónica o Zegona en Vodafone, pero ahora se hace oficial acogiendo bajo su paraguas todo el correspondiente procedimiento administrativo. Además, estas dos últimas operaciones deberán resolverse en los próximos meses.
En este sentido, las fuentes consultadas en el sector indican que tiene poco sentido que la todopoderosa vicepresidenta asuma más competencias y un área clave como es el control de las inversiones extranjeras solo para estar dos semanas en el cargo. La votación para elegir a la nueva presidenta del BEI se realizará en teoría en el Ecofin extraordinario del día 8 de diciembre, es decir, en poco más de dos semanas.
Escrivá, el sustituto
Por otro lado, su rival en el puesto -la hasta hace pocas semanas comisaria de Competencia y vicepresidenta de la Comisión Europea, Margrethe Vestager- va ganando terreno y apoyos, lo que dejaría en la aire las opciones de Calviño, pese a las declaraciones triunfalistas de la propia vicepresidenta y de Pedro Sánchez que han manifestado su confianza en que finalmente sea elegida con el aval de Alemania, una de las grandes economías del continente.
Y la realidad indica que Calviño tendrá a partir de la próxima semana más poder y control del que tenía hasta ahora. Suma la Secretaría de Estado de Comercio y las fuentes consultadas indican que en su condición de vicepresidenta seguirá teniendo el control de Transformación Digital, ahora en manos de Escrivá; de Industria y Turismo, bajo la tutela del exalcalde de Barcelona Jordi Hereu; y de Transportes con Óscar Puente.
Este diario ya contó este lunes que el plan del Gobierno pasa porque Escrivá sustituya a Calviño cuando se marche al BEI, lo que implicará volver a unificar todas las competencias que hasta ahora tenía la cartera de Asuntos Económicos y bajo un solo paraguas, el del ya ex ministro de Seguridad Social. En cualquier caso, en todos los escenarios la figura de Calviño queda protegida, las competencias del ministerio quedan a resguardo y la estructuras de todas las Secretarías de Estado se mantendrán inalterables.
Calviño vs Vestager
En este sentido, hay un tercer escenario con el que también trabajan en Moncloa, y es que se retrase la elección del nuevo presidente del BEI. La voluntad de los ministros de Economía de la UE es decidir entre Calviño y Vestager el próximo 8 de diciembre, pero hay voces que piden que todo se postergue hasta el primer trimestre del próximo año cuando ya haya pasado la presidencia española o incluso para el segundo semestre de 2024 cuando se haya elegido el nuevo Parlamento Europeo y se conozcan los miembros de la Comisión.
Esto supone que el actual presidente del BEI, Werner Hoyer, cuyo mandato expira en diciembre, tenga que ser ratificado en su cargo durante los meses que sean necesarios. Esta opción y el temor en el Gobierno a que todo se dilate también ha jugado a favor de que Calviño haya aumentado su poder en el Consejo de Ministros para encarrilar la política económica del Gobierno en sus primeros meses de legislatura. Todo al mismo tiempo que se haya optado porque Escrivá haga un desembarco escalonado en la cartera.
Aunque, por el momento, lo único cierto es que este martes Calviño tomará posesión de la cartera de Comercio y cederá a Escrivá la de Transformación Digital. De esta manera, pasará de ser la ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital a ser la nueva dueña de la cartera de Economía, Comercio y Empresa. Un cambio que va mucho más allá de una simple denominación estética.