La caída del euríbor anticipa a febrero la primera bajada en la cuota de las hipotecas
El indicador se hunde en los últimos días y cotiza por debajo de junio, lo que adelanta el abaratamiento de los créditos
Símbolo del euro a las puertas del BCE. | Europa Press
El euríbor está acelerando este diciembre su caída y está anticipando varios meses la primera bajada en las cuotas de las hipotecas, algo que supondrá un alivio para los costes de las familias que cuenten con un préstamo a tipos variables.
El indicador se situaba este martes en el 3,78% en tasa diaria y dejaba la media mensual en el 3,82%. De mantenerse en esta tendencia o quedarse en estos niveles hasta finales de este ejercicio permitirá una disminución en el coste mensual de las hipotecas que se revisen de forma semestral en febrero, de acuerdo con los datos recabados por THE OBJECTIVE.
Hay que tener en cuenta que buena parte de las hipotecas variables se actualizan con el euríbor de dos meses antes, aunque en algunos contratos puede haber otro periodo temporal, como la referencia del mes anterior u otros que se hayan pactado entre los bancos y los clientes.
El euríbor abarata las hipotecas al estar por debajo del nivel de junio
La media de diciembre, tras el desplome de las últimas sesiones, permite aventurar que el euríbor terminará este 2023 por debajo de la cotización de junio, referencia para aquellos que se revisaron semestralmente en agosto y que lo harán de nuevo en febrero. Hasta hace muy poco tiempo el mercado y las entidades fijaban para primavera el momento en el que empezaría la merma de las cuotas, por lo que se está adelantando.
Para algunos contratos, los que menos si la revisión se hace con el euríbor del mes anterior, el descenso se podría producir incluso en enero de permanecer la tendencia, ya que el indicador se encuentra en cotas inferiores a las de mayo cuando culminó con una media del 3,86%. En junio alcanzó el 4% por primera vez en años.
Los expertos y el mercado dan por hecho que la tendencia del indicador para las hipotecas seguirá la senda bajista en las próximas semanas y meses, ya que esperan que el BCE inicie la senda de bajadas en los tipos oficiales a finales del primer trimestre de 2024 para reanimar la economía continental y ante el mayor control de la inflación.
Los analistas consideran que, pese a los mensajes del organismo de que no tocará el precio oficial del dinero hasta el verano que viene, las circunstancias obligarán a que el movimiento lo llevará a cabo con mucha antelación, reduciendo la tasa actual del 4,5%. Los pronósticos, tras las dudas de los últimos meses, vuelven a colocar al euríbor por debajo del 3% a finales 2024.
Las cuotas de las hipotecas, desde que comenzó la escalada abrupta de los tipos, se están encareciendo sustancialmente. Para los créditos formalizados en los últimos ejercicios por un importe medio de unos 150.000 euros la subida está siendo superior a los 300 euros y el importe ha llegado a sobrepasar los 1.000 euros.
El efecto, si bien, está siendo muy inferior para los préstamos más antiguos, ya que el capital adeudado es mucho menor y, por tanto, la carestía se limita. Así, por ejemplo, el consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, ha asegurado en más de una ocasión que sus clientes de media habían sufrido un aumento de 90 euros al mes.
Pese a que en las hipotecas con ajuste semestral se van a ver las primeros descensos, en las que se revisan anualmente todavía habrá que esperar un poco más. Todo va a depender de la velocidad a la que el euríbor se despeñe.
Las expectativas indican que aunque habrá una disminución importante los tipos oficiales -y, por tanto, el indicador- permanecerán en niveles elevados, pero normalizados, durante un largo periodo. Se descarta por completo que vuelvan al terreno negativo del que partieron en la remontada del último año y medio, como consecuencia de la guerra de Ucrania y la inflación desbocada.
En el mercado aún hay expertos que consideran que en 2024 los descensos no serán tan pronunciados como anticipa el euríbor, ya que los síntomas de recesión económica se han alejado y todo parece indicar que Europa se librará de ella, por lo que el BCE no tendrá urgencias para acometer un giro radical en su política monetaria.
El servicio de estudios de Caixabank señalaba en un informe reciente que «es probable que en 2024 asistamos a los primeros recortes en los tipos de interés, pero pensamos que estos van a ser moderados, en ausencia de una desaceleración brusca de la actividad económica, y que, sobre todo, no serán de suficiente magnitud como para poder decir que se abandona la política monetaria restrictiva».
