Jaime Botín incorpora a uno de sus nietos a la firma con la que controla Bankinter
El banquero designa a Gonzalo Blasco apoderado de Cartival, patrimonial que ostenta el 23,1% de la entidad
El banquero Jaime Botín ha dado un nuevo paso en la reordenación de su sociedad patrimonial con la que controla Bankinter y Línea Directa. Recientemente ha incorporado a su firma Cartival a una nueva generación de la estirpe familiar al dar entrada a uno de sus nietos.
Según ha podido saber THE OBJECTIVE, la compañía de Botín ha designado a Gonzalo Blasco apoderado de la misma, cargo que también ostenta desde hace poco tiempo en una de sus filiales, Los Pataches, inmobiliaria que atesora una de su mansión ubicada en la ciudad de Santander, a orillas de la Playa de los Peligros.
El nuevo apoderado es hijo de Marta Botín, reconocida empresaria ecuestre, y del aristócrata Álvaro Blasco Villalonga, propietario de la inmobiliaria Los Rosales. A sus 33 años, el nieto de Botín se adentra en Cartival, con la que el tío de la presidenta del Santander ostenta el control de Bankinter y Línea Directa. Posee un 23,1% del banco y de algo más del 19% de la aseguradora. Además, la entidad tiene un 17,4% de esta última, con lo que su peso es mucho mayor.
Hace meses Botín cedió poder a su hijo Marcelino
La inclusión de Gonzalo Blasco se produce después de que hace meses el banquero de 87 nombrara a su hijo Marcelino Botín consejero delegado, con carácter solidario, en Cartival, cediendo así parte de su poder y en detrimento de sus otros cuatro vástagos, entre ellos Alfonso, primer ejecutivo de Bankinter y hasta la fecha gestor de la patrimonial.
El nieto elegido para el cargo de apoderado, de acuerdo con los datos del Registro Mercantil, en la sociedad instrumental parece no ser casual, ya que desde hace tiempo es empleado del grupo financiero. Gonzalo Blasco, además de ser un jinete de éxito, trabaja en Bankinter desde 2016. En un primer momento, formó parte del equipo de analistas de inversión y desde 2019 en el de innovación en Evo, filial online de la entidad.
El histórico banquero ha aumentado en varias ocasiones tanto en 2022 como en 2023 su presencia en Bankinter, al igual que en Línea Directa, a pesar de que esta se encuentra en una situación delicada y sus acciones se han desplomado por la crisis del segmento de seguros de coches por el aumento de la inflación y el mayor coste de los siniestros. Hace una semana, ha elevado su presencia en la empresa de pólizas con la adquisición de 2,7 millones de títulos.
La patrimonial de Botín, una de las mayores fortunas del país, registró un caída de su beneficio drástico el ejercicio pasado por la falta de extraordinarios. En 2021 percibió una suma considerable por la escisión de Línea Directa de Bankinter y su posterior salida a Bolsa. En 2022, las ganancias de Cartival se situaron en 67,7 millones de euros frente a los 333 millones del año precedente. Los activos de la sociedad estaban valorados en 1.222 millones hace doce meses.
En la actualidad, gracias a la revalorización de Bankinter, el valor de los activos es muy superior. Solo la participación en el banco alcanza los 1.240 millones. El porcentaje de acciones en Línea Directa suma a día de hoy los 190 millones. Cartival, además de Los Pataches, tiene en balance una finca en Castilla-La Mancha, denominada El Retamoso.
Los cambios en la sociedad patrimonial se están produciendo después de que Botín se librara de entrar en prisión por enfermedad. A finales de 2021, evitó la cárcel por el caso del contrabando de un cuadro de Pablo Picasso, por el que tuvo que abonar una multa de 91,7 millones de euros. Un escándalo que no es el único al que ha tenido que enfrentarse el máximo accionista de Bankinter y Línea Directa en los últimos ejercicios.
Recientemente recibió una multa de unos 6.000 euros por parte de la Dirección de Costas por una obras en la finca Los Pataches, de la que ahora son vocales tanto su hijo Marcelino como su nieto Gonzalo. Botín también afrontó un fraude a Hacienda por la compra de un jet privado en 2012, por el que tuvo que pagar una multa de medio millón de euros; la ocultación de una participación de Bankinter en Suiza, por la que abonó 300.000 euros; y la regularización de la herencia de su padre junto a otros miembros del clan de banqueros.