Calviño suaviza el ataque a la banca, pero le insta a pagar un 35% más por los depósitos

La vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño, ha dejado a un lado el hacha de guerra contra la banca en su recta final de mandato en el Gobierno, suavizando su ataque, pero aprieta al sector para que cuide mejor a los clientes. La próxima presidenta del BEI, además de reforzar el plan de ayudas a las hipotecas, ha instado a las entidades a que eleven los intereses que pagan por los depósitos. Y que sitúen los intereses al mismo nivel que en Europa.

Con esta petición los bancos deberían elevar un 35% los tipos que ofrecen de media, de acuerdo con los datos recopilados por THE OBJECTIVE, ya que en España la banca abona un 2,43% frente al 3,27% del conjunto de países de la zona euro. El sistema nacional es el cuarto del Viejo Continente que menos desembolsa por las imposiciones a plazo. Solo el chipriota, el griego y el esloveno tienen unos tipos más bajos.

Calviño hizo el lunes este reclamo a las patronales del sector, en el marco de la reunión que mantuvieron para analizar diferentes aspectos, entre ellos las medidas de alivio para las hipotecas y el acceso de los colectivos más vulnerables (mayores, principalmente) a los servicios financieros. En dicha cita la ministra pidió a las entidades mejorar la remuneración de los depósitos a los particulares y a terminar cuanto antes con el gap existente.

La ministra, en sus explicaciones a la prensa, fue mucho más cuidadosa con sus palabras que en pasadas ocasiones, en las que llegó a insinuar prácticas anticompetitivas de los bancos. Y reconoció que en los últimos meses el sector ha incrementado los tipos de los depósitos. Aun así, a su juicio, todavía no es suficiente teniendo en cuenta las diferencias con el resto de países.

Las últimas cifras, de octubre, sitúan a Estonia, Italia y Francia como los mercados donde los bancos pagan más por los depósitos, en contraposición con la cola en la que se encuentran las entidades españolas. En Estonia el interés medio llega al 4,07%, mientras que en los otros dos estados, en el 3,8% y 3,73%, respectivamente.

Calviño fue mucho más contundente contra la banca por los depósitos en junio

En junio, en plena campaña electoral, Calviño fue mucho menos condescendiente que ahora con los bancos. En menos de 15 días, la todavía vicepresidenta del Gobierno reclamó de forma contundente que pagaran de forma adecuada por el ahorro tradicional y pidió a la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia un informe para deliberar cuáles eran las causas de la práctica comercial implantada por las entidad, sobre todo las importantes por tamaño y negocio.

Desde entonces, eso sí, el sector ha venido mejorando los intereses, pero el euríbor ha escalado desde entonces, aunque en diciembre se está despeñando debido a que se espera que el BCE rebaje los tipos de interés antes de lo previsto el próximo año. En mayo, las entidades abonaban por los depósitos un 1,8%, por lo que la subida de los intereses para las familias ha sido de un 34%.

El cambio de actitud de Calviño se produce en una nueva etapa de mayor entendimiento con el sector y en vísperas de que aterrice en Luxemburgo para dirigir el BEI. La semana pasada la aún ministra de Economía adelantó que el Gobierno tenía previsto revisar el impuesto extraordinario de los bancos, al igual que lo va a hacer con la tasa a las energéticas. Pese a la oposición de Sumar y el pacto de investidura con Pedro Sánchez, la vicepresidenta reafirmó este lunes la decisión del Ejecutivo de modificar el gravamen, ya que así lo permite tanto el acuerdo con el partido liderado por Yolanda Díaz como la normativa del tributo.

El tono de la vicepresidenta está siendo en sus últimos momentos está siendo más suave y contrasta con otros en los que ha atacado duramente decisiones de los bancos durante sus años en el poder, no solo hace meses cuando se mostró muy crítica con el asunto de los depósitos.

La petición de que eleven los intereses del ahorro tradicional no es única, ya que el BCE lleva insistiendo durante mucho tiempo que los bancos deberían subir los tipos como lo hacen con los préstamos. El organismo supervisor lleva al menos 12 meses pidiendo una mejora sustancial de los intereses en los depósitos.