Ibercaja se convierte en el banco que menos intereses paga por los depósitos

Ibercaja se ha convertido en el banco que menos intereses paga a los clientes por las cuentas y los depósitos. Y lo ha hecho con amplia diferencia sobre algunos de los principales competidores. La entidad aragonesa abona de media un 0,3% por el ahorro tradicional de los usuarios, una tasa que contrasta con la cotización del euríbor, que se encuentra por encima del 4% como consecuencia de la política monetaria del BCE para controlar la inflación.

Según los datos recopilados por THE OBJECTIVE, con este coste del pasivo Ibercaja ha podido elevar el margen de clientes hasta el 3,1%, en línea buena parte de sus rivales, ya que es uno de los bancos que cobra menos por los créditos.

Las cifras ponen de manifiesto que el resto de antiguas cajas de ahorros de mediano tamaño son las que están ofreciendo los intereses más bajos, que no se alejan mucho de los pagados hasta la fecha por Ibercaja. Así, Kutxabank y Unicaja se sitúan a la cola de las remuneraciones por los depósitos y las cuentas tanto a empresas como a familias. Estas dos últimas, pese a ello, han reaccionado y están ya comercializando para determinados clientes imposiciones que llegan al 3%. Abanca no facilita dicha información.

Bankinter, la que más abona por los depósitos entre las principales entidades

En concreto, el coste de los depósitos para Kutxabank se limita por el momento al 041%, mientras que para Unicaja alcanza el 0,47%. Porcentajes que distan del 1,09% de Bankinter, que hasta la fecha el banco que más remunera a las empresas y las familias por sus saldos.

Aún así, ninguna de las principales entidades que operan en España se acerca a los intereses medios de las nuevas operaciones del conjunto del sector, debido principalmente a las promociones de los bancos pequeños y los que atienden exclusivamente por internet. Los tipos de las imposiciones a plazo de los hogares llegan al 2,3%, mientras que los de las compañías, al 3,31%. En cuanto a las cuentas a la vistas las tasas medias se reducen al 0,13% en el caso de los particulares y al 0,54% las de las sociedades no financieras.

De los gigantes bancarios, el Santander es el que más abona a los usuarios, ya que ha elevado hasta el 0,9% el coste que asume por los depósitos y BBVA, el que menos, con un 0,68%. Caixabank se encuentra en niveles bajos, al afrontar un gasto del 0,71%.

Por su parte, el Sabadell ha aumentado hasta el 1% el tipo medio y su estrategia pasa por mejorar la retribución de sus cuentas tras lanzar recientemente una digital con un interés indefinido y dejando a un lado su apuesta por las imposiciones a vencimiento.

Pese a la poca remuneración, el conjunto de los bancos ha elevado en el último año un 60% los depósitos a plazo de las familias pese a pagar intereses bajos. La captación de estos productos por el del sistema roza los 40.000 millones y se está acelerando con el paso del tiempo.

En concreto, el saldo en estos productos asciende a 38.753 millones en el caso de los hogares en dicho periodo, que coincide con el inicio del lanzamiento de las primeras ofertas lanzadas en el mercado por parte de pequeñas entidades tras las primeras subidas del euríbor y de los tipos de interés por parte del BCE. Con ello, el saldo de los depósitos de los particulares vuelve a superar el umbral de los 100.000 millones. La suma alcanzaba a cierre de septiembre los 103.797 millones.

El BCE lleva desde el pasado otoño reclamando a los bancos que remuneren más para que la política monetaria sea completa y no solo disparen el coste de los préstamos. Hace unos días el vicepresidente, Luis de Guindos, volvió a reclamar una mayor generosidad a las entidades y dio por sentado que esto sucederá.

También la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, se expresó en términos parecidos y avanzó que «en unos estaremos remunerando» más y se dará por terminado el debate público sobre los bajos intereses que están ofreciendo los bancos hasta la fecha. Un debate en el que antes del verano se adentró el Gobierno, que instó a las grandes entidades a retribuir de manera adecuada a los clientes y a pedir a la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia a realizar un informe sobre las causas de esta práctica.