Bankinter triplica los depósitos a plazo tras acelerar el pago de intereses a los clientes

Bankinter ha triplicado el volumen de depósitos a plazo en el último año tras haber acelerado el pago de intereses a sus clientes con el fin de evitar una fuga de dinero. Aunque los tipos que ofrece aún están por debajo del mercado y no dispone de una oferta definida en su catálogo, la entidad ha elevado un 226% el saldo de las imposiciones con vencimiento entre septiembre de 2022 y septiembre de 2023.

Según los datos recopilados por THE OBJECTIVE, Bankinter ha aumentado los depósitos de empresas y particulares en 13.222 millones en dicho periodo, hasta los 19.060 millones. Una cantidad que en buena medida ha procedido de las cuentas corrientes de los propios usuarios, que han trasladado sus ahorros en busca de una mayor remuneración ente la escalada del euríbor y la subida de las tasas oficiales por parte del BCE.

En los tres primeros trimestres, los productos a la vista de Bankinter han registrado una salida de 12.560 millones, que ha ido a parar en su mayor parte a depósitos del propio banco. Hay que tener en cuenta que el crecimiento de las imposiciones también incluye dinero de nuevos clientes. Otra parte de la fuga de las cuentas a la vista ha sido usado para la contratación de recursos fuera de balance, como fondos de inversión, donde la entidad ha mejorado la actividad un 17% y a las amortizaciones de las hipotecas, que en su caso se han duplicado en este tiempo.

Bankinter paga de media por el dinero un 1,9%

Bankinter hace un año se encontraba a la cola de los grandes bancos que menos abonaba por los depósitos y cuentas, debido a los primeros, pero desde antes del verano ha venido incrementando los tipos ofrecidos y en junio se encontraba a la cabeza. En la actualidad su coste medio ha subido al 1,09%. Los directivos del banco consideran que esta tasa seguirá al alza y que «cada vez crece más de lo previsto» debido a la presión del mercado.

El interés que está desembolsando Bankinter, aún así, es muy inferior a la media de todo el sector, que en las imposiciones a plazo de los particulares se situaba en agosto en el 2,34%, mientras que en las empresas llegaban al 3,11%, según los datos del Banco de España.

El banco dirigido por María Dolores Dancausa, como otras entidades, está llevando a cabo una política de negociación con los clientes para establecer el tipo que les abona por el dinero con el fin de retenerlos y que no acudan a la competencia, llegando en algunos casos al 3%. Otros bancos, en cambio, como Caixabank y Kutxabank han lanzado ya depósitos iguales para todos los usuarios bajo determinadas condiciones de vinculación.

«Ha habido un trasvase de dinero de las cuentas corrientes a productos de mayor valor», aseguró este jueves la consejera delegada de Bankinter en la presentación de los resultados del banco hasta septiembre, quien añadió que la entidad no necesita por el momento generalizar a toda la clientela un aumento considerable en los tipos. Eso sí, señaló que el banco tiene un abanico de productos remunerados, como la cuenta digital, la nómina, un depósito recientemente lanzado por su filial Evo, otras imposiciones a plazo en dólares para usuarios más sofisticados, y fondos de renta fija.

Evo deja de generar pérdidas

Por otra parte, Dancausa destacó la buena evolución que está teniendo Evo, entidad que adquirió en la primavera de 2019. La consejera delegada aseguró la franquicia digital ha dejado de generar pérdidas al grupo e insinuó que a finales de año o principios del siguiente podría dar beneficios. Hay que tener en cuenta que Evo generaba un agujero de unos 40 millones cuando pasó a manos del grupo controlado por Jaime Botín.

Bankinter, a diferencia de lo que hizo en el pasado reciente, no se plantea llevar a cabo ninguna operación corporativa para aumentar su tamaño y confía en el crecimiento de su balance vía orgánica, es decir, con el aumento del negocio. Descarta cualquier adquisición tanto en España como en otros mercados. Por el momento, lo números indican que su actividad sube tanto en recursos de clientes como en créditos, a diferencia de las caídas en el sistema y la incertidumbre económica y política.