Iberdrola busca clientes para la mayor planta de Europa de hidrógeno al sobrarle la producción
Busca alternativas a través de las hidrogeneras y trata de cerrar acuerdos con nuevos clientes finales
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán. | Europa Press
Iberdrola está sufriendo los efectos perversos de invertir en una de las tecnologías con menos madurez en el mercado. Su rentabilidad no se conocerá hasta el año 2026, lo que traslada incertidumbre a los distintos agentes de la economía. Este envite de la energética por el hidrógeno verde tiene su fundamento en la fuerte apuesta de los gobiernos por este gas. Así, la mayor planta de hidrógeno verde para uso industrial de Europa -que fue presentada oficialmente por Iberdrola hace un año en Puertollano (Ciudad Real)- tiene un problema: le sobra una gran cantidad de lo que produce y no tiene clientes que lo demanden.
Un escenario que ha empujado a la energética española a buscar potenciales clientes que puedan comprar su hidrógeno. Uno de sus grandes aliados para la venta de su hidrógeno es la compañía especializada en fertilización, Fertiberia. Lograron una unión pretende situar a España a la vanguardia del gas verde en Europa. Sin embargo, desde Fertiberia tenían muy clara la cantidad máxima de toneladas de hidrógeno que querían comprarles, con el objetivo, más tarde, de transformar ese gas en amoníaco verde en su planta.
De esta forma, hicieron un estudio y vieron en qué clientes y en qué mercados se podía realmente justificar un extracoste. Fuentes jurídicas argumentan que esta decisión fue trasladada a Iberdrola. Una situación que ha provocado que hoy le sobre entre el 50 y el 60% de la producción del hidrógeno a la planta de Puertollano.
El principal foco de la energética se ha centrado precisamente en conseguir aunar socios, como Fertiberia, para vender su hidrógeno. Y tienen varias alternativas. Por un lado, están intentando avanzar con el Ayuntamiento de Puertollano y con el Gobierno regional de Castilla-La Mancha la construcción de una hidrogenera. Sin embargo, este tipo de instalaciones requieren su tiempo, con procesos lentos, y existe hoy escasez de vehículos que demanden dicha carga.
Por otro lado, y según ha podido saber este medio, ya están intentando establecer acuerdos para lograr llevar a cabo algunos proyectos que les permitirán atraer algunos usuarios finales. Una realidad que ha provocado que la energética busque ahora modular su gran planta. Una decisión que, no obstante, hace que esta no trabaje al 100% y, por lo tanto, no se alcance cierta eficiencia de optimización. Un objetivo, este último, que tampoco lo estaban alcanzando hasta ahora porque habían tenido problemas a la hora de desarrollar la planta, principalmente con la integración de las piezas.
Así, la fuerte apuesta de la energética por esta tecnología está, de forma indirecta, obligando a los grandes fabricantes de los electrizadores (la pieza clave para hacer la electrólisis y, por ende, producir hidrógeno) crear stacks (el ‘corazón’ del electrolizador) de grandes dimensiones a los que estaban poco habituados. Y hacer esa integración y ese ajuste cuesta tiempo. Un episodio que no es un caso aislado que sufre solo la energética española, sino que es recurrente y así lo están sufriendo el resto de empresas en Europa que también se han lanzado a innovar con este vector energético.
Un ejemplo lo podemos ver en nuestro país. Hoy no hay dudas sobre el pleno funcionamiento de las placas fotovoltaicas, que fueron una tecnología incipiente hace 15 o 20 años. Pero para haber llegado hasta ese punto hicieron falta varios años. De forma paralela ocurre lo mismo con el hidrógeno, por lo que no se puede esperar que este esté listo en meses.
La planta de hidrógeno verde
La planta de Puertollano está integrada por una planta solar fotovoltaica de 100 megavatios, un sistema de baterías de ion-litio con una capacidad de almacenamiento de 20 megavatios hora y uno de los mayores sistemas de producción de hidrógeno mediante electrólisis del mundo (20 megavatios). Todo ello a partir de fuentes 100% renovables. Supone una inversión de 150 millones de euros y la creación de hasta 1.000 empleos locales.
El estreno de esta gran planta provocó la admiración del sector. Hasta el recinto se desplazó el Rey Felipe VI, que quiso conocer en detalle el proyecto. Un año después Iberdrola anunció en esa misma planta un acuerdo con ACE Terminal y Hynetwork Services para desarrollar un corredor marítimo de hidrógeno verde entre España y Países Bajos.
Mientras tanto, Iberdrola continúa avanzando en proyectos de hidrógeno verde por el mundo. En la última cumbre del clima, sin ir más lejos, anunció un gran acuerdo con el grupo de energías renovables de Emiratos Árabes Unidos, Masdar, para para invertir de forma conjunta hasta 15.000 millones en eólica marina e hidrógeno verde en Alemania, Reino Unido y Estados Unidos. Lo que desvela que la estrategia de la compañía se centra en su interés creciente por las nuevas tecnologías verdes y cuyos proyectos se irán conociendo con el tiempo.
Una vez publicada la noticia, Iberdrola se puso en contacto con este medio para negar esta información
